¿Cómo construir la temática de una historia?

¿Cómo construir la temática de una historia?

¿Cómo construir la temática de una historia?

Probablemente el reto más grande que tiene un escritor a la hora de desarrollar una novela realmente buena y profunda es construir la temática de la historia y asegurarse que, a lo largo del relato, estén presentes todos los elementos que le darán sentido.

Lamentablemente, este es un aspecto tan complejo y (casi) contraintuitivo que muchos escritores o ignoran su existencia o tratan de convencerse a sí mismos de que no vale la pena romperse la cabeza por algo tan sutil.

Y están equivocados.

La temática es lo que al final del día le da sentido a la historia y le permite ser algo especial. No es la cereza en el pastel como algunos creen, sino que es el azúcar. Lo que le da profundidad a una historia, lo que provoca que inconscientemente sientas que acabas de presenciar algo increíble que te dejó una marca, es la temática.

Ahora, exploremos cómo podemos construir la temática y asegurarnos que nuestra historia tiene esa azúcar que necesitamos.

¡Empecemos!

Una vez que tengas tu premisa, consigue tu temática

Para que la temática sea efectiva, tenemos que empezar a desarrollarla desde el momento clave: cuando creamos la base más superficial de nuestra historia, la premisa.

¡Pero no te asustes si ya empezaste una historia o la construiste hace tiempo! Lo cierto es que todos, aunque sea inconscientemente, tenemos indicios de una temática desde el momento que empezamos a escribir. Es por eso que historias con premisas similares pueden ser tan distintas.

Por ejemplo, comparemos el Viejo y el Mar con Moby Dick. Fácilmente, podríamos decir que son historias parecidas en su premisa: un hombre entrado en años lucha contra un pez gigante en el medio del océano.

Hombre enojado diciendo "supongo"
¡Supongo!

Sin embargo, cualquiera que haya leído estas novelas sabe que estoy simplificando demasiado lo que exploran ambas historias.

El Viejo y el Mar tiene una temática de redescubrimiento del valor que le das a tu persona, mientras que Moby Dick explora cómo la obsesión puede llevar a una persona a la autodestrucción.

Ambas novelas tienen temáticas completamente distintas y eso es lo que le da su sabor tan distinto a cada una.

Es por esto que nunca tomo en serio a los “críticos” que siempre dicen cosas tontas como “la típica historia del elegido” o “el cliché de la dama en apuros”. Es obvio que estos críticos no entienden que la premisa de la trama es el aspecto más superficial, lo interesante es cómo el escritor aborda estas premisas por medio de la temática y las hace suyas.

Entonces, si ya tienes una historia, trata de descubrir qué idea quisiste explorar inconscientemente y revisa cuáles son los elementos que la fortalecen o debilitan y mejóralos. ¡Así podrás construir una temática que cautive a tus lectores!

Piensa en formas de darle profundidad a tu temática

Si ya leíste mi artículo sobre la diferencia clave entre Tolkien y Meyer, sabes muy bien que con esto no me refiero a que manipules tu trama y tus personajes para que estos lleguen a la conclusión que te interesa.

No, nunca hagas eso.

A lo que me refiero con este punto es que construyas situaciones que te permitan explorar a fondo la temática.

Por ejemplo, en Frankenstein, la temática gira en torno a la dicotomía de lo que significa ser un monstruo: una abominación de la naturaleza o una entidad malévola y carente de piedad. Con esta idea en mente, Mary Shelley creó un ambiente en el que podía explorar esta idea profundamente.

Los humanos son despiadados, cobardes e ignorantes, y la bestia es capaz de sentir emociones empáticas y dolor. Este contraste nos permite entrar en un debate filosófico sobre quién es el verdadero monstruo en la ecuación y así darnos cuenta que lo que la novela propone es mucho más complejo que su premisa inicial.

Desarrolla un personaje que te permita explorar el tema

Así como las escenas son vitales, también necesitamos un personaje que nos permita sacar el máximo de esas escenas. En pocas palabras, necesitamos que el arco del personaje soporte la temática.

El viaje de descubrimiento que debe realizar tu protagonista (y preferiblemente tus personajes secundarios también) debe ayudarte a expandir y construir la temática desde que empieza hasta que acaba.

En la Historia Interminable, por ejemplo, donde la temática gira en torno al poder que los sueños y las aspiraciones humanas tienen en la realidad, se nos presenta a un personaje debilucho y regordete, alguien que no tiene mucho más a su favor que su imaginación.

Sin embargo, a medida que avanza la trama y se establece el gran poder que tiene la imaginación y la creatividad, también se nos presenta la responsabilidad que tiene cada individuo de encontrar el balance entre lo que es real y lo que no lo es. De esta forma, la temática es llevada a sus últimas consecuencias y la historia tiene una profundidad inconmensurable.

Baltasar Bux es el protagonista ideal para esta historia porque es exactamente la clase de personaje que puede aportarle a la temática en cada una de sus facetas: desde las más superficiales hasta las más profundas.

¡Y listo! Aunque es cierto que hay más cosas que ayudan a construir la temática de una historia, con estas tres tendrás una base suficiente para hacerlo. El punto es que tienes que pensar muy bien qué es lo que quieres explorar y promover situaciones que te permitan hacerlo a fondo.

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5 thoughts on “¿Cómo construir la temática de una historia?

  1. Hola, tengo dos preguntas:
    1- ¿En las sagas es necesario que siempre se mantenga la misma temática o esta puede en algún punto variar?
    2- Otra vez hablando de las sagas: En el caso de que una mantenga la misma temática en cada ejemplar ¿Puede presentar en cada libro un dilema distinto relacionado directamente con la temática? Por ejemplo, si la temática de la saga gira en torno al cambio, en el primer libro el autor podría tratar el cambio interno, en el segundo la importancia de aceptar el cambio, en el tercero lo malo que es no cambiar quedando estancado y así.

  2. Tengo una duda que me ha hecho mucho ruido, por así decirlo. Y sé que esto sonara raro, pero ¿cómo voy a saber que temática dar a mi historia? es decir, ¿cómo descubro esa “idea” que quise explorar inconscientemente y fortalecerla al mismo tiempo?
    Suena un poco raro, lo sé, pero eso es algo que me ha dejado mucho en que pensar. Al principio, quería construir una historia de un tipo que viaja a otro mundo (un isekai) pero que esta sea entretenida, memorable y que marca un antes y un después, pero tengo la sensación de que hay otra razón, más allá de la que te dije, y no sé que es.

    A lo mejor y no sabes de que hablo.

    1. Lamentablemente, esta es una de esas cosas que no te puedo explicar de manera directa, porque es algo muy subjetivo y particular para cada autor. Lo que te puedo recomendar es que intentes entender tu historia lo antes posible haciéndote preguntas que parecen básicas, pero debes tomarte muy en serio.

      Por ejemplo, ¿por qué isekai? ¿Por qué ese género en particular? ¿Por qué te llama tanto la atención? ¿Por qué dragones? ¿Por qué magia? ¿Por qué colocaste un rival? ¿Por qué tu protagonista tiene problemas con su papá? ¿Por qué pusiste que su madre murió?

      Piensa seriamente cada respuesta y analiza a fondo tus respuestas. Mientras más trabajo intelectual le dediques, más probable será que logres discernir lo que hay en tu subconsciente. ^^

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