El socio: ¿cómo crear un buen sidekick para tu personaje principal?

El socio: ¿cómo crear un buen sidekick para tu personaje principal?

El socio: ¿cómo crear un buen sidekick para tu personaje principal?

¡Ah, el querido socio! Ese que tanto vemos en las películas, cómics, libros y series. Ese sidekick que a veces nos hace reír, desesperarnos o, en el peor de los casos, olvidar que está ahí.

Existen muchos buenos sidekicks en la literatura, el cine y la tele, pero eso no significa que sean fáciles de construir. De hecho, es importante que tengan ciertas características clave para que se vuelvan memorables.

Si quieres conocerlas, ¡sigue leyendo!

Deja que se diferencie del protagonista

Existe una razón por la cual Robin es divertido, carismático y risueño. Su contraparte, Batman, es todo lo contrario, y esto justamente es lo que lo hace diferente y permite que su interacción con Bruce sea tan interesante.

Una de las razones por la que las personas no querían tanto a Damian, el nuevo Robin, al inicio es porque es demasiado similar a Batman, excepto que no tiene sus cualidades más heroicas. Las interacciones entre los dos no eran tan divertidas o idiosincrásicas, porque los personajes se sentían demasiado similares.

Un buen sidekick siempre será capaz de distinguirse de inmediato del personaje principal. Esto es clave para que se sienta real, único y memorable.

Haz que rete al principal

Por supuesto, de nada sirve un socio que lo único que haga es estar de acuerdo con el protagonista. Esa es una relación aburrida, que además se siente falsa porque es imposible que estés de acuerdo en todo con alguien, especialmente si convives mucho con esa persona.

Las películas y series de Sherlock Holmes suelen hacer esto muy bien (aunque se pasan un poco de la mano de vez en cuando). Por lo general, la relación que ves en pantalla entre Watson y Sherlock, es bastante divertida y caótica, con ambos empujando en direcciones contrarias en muchas situaciones.

Esto no solo permite que la audiencia disfrute con sus interacciones, sino que permite que el personaje principal tenga un arco más profundo aprendiendo de su amigo, alguien que es menos competente en algunas áreas, pero un experto en otras.

En pocas palabras, trata de ver cuáles son las debilidades y fortalezas de tu protagonista para crear un sidekick que haga evidente esas debilidades y permita que se luzca de vez en cuando.

Como nos dice John Truby, ¡el protagonista siempre debe ser el personaje más interesante del relato!

Dale una motivación clara en la historia

Un socio siempre debe tener una razón por la que participar en la historia que le pertenece solamente a él o ella. No puede ser simplemente un sujeto que está ahí porque el escritor lo decidió, sino que tiene que tener una meta clara y algo que lo mueve.

Mientras más fuerte sea esta motivación y mientras más personal se sienta, más altas serán las probabilidades de que la gente ame al personaje.

Dale su propio arco de personaje

Ahora, admito que no es fácil darle un arco a un personaje secundario que se sienta realmente poderoso, pero si estás pensando en crear un socio o una serie de socios interesantes para tu historia, forzosamente debes darle a todos un arco de personaje, aunque sea pequeño y directo.

Esto es algo que las películas del Señor de los Anillos lograron de manera genial, y no era nada fácil, porque Tolkien hizo mucho con esos personajes a lo largo de tres libros. Lo que hizo Peter Jackson fue darle los arcos más complejos a los personajes principales (Aragorn y Frodo) y darles otros más pequeños a los demás.

Por ejemplo, el arco de Legolas y Gimli fue tan sencillo como una amistad que surge a pesar del prejuicio y la diferencia racial. Ambos tuvieron que crecer como personas para considerarse amigos, y eso permitió que evolucionaran a lo largo del relato.

Dicho esto, en el caso de Sam, el socio por excelencia de la literatura (quizás con la excepción de Sancho Panza) su arco giró en torno a pasar de ser un simple jardinero ingenuo, a un guerrero valiente y sabio. A su vez, Sam tuvo que aprender la complejidad de la moral, que no es algo tan sencillo como “Gollum malo – Sam bueno”.

Es indudable que esto no es fácil, pero es vital para que el socio sea memorable.

Deja que tenga impacto en la trama

No hay nada peor que tener a un sidekick que no es otra cosa que el sujeto que dice chistes de vez en cuando. Eso solamente hará que te haga exhalar por la nariz ligeramente rápido una que otra vez. Jamás logrará que lo recuerdes.

Un socio debe generar consecuencias en la trama, ya sea sacando al protagonista de peligros o creando otros sin querer. Su participación en la historia debe dejar algún tipo de huella, de forma tal que, si lo quitamos, se pierda algo realmente valioso.

¡Y eso es todo! Si tu sidekick o socio cuenta con estas características, lo más probable es que esté muy bien construido.

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4 thoughts on “El socio: ¿cómo crear un buen sidekick para tu personaje principal?

  1. Darle un arco a todos los compañeros del protagonista es algo que hice sin querer.
    Tengo un protagonista y dos secundarios (agregando un tercero que aún estoy construyendo) y de hecho los dos poseen una motivación y de alguna manera mi problema es que me gustan tanto que no quiero que sus arcos opaquen al del protagonista. Ya que uno de ellos tiene la motivación de traer de vuelta a alguien que se dejó seducir por el villano y el otro tiene esta problemática con su familia y como ser el miembro más débil lo impulsó entrenarse y convertirse en héroe y esperar que así su familia se sienta orgullosa, pero al tomar la profesión y tener compañeros y compartír un ideal ya no siente que su motivación sea el honor. De hecho hasta antes de los eventos del inicio de la trama era alguien muy seguro de sí mismo, pero los mismos eventos (la muerte de 3 sus 5 compañeros y la integración del protagonista al grupo ahora de 3) lo ha vuelto alguien que es medianamente inseguro, ya que sus poderes dependen mucho de su capacidad de autocontrol y ahora está más fuera de balance que nunca. Entre haber perdido a sus amigos, entrenar al nuevo y un llamado de regreso a casa (un viaje de visita a su hogar) es lo que deben ser su conflicto y su superación con el control de sus habilidades.
    Y la verdad es que mi miedo es que ellos lleguen a brillar más que mi protagonista

    1. Es una advertencia que tu subconsciente te está dando y tienes que hacerle caso. Debes ser muy cuidadoso con eso porque tu protagonista es protagonista por una razón, y si no es el más interesante, tu historia sufrirá. ¡Es buena señal que te estés dando cuenta tú mismo!

  2. Un problema que tengo con mis personajes son sus acciones

    Ejemplo: Digamos que el personaje es un egoísta que solo tenía cierta misión que seguir pero no quiere seguir involucrarse

    Un personaje es sádico y sin moral, pero casi al final termina salvando a los héroes y tener un poco de moral

    El protagonista tiene miedo de enfrentarse al antagonista, pero sabe que es su destino

    (Y más ejemplos que seguro entenderas) El problema aquí es CUANDO Y COMO mostrarlo perfectamente

    1. Claro, lo que pasa es que es muy difícil para mí darte instrucciones más específicas porque necesito conocer muchos más detalles sobre tu historia. Lo que comentas suena muy prometedor, porque tu personaje parece ser una persona que peca de cobardía y, de cierta forma, de egoísmo, porque está velando por sí mismo a costa de rechazar su destino. Sin embargo, el hecho de que sea un dilema significa que en el fondo es una buena persona que simplemente necesita ser más asertiva. Ahí, tu personaje secundario puede jugar un rol interesante en enseñarle indirectamente a ser más valiente y hacer lo correcto solo porque sí, no porque realmente tenga una razón filosófica para hacerlo. En la serie Katekyo Hitman Reborn! el protagonista también es un cobarde, pero es gracias a su maestro (que tiene apariencia de bebé) es que logra adquirir el mindset necesario para ganar, porque él es mucho más pragmático y tiene poca misericordia con los que lo rodean, hasta el punto que muchas veces te preguntas si es una buena persona en el fondo, pero al final queda claro que lo es. El tema del cómo y cuándo es algo que solo podrás responder tú, pero una buena forma de identificar esos momentos es a través de una planeación metódica de tu obra, asegurándote que cada escena cumple un rol específico en el arco de tus personajes y la progresión de la trama.

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