¿Por qué no debes proyectarte en tus personajes?

¿Por qué no debes proyectarte en tus personajes?

¿Por qué no debes proyectarte en tus personajes?

Es muy común que los escritores novatos empiecen una historia porque están inspirados por otra. Buscan vivir una de esas increíbles fantasías que le ofrecen sus obras favoritas a su manera, pasar un rato con los personajes que más adoran y experimentar aventuras únicas y maravillosas.

Sin embargo, aunque esta práctica no tiene nada de malo en sí, si lo que buscas es crear una historia con una narrativa atrapante y poderosa, proyectarte en tus personajes terminará siendo un elemento que afectará negativamente tu trabajo.

Si quieres descubrir por qué, ¡no dejes de leer!

¿Qué significa “proyectarse en tus personajes”?

Antes de continuar, quiero que quede muy claro a qué me refiero con “proyectarse en un personaje” porque esto puede resultar algo vago para muchos.

Básicamente, con esto me refiero a cuando un autor utiliza a un personaje (usualmente el principal) para vivir una fantasía a través de ellos; como si fueran avatares en un juego de rol. Esta es una práctica muy común en el género del fanfiction, pero no es exclusiva de esas historias.

Es importante que entiendas bien el concepto, porque hay cosas que no cuentan para esto. Por ejemplo, si un autor le da a un personaje un físico parecido al suyo o ciertas cualidades que él también posee, no hay ninguna razón por la que debamos asumir que se está proyectando (o autoinsertando). Lo mismo ocurre si hace demasiado perfecto y deseable a un personaje para que el avatar le permita experimentar algo que no tiene en la vida real, pero que desea desesperadamente.

Siempre y cuando entiendas que el personaje no eres tú, sino que se trata de alguien totalmente distinto, puedes compartir con él o ella tantas similitudes como quieras y no caerás en la “proyección”.

¿Por qué es una mala idea?

En este punto del artículo, supongo que lo más probable es que te estés preguntando qué tiene de malo proyectarse en un personaje. Después de todo, ¿qué hay de malo en imaginar que estás conviviendo con tus personajes y experimentando grandes aventuras? ¿No es eso lo que queremos que hagan nuestros lectores?

Bueno, no es tan sencillo como eso y te daré 3 razones básicas que te explicarán por qué debes tener mucho cuidado con esta práctica.

¡Aquí te van!

Lo volverá incongruente

Lo primero que debes entender es que, por mucho que intentes que tu personaje sea una copia exacta a ti, en realidad, el contexto de la historia, los personajes secundarios con los que convive y la progresión de la trama terminará por separarlo por completo de tu persona, y lo convertirá en un individuo propio.

Este fenómeno es justamente lo que permitirá que tu historia sea genial y que el arco del personaje principal tenga impacto en la narrativa, pero, más allá de eso, es lo que permite que el personaje se siente real.

Entonces, si te proyectas en tu personaje, será muy difícil para ti entenderlo porque siempre asumirás que piensa igual que tú. Esto hará que tenga reacciones incoherentes y tome decisiones que no van con los aprendizajes que ha obtenido a lo largo de la trama.

¡Esa es la fórmula perfecta para incluir toda clase de problemas en la historia!

Aumentarás drásticamente la probabilidad de que se convierta en una Mary Sue

Las Mary Sue/Gary Stu son personajes que, en su mayoría, nacen justamente cuando los escritores intentan proyectarse en sus personajes y convertirse en los seres más especiales del universo que desarrollaron.

Es la razón por la que las Mary Sue se ganan el respeto y la admiración de los héroes casi instantáneamente, el porqué son cúmulos de moral inquebrantable, el porqué siempre tienen la razón y casi cualquier habilidad que pueda resultar útil en el universo que participan.

Al final del día, esos personajes son solamente una proyección del autor, que está intentando satisfacer un anhelo propio en lugar de contar una gran historia.

Y ese es parte del problema, porque la labor artística no se trata de satisfacerte a ti mismo, sino de explorar una idea que te carcome y que no sabes cómo articular. Esa tarea no es fácil, y te obligará a reinterpretar muchas de las cosas que das por hechas; a tener una visión más profunda de ti mismo y del mundo.

Una proyección no te permitirá alcanzar eso porque constantemente te pedirá que cumplas sus caprichos, como entrar en relaciones románticas con superhéroes o vencer de un solo golpe a un poderoso villano mientras todos la miran con admiración.

¡Ten cuidado!

No le permitirás crecer orgánicamente

Otro de los problemas que nacen de proyectarte en tus personajes, es que, como realmente no estás en la historia, nada de lo que aprenda el personaje en la narrativa realmente se verá reflejado en ella. Sin embargo, aquello que tú aprendas fuera de la historia, se las ingeniará para aparecer ahí.

¿Por qué? Bueno, porque tú estás cambiando todos los días. Tu “arco de personaje” se está desarrollando en todo momento, y eso significa que tu comprensión del mundo también evoluciona. Entonces, una proyección reflejará esa lucha, no la que realmente debería tener el personaje.

Eso es pésimo, porque terminarás con un personaje que es incapaz de crecer orgánicamente, sino que depende por completo de las ideas que traigas en ese momento en tu cabeza.

A su vez, te costará mucho desarrollar el arco del personaje porque, por simple regla de tres, tú no evolucionas a la misma velocidad que él o ella. El drama en una historia siempre está disparándose, llevando a los personajes a puntos de inflexión, pero tu vida no es así.

Obviamente, tendrás momentos duros y todo lo que tú quieras, pero hay un inmenso hueco de horas, días, meses e incluso años en el medio.

Una historia remueve todo ese exceso y se queda con lo que es estrictamente necesario, pero si en lugar de observar la historia estás mirándote a ti mismo, jamás serás capaz de representar la lucha del personaje correctamente.

Es en parte por esto que los personajes que actúan como proyecciones (como Rey en Star Wars) son tan planos y básicos. No están aprendiendo ni creciendo en la historia, sino que actúan como un avatar para que el escritor pueda ir de una escena a otra.

¡Evítalo siempre que puedas!

Incluso si estás trabajando en un proyecto tuyo que no piensas mostrarle a nadie, si tu intención es eventualmente dedicarte a las historias, mi recomendación es que procures evitar esta práctica a toda costa.

Si quieres que tus personajes se sientan vivos, entonces tú eres la primera persona que debe tratarlos como tal. No son entes sin voluntad a los que puedes poseer como si fueras un fantasma, sino personas con fallas, motivaciones y metas reales.

Si los tratas así, tus historias alcanzarán una profundidad mucho mayor de la que te puedas imaginar.

¡Y con eso acabamos! Si te gustó el artículo, tienes alguna duda o quisieras agregar algo, ¡hazlo en los comentarios!

4 thoughts on “¿Por qué no debes proyectarte en tus personajes?

  1. ¡Gracias! Al leer esto me vi completamente reflejado. Fue como lanzarme un balde de agua helada. Pero también darme parte de la solución a mi bloqueo. Gracias nuevamente.

  2. Hola, estoy trabajando en un proyecto de novela juvenil y haré a la protagonista como una versión mía pero de un universo alterno. Me explico, ella es como lo que yo podría llegar a ser en el futuro. Pero no de una forma idealista o perfecta. Más bien lo planteo así, como una especie de Mary Sue (para burlarme de este tipo de personajes mas que nada, con función satírica) pero al final todo eso ella jamás ha sido perfecta o desprovista de defectos sino que como ella cuenta la historia, manipula algunas cosas de la trama, pero al releerse se hace evidente desde un principio su naturaleza (ella es una narcisista).

    ¿Qué me recomendarías para evitar caer por completo en la trampa Mary Sue?

    1. ¡Hola, Eureka! Suena como un experimento interesante, pero te puedes empezar a topar con problemas si tu intención es que la primera leída la haga parecer una Mary Sue. Se vale que ella se vea a sí misma como desprovista de defectos, pero la historia debería darle consecuencias negativas por este comportamiento independientemente de la perspectiva que cuenta la historia.
      También recuerda que una Mary Sue tiene otros elementos que la convierten en un error narrativo, como el hecho de que los juicios morales que lleva a cabo siempre son correctos, todos los personajes la admiran y los que no lo hacen son villanos, tiene muchas habilidades increíbles sin explicación o con muy poca, etcétera.
      Creo que en lugar de hacer parodia a las Mary Sue, te deberías enfocar en manejar el arco de tu protagonista como si se tratara del arco de un personaje arrogante. Con eso, no solo crearías un conflicto interesante, sino que también le darías una falla ideal para construir su arco de personaje.

      Es peligroso plantear una historia haciendo que los lectores deban releerla para entender los símbolos, porque la realidad es que la gran mayoría no lo hará. Deberías enfocarte en hacer que la primera lectura sea por mucho la más impactante. Si metiste suficientes símbolos y elementos profundos, las siguientes lecturas serán geniales también por simple inercia.

      ¡Saludos!

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