Aplicabilidad: la clave para analizar los símbolos en las historias
La aplicabilidad: una clave para interpretar símbolos
La aplicabilidad en las historias es una poderosa herramienta que permite a los escritores crear obras que resuenen en un nivel más profundo con los lectores, mientras les otorgan la libertad de interpretar y extraer significados personales.
En este artículo, no solo te mostraré qué es la aplicabilidad, sino también cómo se diferencia de la alegoría, y te daré consejos sobre cómo aprovechar esta técnica en tus propios escritos.
¿Qué es la aplicabilidad en las historias?
La aplicabilidad en las historias es un concepto literario que se refiere a la capacidad de una obra de ficción para trascender su narrativa original y conectarse de manera personal y significativa con el lector. Es la habilidad de una historia para ofrecer a cada lector una experiencia única, permitiéndoles relacionarla con sus propias vivencias, valores y creencias.
En esencia, la aplicabilidad implica que las historias no son simples relatos estáticos con un único significado impuesto por el autor, sino que son como lienzos en blanco en los que cada lector puede proyectar su propia interpretación y extraer conclusiones personales.
Este concepto se basa en la idea de que las historias son universales y atemporales, capaces de tocar cuerdas sensibles en el corazón humano sin importar la época, el lugar o la cultura en la que se encuentre el lector.
¿En qué se diferencia de la alegoría?
La distinción entre aplicabilidad y alegoría es fundamental para comprender cómo una historia puede conectar de manera profunda con los lectores sin imponer interpretaciones rígidas.
Para aclarar esta diferencia, recordemos las palabras de J.R.R. Tolkien, quien afirmó: “Creo que muchos confunden la ‘aplicabilidad’ con la ‘alegoría’; pero la primera reside en la libertad del lector, y la otra en la intencionada dominación del autor”.
- Alegoría: En una alegoría, el autor tiene la intención deliberada de que los elementos de la historia representen conceptos o significados específicos. Cada personaje, objeto o evento en la historia está destinado a representar una idea preconcebida y definida. Por ejemplo, en “La Alegoría de la Caverna” de Platón, la cueva simboliza la ignorancia y el mundo exterior representa la verdad.
- Aplicabilidad: En cambio, la aplicabilidad otorga a los lectores la libertad de interpretar los elementos de la historia según sus propias experiencias, creencias y perspectivas. La historia no impone significados fijos y unívocos, sino que ofrece símbolos y temas abiertos a múltiples interpretaciones. Los lectores son libres de encontrar significados personales y conexiones con la trama, lo que enriquece su experiencia de lectura.
La clave para diferenciarlos radica en la intención del autor y la libertad del lector. En una alegoría, el autor guía al lector hacia una interpretación específica, mientras que en la aplicabilidad, el autor brinda un lienzo en blanco en el que los lectores pueden pintar sus propios significados.
Esta distinción es esencial para comprender cómo las historias pueden trascender las barreras culturales y temporales, permitiendo que cada lector encuentre su propia conexión y significado en la narrativa.
La aplicabilidad enriquece la experiencia de lectura al hacer que la historia sea profundamente personal y relevante para cada individuo.
¿Cómo aprovechar la aplicabilidad en tus escritos?
La capacidad de aprovechar la aplicabilidad en tus escritos es esencial para crear historias que resuenen en un nivel más profundo con los lectores y les permitan encontrar significados personales en la trama.
Aquí hay algunos consejos para incorporar la aplicabilidad en tus escritos:
Crea personajes multidimensionales
Los personajes complejos y realistas son el corazón de cualquier historia aplicable. Desarrolla personajes que tengan virtudes y defectos, miedos y aspiraciones, para que los lectores puedan identificarse con ellos y encontrar similitudes en sus propias vidas.
Explora temas universales
Los temas que trascienden fronteras culturales y generacionales son ideales para la aplicabilidad. Temas como el amor, la pérdida, la lucha, la esperanza y la superación son ejemplos de conceptos que resuenan en un nivel humano fundamental.
Utiliza símbolos abiertos
En lugar de símbolos cerrados que tengan un significado fijo, emplea símbolos abiertos que permitan múltiples interpretaciones. Por ejemplo, un faro en tu historia puede representar orientación, seguridad, esperanza o incluso desafíos, según la perspectiva del lector.
Incorpora metáforas y simbolismo
Las metáforas y el simbolismo son herramientas poderosas para transmitir significados sin imponer interpretaciones. A través de una descripción metafórica, puedes sugerir temas y emociones sin necesidad de explicarlos directamente.
Deja espacio para la reflexión
Evita dar respuestas definitivas o explicaciones exhaustivas en tu narrativa. Deja espacio para que los lectores reflexionen y conecten los puntos por sí mismos. La ambigüedad controlada puede fomentar una mayor aplicabilidad.
Escucha a tus lectores
Después de que tu obra se publique, presta atención a las interpretaciones y comentarios de tus lectores. Sus perspectivas pueden enriquecer tu comprensión de cómo tu obra se aplica a diferentes personas y culturas.
Al aplicar estos consejos, puedes crear historias que no solo entretengan, sino que también resuenen en un nivel más profundo con tus lectores. La aplicabilidad permite que tus obras trasciendan barreras y se conviertan en espejos que reflejan la diversidad y complejidad de la experiencia humana.
Te animo a explorar esta técnica en tus propios escritos, creando historias que resuenen en un nivel más profundo con tus lectores y les brinden la libertad de aplicar tus creaciones a sus propias vidas.
Para obtener más consejos sobre escritura, no dudes en leer nuestro artículo “¿Cómo empezar a escribir un libro (y no abandonarlo)?”.