Detector de plagio: 4 herramientas que puedes usar

Detector de plagio: 4 herramientas que puedes usar

Detector de plagio: ¿por qué puede ser útil para ti?

Una herramienta que quizás nunca has considerado utilizar como escritor, pero que seguramente deberías tener presente, es sin duda un detector de plagio, algo que te puede proteger mucho más de lo que crees.

Hablando con escritores novatos, me he dado cuenta que muchos le temen al plagio, pero se sienten completamente incapaces de luchar contra él, hasta el punto que muchos lo utilizan de excusa para no avanzar sus historias o mostrárselas a alguien más.

Para que esos miedos disminuyan un poco, ¡hice este artículo!

Si te interesa, ¡no pares de leer!

¿Por qué es importante evitar el plagio?

El plagio, como seguramente ya sabes, es una copia sustancial de obras ajenas, dándolas como si fueran propias. Dicho de otra forma, es un robo descarado del proyecto artístico, creativo y/o intelectual de otra persona y uno de los pecados más graves que puede cometer cualquier autor.

Por supuesto, desde el punto de vista de la víctima del plagio, el problema no se limita únicamente a que alguien se apropió de su trabajo (hoy en día existen muchos mecanismos que protegen a los autores de esta clase de abuso), sino también que lo más sustancial de su obra se publica sin su autorización, limitando también la probabilidad de que tenga éxito el escrito original.

Por ejemplo, es difícil que una editorial compre los derechos de tu libro si hay una copia prácticamente igual al texto original volando por ahí.

Es obvio que el plagio es algo que necesitas evitar en la medida de lo posible porque directamente va en contra de tu sueño de, algún día, ser capaz de vivir de las letras y para las letras.

Está bien que esta sea una preocupación. Nada más, ten presente que no debería ser la razón principal para esconder tus obras para siempre bajo llave.

4 detectores de plagio que te ayudarán a protegerte

Ahora, la pregunta clave es: ¿cómo rayos puedo saber si alguien me está plagiando?

Gracias al Internet, existen varias herramientas extremadamente útiles (¡Y GRATUITAS!) que te permitirán descubrir de forma virtualmente instantánea si alguien se está aprovechando de tu nobleza.

Todas estas herramientas funcionan prácticamente igual, pero tienen diferencias en cuanto a su alcance y la cantidad de palabras que te permiten revisar.

Básicamente, todas te pedirán que introduzcas el texto que te interesa revisar si está plagiado o no. Una vez que lo hagas, la herramienta hará una búsqueda en Internet para buscar textos que tienen un alto nivel de concordancia.

Si encuentra algo, te lo mostrará junto con el link en el que podrás visitarlo por tu cuenta y una métrica que dirá un porcentaje que refleja cuánto se parece al texto que presentaste. Es decir, no importa que el ladrón haya cambiado palabras o el nombre de ciertos personajes: la herramienta es lo suficientemente inteligente para detectar que el texto “se parece mucho”.

Obviamente, no podrás introducir una novela completa en estas herramientas, pero lo mejor de todo es que no lo necesitas.

Colocar unas 10 páginas es todo lo que necesitas para saber si te están copiando o no, así que no caigas en la trampa de comprar las versiones pro de las herramientas. Esas son principalmente útiles para empresas que necesitan comprobar la originalidad de un gran volumen de artículos o publicaciones.

Ya sin más, las herramientas son:

Plagiarism Detector.

Duplichecker.

Smallseotools.

Editpad.

Te recomiendo que utilices al menos dos cada vez que quieras revisar si te han hecho plagio o no, ya que puede que una herramienta no detecte lo que otra sí detecterá.

Aviso para los ladrones de historias

Ahora, quizás haya uno que otro abusador por ahí que piense utilizar estas herramientas para el mal; es decir, para cambiar el texto lo suficiente para engañar a un detector de plagio.

Te advierto desde ahora de que eso no funcionará, ya que los cambios que tendrás que hacer serán tan importantes que básicamente tendrás que reescribir el libro. Para eso, ¡mejor ponte a trabajar en algo propio!

Además, estas herramientas son una primera línea de defensa, no es la única con la que cuentan los escritores.

¡Y con eso acabamos! Si este artículo te resultó interesante o tienes alguna duda, ¡asegúrate de dejarla en los comentarios!

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