El orden como elemento narrativo: ¿cuál es su utilidad?
El orden como elemento narrativo: ¿cuál es su utilidad?
Cualquier persona puede ver un mundo destruido y caótico, y entender que es algo indeseable, y esto trae como consecuencia la idea superficial de que el orden es algo absolutamente positivo.
Vamos, a nadie le gusta que su vida sea un desastre donde las cosas se salen de control constantemente. Incluso la persona más bohemia y “carpe diem” del mundo necesita ciertas bases en las que apoyarse, ya sea amistades, una filosofía de vida o, al menos, una aspiración que lo centra.
Sin embargo, el orden como elemento narrativo tiene propósitos mucho más interesantes que simplemente darle al personaje una vida más fácil de sobrellevar y justo de eso hablaremos en este artículo.
Si te llama la atención, ¡no pares de leer!
¿Qué es el orden?
El orden se define como “situación o estado de normalidad o funcionamiento correcto de algo”, algo que nos da a entender que, si tenemos orden, tanto nosotros como todo lo que nos rodea cumple su propósito con éxito.
¡Qué hermoso suena eso! ¿Quién no querría, entonces, que el orden reinara en el mundo? Bueno, el problema es que la realidad es tan compleja que definir con exactitud cuál es el “propósito” de algo no siempre es tan sencillo.
El orden es algo que necesitamos en nuestra vida, especialmente cuando tomamos la responsabilidad de convertirnos en padres y criar a nuestros hijos; es algo crucial para que podamos vivir en sociedad con otras personas. El tema aquí es que los seres humanos no somos computadoras ni sistemas con un propósito claro, sino que parte de nuestro elemento fantástico es que debemos salir al mundo a descubrir quiénes somos y lo que podemos aportar a los demás.
Piensa en ese amigo a quién sus padres lo tenían amarrado con una correa. Tarde o temprano, rompía su cadena y se volvía loco, tratando de aprovechar al máximo su escape para descubrir cosas sobre sí mismo que su entorno cerrado y predecible le impedía.
Esa dualidad le permite al orden tener un gran valor en una historia si estás dispuesto a trabajarla. Por eso mismo es que me gustaría que habláramos a más profundidad sobre ella.
Las dos caras que ofrece
En el contexto narrativo, el orden puede aparecer de dos formas, cada una con su propio valor narrativo y temático. ¡Aquí te las explicaré a fondo!
El orden como tiranía
Aunque no siempre es así, el orden y la tiranía suelen ir de la mano, ya que, por lo general, la tiranía suele producirse en parte por un “exceso de orden” o un “orden forzado”, impuesto por alguien con mucho más poder y autoridad que su víctima.
Este conflicto puede aparecer a gran escala por medio de un conflicto épico contra una facción inmensa, o manejarse de una forma más personal, donde la familia o la pareja se encargan de someter al individuo a una estructura definida e inmutable.
El tema que hay que recordar aquí es que los tiranos que buscan el orden en muchas ocasiones lo consiguen, lo cual debe reflejar que sus motivaciones no son del todo malvadas. Muchas historias (como Star Wars) se saltan esta parte y terminan dándote tiranos aburridos cuyo único propósito es tener poder, y se les olvida que lo interesante es por qué el “poder” es algo que el personaje desea para empezar.
En Injustice, por ejemplo, Superman decide controlar el mundo no porque le encante ser el que manda, sino porque se hartó de ver cómo monstruos como el Joker destruían las vidas de personas inocentes, incluyendo la de su esposa y su hijo no nacido.
Por supuesto, la motivación de Superman no nace de un deseo genuino por el bien del mundo, sino del resentimiento, la tristeza y las ansias de venganza. Es por eso que, por mucho que exista un componente medianamente noble en su búsqueda, esta se encuentre corrompida y su destino no será otro que traer un tipo distinto de miseria al mundo.
Este orden no es más que el robo de la individualidad y la capacidad de decisión del ser humano, algo que invita al caos, es cierto, pero que ignora que este caos puede ser bueno y necesario.
Todos estos componentes deben estar presentes en tu obra si quieres que el orden como tiranía tenga profundidad temática. ¡No lo olvides!
El orden como armonía
Ahora, si volteamos la moneda y observamos su otro rostro, nos daremos cuenta que, en muchas ocasiones, el orden no aparece para robarle al ser humano su libertad, sino para devolvérsela.
El caos exagerado también impide que el ser humano pueda interactuar con la realidad de una forma predecible que le dé peso a sus decisiones. Por ejemplo, si afuera de tu casa estuvieran un montón de bestias salvajes y bandidos como en un RPG, lo más probable es que no pudieras hacer cosas básicas como ir a la farmacia o a la escuela. ¡Seguramente ni siquiera existirían estas instituciones!
El tema del orden es que ayuda al hombre a crear un ambiente armonioso, en el que es capaz de construir y crecer con al menos algo de certeza de que sus aportaciones no serán destruidas de inmediato.
En realidad, lo normal es que el mundo necesite orden porque, como comenté antes, el “propósito correcto” de las cosas (en especial de los seres humanos) es difícil de definir y no siempre le atinamos, lo cual crea caos y complica las cosas más de lo debido.
Es por eso que las historias constantemente trabajan a un héroe que debe sumergirse en el caos, enfrentarlo y restaurar el balance del mundo.
Ahora, aquí entra lo que mencioné antes sobre las características que esta motivación debe tener para no volverse abusiva. Si el héroe busca el orden por un impulso negativo como el resentimiento y la venganza, será propenso a causar más destrucción y tragedia (como en Attack on Titan).
Es decir, enfrentarse al caos no es suficiente, sino que el “cómo” también es crucial. Es por eso que héroes como Batman o Spiderman tienen brújulas morales que forman una parte importantísima de su personaje y le ayudan a perseguir el orden sin corromperse.
¿Listo para darle profundidad?
Espero que todo esto te haya ayudado a entender que el orden puede ser un elemento narrativo bastante complejo e interesante, independientemente de la cara de la moneda que piensas explorar.
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