Las ubicaciones geográficas en tus mundos de fantasía: ¿importan?
¿Qué tan importantes son las ubicaciones geográficas en tus mundos de fantasía?
Hace poco, uno de los lectores del blog me pidió algo muy interesante: que hablara sobre las ubicaciones geográficas en las historias y su importancia.
Por supuesto, no se refería a si una historia tenía lugar en París o Londres, sino a la necesidad (o carencia de ella) de crear y trabajar ubicaciones geográficas únicas para los mundos de fantasía.
Por ejemplo, ¿era necesario que Tolkien le diera tantos detalles a la Tierra Media? ¿Era importante que Michael Ende explorara tanto los sitios que visitaba Atreyu? ¿Por qué George R.R Martin consideró oportuno crear su propio mapa de Westeros?
Bueno, justamente de eso hablaremos en este artículo. ¡No te lo pierdas!
¿A qué me refiero con ubicaciones geográficas?
Las ubicaciones geográficas son los puntos geográficos a gran escala en los que toman lugar los eventos de la trama. Es decir, una casa no es una ubicación geográfica, sino un punto de interés, mientras que la ciudad en la que se encuentra la casa sí es una ubicación geográfica.
La diferencia es importante, porque un punto de interés suele explorarse de manera directa, mientras que una ubicación geográfica se explora de manera indirecta, y para poder hacerlo de manera efectiva necesitas construir su trasfondo, incluso si no piensas incluirlo textualmente en tu obra.
Es decir, cuando tus personajes llegan a un castillo, es normal que lo describas, pero una ciudad no es simplemente su arquitectura, sino sus costumbres, los habitantes que tiene, su historia en el contexto del mundo, etcétera.
Es algo mucho más complejo que solamente se puede explorar de verdad por medio de interacciones con la ubicación geográfica y no por medio del diálogo expositivo.
¿Cuándo te conviene incluirlas?
Las ubicaciones geográficas de un mundo fantástico son siempre convenientes cuando piensas explorar un mundo nuevo y presentárselo a tus lectores.
Este elemento le da varios niveles de realismo al mundo y prácticamente es una necesidad para que tus lectores realmente sientan que existe.
Por supuesto, incluir una ubicación geográfica no es tan sencillo como colocar un nombre raro y ponérselo a una ciudad, sino que tienen que haber diferencias claras entre ese lugar y el resto de los de la historia.
Por ejemplo, es innegable que la Comarca y Rivendel son distintas, no solo porque en una viven hobbits y en la otra elfos, sino porque las costumbres de su gente, la arquitectura y la historia que tienen es diferente.
Incluso, Rivendel y Lothlórien, otra ciudad de elfos, son profundamente distintas entre sí, hasta el punto que prácticamente parecen de especies diferentes.
Esto es porque Tolkien se dio la tarea de entender las características e historia de cada lugar, de forma que cuando el lector descubre una nueva locación, esta se siente fresca y viva, como que es parte de un gigantesco mundo que vale la pena explorar.
¿Qué tan detallado debes ser?
Bueno, realmente esto depende mucho de lo que quieras conseguir. Hay historias con muchas ubicaciones geográficas que las utilizan más que nada como símbolos que apoyan la temática de la historia, tal es el caso de la Historia Interminable y Alicia en el País de las Maravillas.
En esas historias, realmente no necesitas ser demasiado detallado con la historia y trasfondo de la ubicación, sino con los símbolos que transmite.
Sin embargo, si quieres manejar grandes conflictos con muchas facciones opuestas y un entramado político/económico/social, necesitas ser lo más detallado posible con los sitios que creas.
Trabaja aparte una escaleta donde tengas notas sobre las distintas ciudades y locaciones, y define su lugar en el mundo y tiempo en el que toma lugar tu historia.
Eso sí, no cometas el error de caer en la tentación de soltarle todo a tu lector. Solamente deberías compartir directamente aquellas cosas que son relevantes para la historia, de lo contrario crearás una maraña de contenido expositivo que nadie disfrutará.
¡Y eso es todo! Es un tema corto, pero estoy seguro que esta es una duda muy frecuente de los escritores de historias de fantasía.
Si te quedó alguna duda, ¡asegúrate de dejarme un comentario! ¡Los leo y respondo todos!
Hola. Tengo una duda
Ya terminé de escribir mi primera novela, el problema es que para la continuación de su historia se incluyen muchos personajes nuevos, así como toda una gama de lugares y eventos que le dan cierta importancia a estos personajes.
Hablando con alguien me dijo que era algo que no debía hacer por que le quitaría peso e importancia a los protagonistas, pero en cierto modo no quisiera dejar que estos personajes importantes en los que he trabajado queden solo como un elemento más sin mucha importancia
Que sería mejor hacer?
Bueno, aquí hay varias cosas. Para empezar, no tiene nada de malo que incluyas personajes nuevos e intentes hacer cosas con ellos, pero es cierto lo que te dijeron: si no lo haces bien, puedes hacer que la atención se desvíe demasiado de tus protagonistas, lo que puede afectar negativamente la historia.
En este caso, lo que te recomendaría es que esos eventos en los que incluirás personajes secundarios, de alguna forma estén relacionados con los protagonistas, de forma que tenga relevancia para el conflicto central y no actúe solo como algo que sucede en un contexto lejano.
Una serie que hace esto a la perfección es Full Metal Alchemist que, incluso, muchas veces pareciera que la misión de los protagonistas es la más sencilla del relato. Sin embargo, es gracias a la construcción tan desarrollada de los secundarios y la relación que estos tienen con Edward y Alphonse que la historia de estos últimos cobra más y más importancia.
Es un balance delicado y no te puede decir concretamente que opción es mejor. Solo te puedo aconsejar que analices de qué forma el arco de esos personajes secundarios fortalece el arco de tus principales.
¡Y por cierto! ¡Felicidades por tu novela! ^^