¿Cómo evitar que una historia decaiga con el tiempo?
¿Cómo evitar que una historia decaiga con el tiempo?
Algo que ningún fan quiere ver jamás es cómo su saga favorita se termina convirtiendo en algo horrible y mediocre; algo que ha olvidado por completo sus raíces para convertirse en un producto ridículo y mal construido.
Lamentablemente, la realidad es que evitar que una historia decaiga con el tiempo es uno de los retos más grandes que tienen los autores, especialmente cuando su trabajo se vuelve tan grande y popular que las empresas del entretenimiento dejan de ver sus historias por lo que son y las convierten en excusas para conseguir dinero.
Por supuesto, esto no tiene por qué ser la norma y existen varias formas en las que puedes construir sagas larguísimas envejecen como el vino.
Si quieres aprender más al respecto, ¡no pares de leer!
¿Por qué decaen las historias?
La razón por la que es tan complicado evitar que una historia decaiga, es que hay un peligro inherente en dejar las cosas como están o tratar de mejorarlas.
Ambas rutas son extremadamente peligrosas y, por eso, no es de sorprenderse que muchas sagas no den con la fórmula correcta para mantenerse interesantes e impredecibles.
Algunas como Naruto, optan por expandir el alcance de la trama a niveles insospechados y constantemente aumentar la escala de poder de los personajes, mientras que otras como Community procuran reinventarse a punta de creatividad, aprovechando distintos tipos de formatos narrativos y cargarlos de sátira.
Ninguna de estas dos opciones es objetivamente mejor que la otra, pero lo son en el contexto de las series que menciono y eso es lo que debes entender de la tuya: existe algo que tu obra puede hacer para mantener su nivel de calidad, y quizás es algo muy distinto a lo que otros han hecho.
Descubrir eso no es fácil y, muchas veces, no hay segundas oportunidades, por eso debes ser extremadamente cuidadoso y no sobreestimar tu propia inteligencia.
¿Cómo puedo evitar que se desmorone?
Ya sabemos por qué las historias decaen con el tiempo, pero ¿cómo podemos hacer para que no nos suceda?
Como te podrás imaginar, no existen respuestas tajantes ni palabras mágicas que lo logren. Lo único que tenemos a nuestro favor son una serie de buenas prácticas que disminuirán las probabilidades de que tu saga llegue a un punto sin retorno y muera lenta y agonizantemente.
¡Lee y descúbrelas!
Planea con mucho cuidado la progresión de la trama
El mayor enemigo para la longevidad de las historias, es sin duda la improvisación o el concepto de la caja del misterio.
Al contrario de lo que piensan algunos, la trama de una historia no debe nunca tener posibilidades infinitas. Es decir, puede tenerlas desde el punto de vista de la audiencia, pero jamás desde la perspectiva del autor.
Dicho de otra forma, debes procurar que todo lo que colocas en tu obra tenga un propósito que tú ya conoces de antemano.
Si vas a mencionar que uno de tus personajes tiene un secreto oscuro, tú ya debes saber cuál es ese secreto.
Si vas a mostrar rastros de una conspiración, tú ya debes entender a la perfección las motivaciones detrás de la conspiración y quién la está llevando a cabo.
Si estás introduciendo un personaje nuevo, debes conocer cuál será el destino de ese personaje para cuando la historia acabe.
Por supuesto, para conseguir esto debes sentarte a estructurar tu historia y planear con cuidado cada elemento. Tener esta estructura te ayudará a entender con mucha más facilidad cada parte de tu obra y, por lo tanto, entenderás dónde y cómo puedes añadir nuevos conceptos que te permitan continuar expandiéndola.
Si estás planeando una saga larga y no estás estructurando todo lo que sucede, entonces estás exponiéndote al fracaso.
Plantea una premisa que puedes expandir fácilmente
Hay conceptos narrativos que dan más que otros, por eso es que una serie como Lost (donde la premisa, a pesar de ser interesante, da para muy poco) muere pronto y otra como La Ley y el Orden (donde la premisa no es tan especial, pero tiene un alcance increíble) puede durar más de 15 años en televisión.
Es importantísimo que entiendas esto, porque el poder de tu premisa no necesariamente significa que tienes en tus manos una saga longeva, sino que lo que determina su tiempo de vida son las avenidas narrativas que te proporciona.
Curiosamente, es aquí donde las premisas simples resultan ser las más útiles.
Por ejemplo, Supernatural se trata de dos hermanos que cazan monstruos por todo Estados Unidos. Mientras se te ocurran monstruos nuevos y tengas a los hermanos, puedes hacer más de 300 episodios si quieres.
One Piece se trata de un joven que quiere convertirse en el Rey de los Piratas y vivir aventuras. Mientras lo acerques lentamente a su meta y haya aventuras divertidas, puedes durar más de 10 años como el manga más popular de Japón.
Elegir una buena premisa te ayudará facilitará la vida en el futuro como no tienes una idea, así que asegúrate de pensarla con cuidado si quieres construir una saga larga y exitosa.
No tengas miedo a reinventarte
Si hay algo que da miedo cuando das con una fórmula ganadora, es modificarla. Lamentablemente, en el universo del entretenimiento, jamás puedes conformarte con lo que tienes en las manos si quieres una saga que perdure en el tiempo.
Necesitas ser valiente y reinventarte constantemente, incluso cuando parece que todo va bien.
Para lograr esto, es crucial que entiendas a fondo qué es lo que tu audiencia ama de tu setting, de tus personajes, de los conflictos que presentas, del mensaje central de la obra, y encuentres otras formas de explorar cada una de esas cosas.
Así podrás mantener tu esencia a la vez que permites que tu audiencia experimente algo distinto y fresco.
Maneja arcos de personaje complejos
Una de las razones por las que el Señor de los Anillos es una de las mejores trilogías de la historia, es porque todos los arcos de los personajes son satisfactorios una vez que terminan.
Sin embargo, si a Tolkien se le hubiera ocurrido terminar el arco de Frodo, por ejemplo, en el primer libro, entonces el tercero hubiera perdido mucho poder e impacto.
Es decir, si quieres que tu saga se mantenga interesante, necesitas forzosamente que los personajes que estarán en ella de principio a fin vivan arcos tan complejos, que se justifique que lo dividas en múltiples temporadas, libros, películas, etcétera.
Esto significa que debes tener un plan para cada personaje, entenderlos a la perfección, darles fallas complicadas de resolver, potencial para crecer y mucho más.
¡No lo olvides!
Crea muchos villanos interesantes
Si es cierto que los arcos de personaje son importantes, entonces también es cierto que necesitas incluir villanos que actúen como los perfectos catalizadores de conflicto para que esos arcos puedan avanzar.
Por supuesto, un villano interesante y complejo va mucho más allá de ser un simple detonante de conflicto. Es alguien con motivaciones propias, con deseos claros, con un pasado real y una personalidad consistente con su filosofía de vida.
De por sí, es difícil crear esta clase de villanos, pero en una saga es todavía más complicado, porque no necesitas uno, sino varios de ellos y cada uno debe ser mejor que el anterior.
Y me refiero a “mejor” en el sentido narrativo. No es suficiente con que sea más poderoso y malvado, sino que tiene que debe exponer a los héroes a conflictos más complejos y profundos y obligarlos a ir un paso más allá de lo que jamás han llegado.
Préstale mucha atención a estos personajes y evita, en la medida de lo posible, quedarte con un solo villano. Es decir, puedes tener algo así como el boss final a derrotar, pero en el camino deben haber otros antagonistas igual de interesantes y profundos.
Construye un mundo que va más allá de tus protagonistas
A medida que una saga avanza y la fórmula que utilizas se vuelve evidente para tu audiencia, cada vez más y más preguntas empezarán a surgir sobre los protagonistas.
Una de las más comunes sin duda será “¿Cómo es que estos tipos siempre, de una forma u otra, terminan siendo el centro del universo?”. Esto empezará a hacer daño a la suspensión de la incredulidad de la audiencia, y por eso debes asegurarte que el mundo de tu historia va más allá de tus personajes centrales.
Deja que haya secundarios que, en el lore del mundo, sean más importantes, que no puedan tomar todas las decisiones solos, deja que pierdan, que sufran las consecuencias de sus actos y que constantemente quede claro que no tienen lo necesario para cambiar los aspectos más complejos de la realidad.
Tus personajes deben habitar en un mundo, no ser lo que lo hace girar. Esto es crucial para mantener el realismo de la historia y que la audiencia siempre esté inmersa en lo que sucede.
¡Y eso es todo lo que necesitas saber! Con esto, tienes todas las herramientas que necesitas para impedir que tu historia decaiga con el tiempo.
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Esto me sirvió mucho ya que yo planeo hacer una historia relativamente larga, pero me surgió una duda: ¿Cómo puedo manejar varios personajes secundarios sin hacer que mi protagonista pierda relevancia?