¿Cómo identificar los arquetipos de tus personajes?

¿Cómo identificar los arquetipos de tus personajes?

¡Aprende a identificar el arquetipo que representa tu personaje!

Para los lectores más longevos del blog no debe ser ninguna sorpresa que los arquetipos son una parte importantísima de la construcción de historias, y justamente por eso es que es muy importante saber identificar los arquetipos de tus personajes.

En este artículo te quiero hablar un poco sobre el tema para así ayudarte a lograr esta difícil tarea. Si te interesa, ¡no pares de leer!

¿Por qué te interesa identificar los arquetipos de tus personajes?

La cuestión con los arquetipos de personaje es que te permiten entender la estructura fundamental del conflicto y lucha que experimentan los actores de tu relato.

Lo cierto es que es muy difícil (por no decir imposible) que tus personajes no formen parte de un arquetipo narrativo porque, al final del día, si los construiste bien los hiciste humanos, y eso significan que tienen luchas humanas a las que las personas se han enfrentado por milenios.

Esas luchas siguen un patrón que es importante entender para que tus personajes alcancen verdadera profundidad.

Lo interesante de todo esto es que ese patrón no hará que tus personajes sean menos originales, sino que entenderlo será justo lo que te permitirá darles algo propio que los separe del resto.

Después de todo, no creo que existan muchas personas que digan que personajes como Moana, Luke Skywalker, Harry Potter o Naruto son lo mismo a pesar de que todos forman parte del mismo arquetipo.

Eso se debe a que los creadores supieron sacarle provecho a la estructura arquetípica y adaptarla a las particularidades de su personaje y la visión artística que tenían para la obra.

Si logras identificar los arquetipos de tus personajes más importantes, ¡tú también podrás darles la misma idiosincrasia!

¿Cómo puedes hacerlo?

Bueno, espero que sea bastante obvio que el primer paso para identificar arquetipos es, bueno, aprendiendo más sobre qué es un arquetipo en sí y sobre los distintos tipos que existen.

El elegido, el pecador redimido, el héroe trágico, etcétera, todos estos arquetipos son estructuras narrativas que necesitas comprender para poder saber si existen en tu obra para empezar.

Quizás sientas que eso es un trabajo que nunca acabará y la cuestión es que TIENES TODA LA RAZÓN. Es por eso que la labor de un escritor nunca termina y siempre existe un inmenso margen de mejora.

Ahora, teniendo en cuenta que jamás podrás dominar TODOS los arquetipos que existen (especialmente porque algunos ni siquiera tienen nombre), sí puedes seguir tres consejos que te ayudarán a acercarte al arquetipo correcto y darle una identidad que te permita trabajarlo con profundidad. ¡Aquí te los comparto!

Identifica las fallas

Uno de los primeros elementos que debes analizar a la hora de identificar un arquetipo son las fallas que amenazan con destruir a tu personaje.

¿Es una persona ambiciosa y obsesiva? ¿Es un hombre atormentado por las acciones terribles que ha cometido hasta el punto que se odia a sí mismo? ¿Es una mujer que valora la belleza superficial por encima de todas las cosas?

Entender las fallas de tu personaje ya te va a dar pistas sobre el arquetipo en el que cae tu personaje. ¡Por eso debes identificarlas lo antes posible!

Identifica la motivación

Después de las fallas, lo siguiente es la motivación que persigue tu personaje. ¿Por qué? Bueno, porque la forma en la que el actor de tu historia busca solucionar sus problemas también marca la clase de arquetipo al que pertenece.

¿Cree que sus ansias de tesoro serán satisfechas cuando logre hallar la perla más hermosa del océano? ¿Piensa que la única forma de limpiar sus pecados es ayudando a las personas y negándose a pecar? ¿Piensa que, si logra enamorar al emperador de su reino, habrá demostrado que no hay nadie mejor ni más bella que ella?

Estas particularidades son justamente la base que les permite formar parte de un arquetipo porque hacen que la falla forme parte de una progresión atada a la existencia humana.

Como el personaje sufre de “A” hace “B”, y eso le lleva a “C”. Esa estructura es la base de los arquetipos y es el esqueleto sobre el que construirás tu narrativa.

Identifica similitudes en relación con otras historias

Ahora que las fallas y la motivación te dieron una idea básica de quién es tu personaje, lo siguiente que debes hacer es determinar qué otras historias tienen elementos parecidos y extraer un patrón de esas obras, tanto de las que consideras que lo manejaron bien como de las que lo hicieron mal.

De esa forma, aunque no sepas qué nombre tiene el arquetipo, serás capaz de descifrar la estructura básica y entenderás cuáles son las características que tu historia debe tener para explorar la idea con toda la profundidad posible.

Esto no significa que debas hacer un trabajo tan exhaustivo como el que hizo Joseph Campbell al identificar el arquetipo del viaje del héroe, pero sí significa que por lo menos debes ser capaz de reconocer los elementos centrales que rodean el arquetipo de tu personaje.

Ya los identifiqué, ¿ahora qué?

Ahora que tienes los arquetipos de tus personajes, es hora de que permitas que los personajes sigan la estructura A SU MANERA. Es decir, si el personaje es tímido, deja que sea tímido. Si es impulsivo, entonces que sufra por eso. Si es inteligente, entonces que la historia lo refleje.

Estas particularidades permitirán que los arquetipos se enriquezcan y tus personajes se vuelvan únicos e irrepetibles, permitiéndoles tener tanto consistencia narrativa como el elemento fantástico que tú tienes como autor.

¡Y con eso acabamos! Espero que el contenido no haya resultado complejo o confuso. Si fue así o no, ¡asegúrate de compartirme tu opinión en los comentarios!

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