¿Cómo iniciar una historia?

¿Cómo iniciar una historia?

¿Cómo iniciar una historia?

En la construcción de historias, pocas cosas (por no decir ninguna) importan tanto como la primera impresión, y por es que saber cómo iniciar una historia es crucial para tener éxito y que tus lectores se sientan tentados a llegar hasta el final.

Al contrario de lo que pueden pensar algunos, tampoco es tan sencillo como meter mucha acción o un inicio polémico. Si fuera así, todas las historias que nos llegan tendrían esos elementos.

No. Para bien o para mal, la realidad es que hay mucha complejidad en este proceso y es importante que lo sepas y entiendas a la perfección para pulir tu obra.

Si quieres aprender más al respecto, ¡sigue leyendo!

¿Qué conforma realmente el inicio de una historia?

En el cine y los cursos de guión, es muy normal que te digan que el inicio de una historia es la primera escena, y aunque es muy cierto que este punto es importante, realmente sería engañoso considerar que esto es todo lo que involucra el inicio de una obra o, todavía peor, cualquier tipo de formato.

Por ejemplo, en una serie, el inicio no es la primera escena del primer capítulo, sino el primer capítulo en sí mismo. En el caso de una película, es el primer acto. En cuanto a un libro, son las primeras 50 páginas. Un videojuego, la primera hora de juego.

Esto es crucial, porque si te concentras solo en la primera escena, es muy probable que termines creando algo muy llamativo que tiene poca sustancia (como el inicio de The Force Awakens) y, al mismo tiempo, no saber que necesitas capturar a tus lectores rápidamente hará que construyas una historia con una estructura mal hecha que no tiene más fuerza que su premisa.

Quizás en este punto te preguntes: “Pero, JEFS, yo he visto historias que no me atraparon en el primer capítulo o escena y terminé amando después, ¿eso no rompe tu teoría?”.

No realmente, porque no estoy pretendiendo que la introducción lo es todo en la construcción de historias. Existen libros increíblemente exitosos y muy bien escritos con inicios lentos (como Los Miserables o Perelandra), pero esto es más una demostración de lo poderosas que eran sus premisas y la capacidad narrativa de los autores que los escribieron.

 Es decir, una obra de mucha calidad puede reponerse a un inicio poco atrapante, pero con lo competitivo que es el mercado de letras moderno, lo mejor es que procures fortalecer tu historia lo más que puedas y que ninguna parte flaquee si puedes evitarlo.

Recuerda que en la escritura no hay nada marcado en fuego, sino buenas prácticas que te ayudarán a encontrar el camino correcto a seguir.

Si tu estilo demanda introducciones lentas y expositivas, se vale que lo respetes.

¿Qué debe representar la introducción?

Bueno, suponiendo que realmente quieres crear una introducción poderosa y atrapante, lo primero que debes entender es aquello que debe estar presente en ella sí o sí.

Si bien está claro que la introducción es forzosamente la puerta que nos permite ingresar a la premisa, esto no es lo único que debemos trabajar en este punto de la novela.

Específicamente, para iniciar una historia de la mejor manera, el comienzo debe establecer cuatro elementos fundamentales:

Tono de la historia

¿Es una historia oscura? ¿Una historia con tonos humorísticos? ¿Es ridícula? ¿Exagerada? ¿Aterrizada? ¿Qué debo esperar de ella?

La temática y el arco del protagonista

Si bien es muy obvio que nadie será capaz de captar estos símbolos la primera vez que vean la historia, necesitas que desde el inicio empieces a colocar las piezas claves para que la obra cierre de la mejor manera.

Es por esto que John Truby dice que si empiezas una historia saltándote la debilidad del personaje principal, terminarás por hacer un pacto con el diablo, porque no lograrás que la trama se sienta como un todo cohesivo y bien construido.

Contexto del mundo

Al igual que en el punto anterior, no es necesario que des TODO el contexto ni que tu audiencia lo entienda a la perfección, pero necesitas que entienda su parte más básica.

¿Es un mundo en guerra? ¿Una escuela de magia secreta? ¿Un mundo mágico dentro de un ropero? Esto es clave para que tu audiencia se meta rápido en la historia, porque si no entiende al menos la parte más superficial de tu mundo, no puede formar parte de él.

Urgencia

Si leíste mi artículo sobre la urgencia narrativa, entonces sabes muy bien que este es un elemento clave para que tu audiencia sienta ganas urgentes de continuar leyendo. Asegúrate de que aparezca en el inicio, y tendrás una introducción efectiva.

No dejes que falte ninguno de estos elementos. ¡Cada uno es vital!

¿Qué tan rápido debes presentar el conflicto central?

Esta es una duda que seguramente les brinca a muchísimos escritores y no es para menos, porque la respuesta puede ser muy variada dependiendo de la clase de historia que tengas.

Por ejemplo, si estás escribiendo un drama, es muy importante que el conflicto central nazca paulatinamente a medida que presentas a los personajes y quiénes son (como en Crimen y Castigo), o si estás escribiendo una serie, probablemente quieras que el conflicto central constantemente evolucione para que la historia no se detenga (como One Piece).

Aquí la regla de oro es:

Introduce el conflicto central lo más rápido que puedas, siempre y cuando ya tengas los elementos necesarios para que tenga sentido.

Sé que es bastante vago este consejo, pero es que hay tantas variables que cambian tanto de género a género y de historia a historia que no te podría dar algo más certero sin que eso te encierre en una caja que quizás no es para ti.

Por eso necesitas entender bien tu historia, el género que estás trabajando y lo que quieres conseguir de ella. ¡Con esto te puede ayudar mucho seguir la estructura narrativa de John Truby y leer los artículos de este blog!

¿Qué debe quedar claro después de la introducción?

Una vez que la introducción pase, lo más importante es que la dinámica de tu historia se entienda, de forma tal que la audiencia pueda decidir si vale la pena darle su tiempo o no.

Está claro que por muy buena que sea tu obra, habrá gente que no hará clic con ella y eso está bien. El punto de una buena introducción es que no pierdas a aquellos lectores que, si hubieran avanzado un poco más, se habrían convertido en verdaderos fans.

Transmíteles la esencia y el alma de tu obra, y con eso lograrás engancharlos. Haz que eso quede claro, y serás un experto en el arte de iniciar una historia.

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