¡Descubre los 7 pasos clave de la estructura narrativa y su importancia!

Si existe un libro que todo escritor debe leer, ese es Anatomía del Guión, escrito por John Truby. Si bien es cierto que muchos de sus consejos aplican principalmente para guiones de películas y series, hay ciertas cosas que son universales y que todo novato debe aprender. Tal es el caso de los 7 pasos clave de la estructura narrativa.

Por eso, me gustaría que habláramos de este tema en este artículo. Si te llama la atención, ¡sigue leyendo!

1. Debilidad y necesidad

La debilidad es el área de mejora del protagonista de la historia. Esto es vital porque es lo que da la oportunidad de que siquiera exista un arco de personaje. Esta falla debe ser tan grave que puede “arruinarle la vida” a nuestro héroe si este no la corrige a tiempo.

En el caso de la necesidad, hablamos de aquello que el protagonista debe lograr internamente para crecer como persona o cambiar para bien.

La razón por la que estos dos elementos van de la mano, es porque tienden a ser la parte clave del inicio del arco de personaje del protagonista el cual, sin lugar a dudas, debe ser el arco más importante e interesante de la historia.

Por ejemplo, en la historia Un Cuento antes de Navidad, escrito por nuestro queridísimo Charles Dickens, quedan clarísimos estos elementos desde el inicio del relato:

Debilidad: Scrooge es un hombre avaro, que valora más el dinero y las posesiones materiales que a sus semejantes.

Necesidad: Scrooge debe dejar a un lado su amor por lo material y descubrir que la verdadera riqueza está en darse a los demás.

Toda buena historia debe tener estos elementos presentes. Si el protagonista no tiene fallas claras y graves, como es el caso de una Mary Sue, no habrá espacio para que tenga un arco de personaje significativo y poderoso.

2. Deseo

Como te podrás imaginar, cuando hablamos de deseo, nos referimos a la meta de nuestro protagonista, aquello que quiere conseguir con todas sus fuerzas. Como dice Truby, “el deseo debe estar estrechamente relacionado con la necesidad”, ya que el objetivo que busca nuestro héroe debe ser también aquello que lo llevará a solucionar su necesidad.

Un buen ejemplo de esto lo podemos encontrar en la película Real Steel con Hugh Jackman:

Necesidad: dejar de ser un egoísta y aprender a relacionarse con su hijo para formar parte de una familia.

Deseo: ganar dinero con el boxeo para pagar sus deudas y empezar de cero.

Si te fijas, la diferencia entre una cosa y la otra es que la necesidad está relacionada con un cambio interno del protagonista; es algo mucho más sutil que se esconde “debajo de la superficie. El deseo, por su parte, es un objetivo que se encuentra fuera del protagonista; algo que es más fácil de distinguir.

Este elemento es importantísimo porque es lo que le da un norte a la trama, es lo que permite que la audiencia se ponga al lado del protagonista y lo siga a donde vaya, con la esperanza de ver si cumple o no su meta.

Cabe destacar, que John Truby nos advierte en su libro sobre el peligro de saltarse la debilidad-necesidad y pasar directamente al deseo. Si bien esto puede acelerar la trama y enganchar a la audiencia, lo cierto es que el escritor está condenando la historia al fracaso, porque anulará la posibilidad de un ajuste de cuentas y ya no será posible que el protagonista culmine su arco de personaje (o que siquiera tenga uno).

¡Es por eso que nunca debes saltarte el primer paso, por muy tentador que sea!

3. Adversario

Probablemente, uno de los puntos más interesantes del libro de John Truby, es la forma en la que rompe muchos paradigmas con respecto al adversario.

Como él nos explica, un adversario, o antagonista, no es alguien malo, necesariamente, sino que es una fuerza que, además de querer evitar que el protagonista consiga su deseo, también es alguien que lucha por el mismo objetivo.

Este punto es importantísimo porque, si no está presente, tanto el héroe como el antagonista podrán obtener sus respectivos deseos sin enfrentarse, lo cual de por sí hará que su conflicto no sea tan interesante o significativo desde el punto de vista narrativo.

Por supuesto, quizás en este punto estarás un poco confundido, porque hay muchas buenas historias que, de entrada, no parecen albergar esta regla, pero si te da esa impresión, lo más probable es que no estás pensando en el eje central de la historia, la razón por la que de verdad están luchando estos oponentes.

El mejor ejemplo que se me ocurre ahora es la lucha entre el Guasón y Batman en The Dark Knight:

Deseo del adversario y del protagonista: ganar el “alma de Gotham”.

Como nota aparte, es importante que el escritor no cometa el error de crear una historia con la intención de que el protagonista sea “su propio adversario”, eso está más relacionado con la debilidad del protagonista. El punto de un adversario siempre debe ser llevar al héroe hasta sus límites para que tenga una razón para crecer.

De hecho, es por esta razón que en las historias románticas, la misma pareja debe actuar como una especie de adversario, alguien que rete al protagonista y lo obligue a mejorar como persona.

4. Plan

Como su nombre lo sugiere, el plan simplemente se refiere a las directrices o estrategias que llevará a cabo el protagonista para vencer a su adversario. El plan debe estar relacionado con el deseo y con el adversario, de forma tal que vencer al antagonista también permita que nuestro héroe alcance su objetivo.

Eso sí, fíjate que estamos hablando de algo que “hace el protagonista”, no es simplemente una respuesta a las acciones del adversario.

Un buen protagonista debe ser alguien activo en la historia, no simplemente una fuerza que reacciona a eventos a su alrededor.

5. Lucha

El enfrentamiento clave entre el adversario y el protagonista, el momento en el que, ya sea por medio de la fuerza o el intelecto, estos personajes se oponen con la intención de cumplir sus objetivos.

Podrías pensar que este elemento se reduce simplemente al clímax de la historia, pero algo muy interesante es que Truby sugiere que cada escena de la obra esté compuesta, en menor medida, con cada una de estas claves.

Por lo tanto, la lucha puede (y debe) tener lugar varias veces a lo largo de la historia, de forma tal que se construya orgánicamente el desenlace final del conflicto entre el protagonista y su adversario.

6. Autorrevelación

La importancia de la lucha, recae justamente en que le da pie a la autorrevelación del protagonista. La batalla debe ser tan dura y difícil, que el héroe se vea forzado a descubrir algo nuevo sobre sí mismo.

“La calidad de la historia”, dice Truby, “dependerá en gran medida de la fuerza de esta autorrevelación.

Es en este punto cuando nuestro personaje puede verse a sí mismo tal cual es, es el punto en el que su debilidad y necesidad se vuelve aparente frente a él, y se produce un cambio psicológico en su persona.

Un ejemplo sería en Las Crónicas de Narnia cuando Aslan muere:

Autorrevelación: Edmundo se da cuenta de que ha actuado de manera irresponsable, cínica y maliciosa, y que sus hermanos no son los malos de la historia como él pensaba.

Se podría decir que este elemento es el punto final del arco de nuestro personaje, aquel momento en el que cambia su persona y se convierte en alguien mejor (o peor).

7. Nuevo equilibrio

Es en este punto cuando la trama alcanza un nuevo punto de equilibro. Las cosas han vuelto a la normalidad, pero el protagonista es una persona distinta gracias a lo que ha vivido.

Cabe destacar que este equilibro no tiene que ser necesariamente positivo, ya que es posible que el personaje tenga una autorrevelación positiva, como en el caso de Scrooge, o una negativa, como en el caso de Edipo.

La cuestión es que los eventos de la historia debieron haber tenido algún tipo de consecuencia, algo que le dé significado a los sufrimientos de los personajes y las acciones, buenas o malas, que realizaron.

¡Y listo! Estas son las 7 claves de la estructura narrativa según nuestro amigo John Truby. Si quieres verlas con más detalle, ¡te recomiendo que compres su libro!

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