Arcos de personaje: qué son, cuál es su importancia y cómo se construyen

El reto más grande que tiene todo escritor, es desarrollar un arco de personaje que realmente haga que su historia sea memorable.

Si eres el tipo de persona que disfruta mucho consumir historias, entonces ya sabes que lo más importante siempre son los personajes. Una premisa “aburrida” puede convertirse en una experiencia inigualable si tiene personajes fuertes (como Diario de una Pasión) y una idea cargada de acción puede arruinarse por completo si sus personajes son huecos y poco reales (como con Captain Marvel).

Por supuesto, lo que hace que los personajes sean fuertes o no es el arco que viven a lo largo de la historia. Por eso, en este artículo me gustaría enfocarme en cómo construir un viaje que el lector viva al lado de ellos (tanto el protagonista, como del villano y los personajes secundarios) y nunca olvide.

¡Empecemos!

¿Qué es?

Primero que nada, definamos lo que es un “arco de personaje”.

En pocas palabras, con este término nos referimos a la evolución interna del personaje a lo largo de la historia. No lo confundas con la trama, puesto que son elementos muy distintos.

La trama es simplemente la consecución de eventos de la historia, es la transición de “A lleva a B, y B lleva a C”. El arco de personaje es algo un poco más sutil, algo que está más relacionado con los aprendizajes y cambios internos que el personaje experimenta como consecuencia de la trama.

Por ejemplo, Edmundo de las Crónicas de Narnia, experimenta un arco muy profundo en su personaje, que lo obliga a darse cuenta de lo nefasto que es su comportamiento y, eventualmente, lo ayuda a convertirse en una mejor persona.

El “Edmundo del inicio” es muy distinto al “Edmundo del final”, y esa transformación es lo que llamamos “arco de personaje”.

Elementos que lo construyen

Ahora que todo quedó clarísimo, es hora de que hablemos sobre los elementos que construyen un buen arco de personaje. ¡Empecemos!

El fallo crucial

Si ya leíste mi artículo sobre las Mary Sue/Gary Stu, ya sabes que los protagonistas perfectos son terribles si lo que buscas es que tu historia sea memorable y poderosa.

Nadie en este mundo es perfecto y, a menos que hablemos de un narcisista sin remedio, casi todos somos capaces de ver con más facilidad nuestros defectos que nuestras virtudes.

Es por eso que a nadie le gusta alguien que no tiene defectos horribles que le impiden lograr sus objetivos: nos es imposible creer que alguien así exista.

Es decir, creemos en que hay gente competente, pero no gente infalible, carismática, atractiva, fuerte, inteligente y adorada por todos (como Rey de Star Wars, por ejemplo).

Además, es terrible para el arco de un personaje que este no tenga una falla crucial en su personalidad, porque entonces no hay forma de que pueda crecer.

De hecho, mientras más grave sea la falla interna que tiene al comienzo de la historia, más clara y poderosa será su transformación final. Es por eso que en muchas historias, el protagonista empieza siendo alguien increíblemente pedante e inmaduro: para que el contraste al final sea memorable.

Eso sí, no cometas el error de darle un fallo que no tendrá relevancia en la trama. Algo así como que es una persona grosera, pero nunca sufre de manera significativa por eso. Su fallo debe provocar que cometa errores y se hunda. Mientras más bajo caiga, ¡más satisfactoria se sentirá su victoria (o más trágica su derrota).

Nota: existe una pequeña excepción a esto, que serían los personajes de sagas largas en las que los conflictos tienden a no girar en torno al protagonista, sino a secundarios, incluso si es el personaje principal quien finalmente los resuelve. Este sería el caso de series como One Piece o Dragonball, donde Luffy y Goku suelen ser los que AYUDAN a otros personajes a superar sus fallas, actuando como catalizador o inspiración para ellos. Dicho esto, esta estructura tiene sus problemas y debe manejarse con mucho cuidado.

La meta

Una de las primeras cosas que te ayudarán a darle estructura a tu arco de personaje, es darle al personaje una motivación, algo que alcanzar.

Esto puede ser algo como “destruir un anillo en el Monte del Destino”, “convertirse en Hokage”, “vengarse de su padre”, etcétera. Este elemento no solo te ayudará a que la audiencia se haga una idea de lo que representa tu personaje, sino que también te permitirá ligar el conflicto de la historia con la trama central (algo mucho más complicado de lograr de lo que parece).

Por supuesto, esto sigue siendo verdad cuando creas el arco de los personajes secundarios. Recuerda que los más importantes también deberían tener, aunque sea, un mini arco que te ayude a reforzar la temática de la historia y explorar a tu protagonista de distintas maneras.

Eso sí, el arco de los secundarios debe tener un balance muy particular: debe existir aparte del protagonista, pero tener relevancia en la trama; y debe ser interesante, pero no más que el de tu personaje principal.

La meta te ayudará a encontrar este balance porque así podrás relacionar los objetivos de los secundarios con los del principal, y explorar de manera más sencilla sus diferencias.

Por ejemplo, en el Señor de los Anillos, la trama central es “Derrotar a Sauron y salvar a la Tierra Media”, pero las metas de los personajes son muy distintas:

• Frodo busca destruir el anillo;
• Sam quiere ayudar a Frodo y cumplir la promesa que le hizo a Gandalf;
• Gandalf quiere guiar a todos al camino correcto;
• Aragorn quiere convertirse en alguien digno de ser rey.

Cada quien tiene sus propias metas y, por eso, se sienten como personas reales, porque no son satélites que giran en torno a un solo personaje, sino que son autónomos y tienen sus propias opiniones y motivaciones.

Cabe destacar que, curiosamente, la meta que se plantea tu protagonista no tiene por qué ser la que obtendrá al final. Es decir, a lo mejor tu personaje quiere convertirse en el abogado más prestigioso de la ciudad, pero en realidad lo que necesita es aprender a ser más generoso y amable con su prójimo.

A su vez, el personaje puede fallar al final de la historia y tener que enfrentarse a las consecuencias de esta equivocación (algo que de hecho sucede a la perfección con el arco de la mayoría de los Vengadores en Avengers: Infinity War).

La meta es solo una brújula para llevar la trama, no es algo escrito en piedra.

El antagonista

No creo que haya un solo fan de las historias fantásticas (y de cualquier tipo, realmente) que no adore un buen villano.

Si bien es cierto que un villano puede ser muy efectivo sin tener un arco en la historia (como es el caso del Joker en Batman: The Dark Knight) sí debe tener un rol crucial en el arco del protagonista.

La forma más efectiva de hacer esto es haciendo que tenga una meta similar a la que tiene el personaje principal y su propia forma de interpretar el mundo.

Por ejemplo, volviendo a la película de Batman, el Joker está luchando por lo mismo que el héroe: el alma de Ciudad Gótica. A lo largo de la película, el arco de Batman constantemente hace que se enfrente a la realidad y pone a prueba su ideología de vida de que cualquier persona, por mala que parezca, puede ser redimida.

Este combate, además de ser entretenido desde el punto de vista externo, es genuinamente poderoso cuando lo analizas de manera filosófica y psicológica.

Ahora, algo que, en lo personal, le critico un poco a este antagonista, es que es demasiado interesante y poderoso, hasta el punto que disminuye el poder que el protagonista tiene en la historia.

Esto es una crítica muy subjetiva, desde luego (y lo cierto es que amo esta película como no tienes idea), pero esto hace que el arco de Batman pierda peso y no sea tan memorable. ¡Es por algo que casi todos hablan del Joker y nunca del protagonista cuando se refieren a esta película!

La autorrevelación

Esto se podría definir como el punto clave de la historia: el momento en el que el personaje se da cuenta de su fallo crucial y decide convertirse en una mejor versión de sí mismo.

Ya sabes, me refiero a cuando el protagonista se da cuenta de que el dinero no es lo más importante, que es más feliz cuando se preocupa por otros, cuando una mentira provoca consecuencias inesperadas y terribles.

Esa autorrevelación es lo que hace que el personaje esté listo para enfrentarse al villano y superar sus obstáculos, es lo que lo pone a la altura de la situación y le permite salir victorioso.

Bueno, también puede ser el momento en el que decide volverse malvado y abandonar su predisposición original, como sucede en El Padrino, por ejemplo.

El punto es que aquí el personaje tiene que aprender algo que le motive a cambiar, a crecer. Mientras más poderoso sea este elemento, mejor será el arco que experimenta.

El cambio

Por supuesto, de nada sirve una gran autorrevelación si esta no produce un cambio real en el personaje. Una de las cosas que me desespera de Sierra Burges is a Loser es que su autorrevelación no la hace cambiar para nada. Al final de la historia sigue siendo la misma perdedora autocompasiva y patética. En pocas palabras, no creció en lo absoluto.

Si es cierto que el arco que vivió tu personaje fue significativo y poderoso, entonces él o ella tiene que demostrarlo, tiene que haber un cambio real en su persona, no solamente una diferencia en su humor.

Es como en Real Steel cuando el personaje de Hugh Jackman, Charlie Kenton, ha cambiado tanto su forma de ser y ver el mundo que fácilmente podrías decir que es otra persona totalmente distinta.

Sin embargo, no deja de ser creíble porque su arco fue desarrollado a la perfección y la trama generó momentos clave que gradualmente fueron evolucionando su personaje.

Si no está este elemento, entonces todo lo que intentó lograr el arco fue arrojado a la basura.

10 ejemplos de grandes arcos de personaje

Y bueno, no hay nada mejor que ejemplos prácticos para que el concepto de los arcos de personaje quede impreso en tu mente de la manera correcta.

Por eso, ¡deja que te comparta 10 arcos de personaje increíblemente bien desarrollados!

Nota: trataré de solo incluir arcos de historias muy populares, pero quiero que conste que si quieres ver los mejores arcos que existen, tienes que leer clásicos de la literatura. El Conde de Montecristo, Los Miserables y Crimen y Castigo son perfectos para empezar.

1. Neo – Matrix

Una de las razones por las que la mayoría de las personas consideran que la primera película de la saga de Matrix es la mejor, es sin duda porque es la que tiene el arco más dramático e interesante de la trilogía.

Aunque es cierto que la evolución de Neo continúa en las secuelas, el salto más grande se da en la primera, donde Neo pasa de ser un hombre cansado, desinteresado y ordinario, a alguien valiente, heroico y fuerte.

Uno de los aspectos más memorables del arco de Neo, es que, aunque se apega muchísimo a la clásica historia de “el elegido”, la trama consigue moverse de acuerdo a las decisiones de los personajes.

La decisión de Morpheus y el amor de Trinity le abren el camino a Neo, pero al final es él mismo quien, al aceptar su destino, consigue la fuerza para destruir al agente Smith.

Es un gran arco que sin duda se convirtió en la base del éxito de este clásico de ciencia ficción.

2. Bilbo – El Hobbit

Siempre que hago esta clase de artículos, tengo que hacer todo lo posible para no colocar cientos de referencias al trabajo de Tolkien. Hay muchos personajes con arcos memorables y bien construidos en las obras de este legendario autor, pero si tuviera que elegir uno por encima de todos los demás, sin duda sería el de Bilbo en El Hobbit.

Al contrario de lo que pensarán aquellos que solo vieron las películas, este libro no es una réplica de El Señor de los Anillos ni intenta en lo más mínimo serlo (de hecho, fue escrito mucho antes).

También es una aventura épica, de eso no hay duda, pero su tono es radicalmente distinto, y las temáticas se manejan de una manera más personal, a pesar de que también suceden grandes eventos con consecuencias cataclísmicas que afectan la Tierra Media de una manera drástica.

Como el nombre del libro lo sugiere, El Hobbit es la historia de Bilbo, un hobbit panzoncito, acostumbrado a las comodidades de la vida, al que se le presenta la oportunidad de salir de su zona de confort y partir en busca de la aventura.

A lo largo de las subidas y bajadas, las ocurrencias y los desbarajustes, Bilbo pasa de ser un ser hogareño y malcriado, a alguien valeroso, sabio y virtuoso.

La diferencia entre el Bilbo del inicio y el Bilbo el final es del cielo a la tierra, y aun así su transformación es completamente orgánica y creíble.

3. Bastian Baltasar Bux – La Historia Interminable

La Historia Interminable es un libro con varios personajes espectaculares, y muy fácilmente pude haber incluido en esta lista a Atreyu, pero creo que si has leído el libro estarás de acuerdo conmigo en que el arco que realmente le añade profundidad al libro, es sin duda el de Baltasar.

Obviamente, aquí también vemos a nuestro protagonista pasar de ser alguien débil y patético, a alguien valeroso y bueno, pero lo interesante es cómo lo hace.

A diferencia de otras historias, la evolución de Baltasar es trabajada por medio de símbolos narrativos, y por una gran parte de la obra, sus victorias en realidad no son otra cosa que derrotas disfrazadas.

Lo común es que un personaje aprenda de sus errores, pero es bastante llamativo cuando esos errores, de entrada, ofrecen exactamente los resultados que espera, pero le quitan algo que ni siquiera él mismo entiende completamente: su identidad.

Es por medio de ese redescubrimiento que Baltasar es capaz de crecer como persona y volver con su padre. Es una historia hermosa y genuinamente especial. Si no la has leído, ¿qué esperas?

4. Po – Kung-Fu Panda

Kung-Fu Panda es una de esas raras historias que te demuestra que las historias para niños son tan capaces de crear grandes arcos de personaje, como las producciones más maduras de Hollywood.

Si bien esta es la típica historia del hombre que debe descubrir su valor y dignidad, el arco de Po está tan lleno de detalles sutiles que es casi imposible no sentirse atraído por el conflicto que vive este adorable panda.

Por supuesto, el carisma y la humilidad de Po lo hacen atractivo de inmediato, pero es justamente la dinámica tan interesante que desarrolla con Shifu (el viejo sabio) lo que hace que su drama se sienta especial y único.

Usualmente, el viejo sabio quiere entrenar al elegido y ayudarlo. De hecho, incluso en historias donde el mentor se opone al inicio, este dilema suele resolverse rápidamente, como con Philoptetes en Hércules.

En esta película, sin embargo, Shifu no solo se opone, sino que está activamente buscando que Po se rinda. De por sí, el trabajo del elegido es complicado, pero cuando absolutamente nadie cree que podrás conseguirlo, ni siquiera tú mismo, se requiere de verdad un protagonista con características muy especiales para que la narrativa funcione.

La fórmula con Po funcionó a la perfección y no era nada fácil lograrlo. ¡Por eso está en esta lista!

5. Mulan – Mulan

Hoy en día, hay un enfoque muy grande en crear personajes femeninos que inspiren a las niñas y les hagan creer que pueden alcanzar grandes cosas.

Si bien eso no tiene nada de malo en sí, muchas veces esta idea parte de la premisa de que solo puedes inspirar a una mujer con otra mujer.

Gracias a Dios, los creadores de Mulan no siguieron esa lógica, sino que se enfocaron en construir un personaje tan bueno que inspira a hombres y mujeres por igual.

Mulan vive uno de los arcos más especiales y mejor desarrollados de los clásicos de Disney que, si bien tiene connotaciones directamente relacionadas con el sexo del personaje, son manejados de una forma tan honesta y sutil, que cualquiera puede entender la lucha de Mulan y simpatizar con ella.

Para empezar, el arco de Mulan no tiene nada que ver con revelarse ante los roles de género que están fuertemente arraigados en su sociedad. Al contrario, el problema inicial de Mulan es que lo que ella quisiera es que esos roles aplicaran con ella, pero por más que lo intenta no puede.

Cuando ella se hace pasar por hombre, no es por algo tan vago y abstracto como “mandar un mensaje a la sociedad”, sino que lo hace para salvar a su papá, algo con lo que todos nos podemos identificar.

Ella no se siente inferior a los hombres, pero sabe que hay diferencias claras y que tiene que solventarlas para tener éxito.

Lo genial de su arco es que Mulan, casi sin querer, descubre su verdadero lugar en el mundo, un sitio donde sus debilidades (rudeza, tosquedad y falta de características tradicionalmente femeninas como la pulcritud y los modales finos) terminan siendo ventajas junto con sus otras cualidades (creatividad, inteligencia, valentía, etcétera).

Al final de la historia, cuando Mulan pasa de ser una niña despeinada, inmadura y torpe, a una mujer valiente, honrada, con confianza en sí misma y la salvadora de China, todo tiene perfecto sentido y sientes que se ganó cada gota de su éxito.  

6. Walter White – Breaking Bad

Obviamente, no podemos tener una lista de arcos sin incluir las peripecias y dolores de un héroe trágico. Por suerte, contamos con un ejemplo relativamente reciente que se merece toda la fama que le llegó: Walter White.

Hay muchas cosas que hacen que Breaking Bad sea un clásico entre los dramas televisivos: excelentes diálogos, dirección cinematográfica impecable, capítulos interesantes e innovadores, y mucho más. Sin embargo, por lo menos para mí, lo que se lleva el premio es sin duda el arco del protagonista.

No es muy común que una serie intente llevar a cabo un arco de héroe trágico y hay una razón muy marcada para eso: es genuinamente difícil mantenerlo interesante a lo largo de varios capítulos.

Los escritores de Breaking Bad, conscientes de este problema, lo que hicieron fue construir este arco de una manera progresiva y gradual al detalle, lo cual quedó perfecto con el tono realista y opresivo de la serie.

Además, esa decisión también consiguió que el arco de Walter tuviera muchísimo tiempo para crecer, llenarse de sutilezas y símbolos narrativos, y convertirse en algo tan complejo e idiosincrásico que es casi imposible explicar por qué resultó tan refrescante y original.

Si nos vamos a la fórmula típica de los arcos de héroes trágicos, no hay nada nuevo, pero es la ejecución lo que es especial y revolucionario.

7. Edmundo – Las Crónicas de Narnia

Las Crónicas de Narnia es una saga muy especial que debes leer sin lugar a dudas, y el arco de Edmundo es un perfecto ejemplo de por qué.

Es normal que veamos adultos cometer errores terribles con consecuencias espeluznantes, pero… cuando ese error lo comete un niño… tenemos en nuestras manos un arco genuinamente inolvidable.

Edmundo carece de muchas de las cualidades y virtudes de sus hermanos, pero, sin duda, su peor falla es su resentimiento. Justo de ahí la villana se amarra y saca máximo provecho de él.

Después de eso, el pobre Edmundo debe recorrer un tortuoso y difícil camino de redención. Si quieres aprender a construir este tipo de arcos, ¡el de Edmundo es un buen lugar para empezar!

8. Joel – The Last of Us

Ahora que acabé jugar The Last of Us Part II y entendí por qué hay una porción tan grande del mundo gamer lo detesta, tengo más ganas de hablar sobre lo increíblemente bien manejado que está el arco de Joel en el primer juego.

Como todo buen antihéroe, Joel tiene un pasado escabroso, lleno de dolor y decisiones inmorales, pero, gracias al personaje de Ellie, logra superar sus traumas y aprende a preocuparse por algo más que su propia existencia.

Joel se convierte en la figura paterna que siempre debió ser, y al mismo tiempo le da a Ellie la figura paterna que ella siempre deseó.

Es una historia muy conmovedora, que maneja temas geniales de esperanza y redención.

Es una lástima que los creadores no parecieron entender lo que hizo que el primer juego tuviera tanto éxito.

9. Griffith – Berserk

Así como era menester colocar un héroe trágico y un arco de redención en esta lista, también lo es presentar el arco de un villano, y ¿quién mejor que el terrible Griffith para aparecer aquí?

Berserk es una serie llena de momentos terribles y escenas traumáticas, pero es incuestionable que el más detestable, bajo y drásticamente perverso del manga es producido por Griffith, alguien que los personajes consideraban un amigo, líder y salvador.

La caída en la maldad de Griffith está llena de sutilezas y pequeñas perversiones que solamente pueden ser apreciadas por completo en retrospectiva, y eso es lo que hace que mientras más pienses en su arco, más interesante se vuelva.

Dicho esto, te recomiendo muy encarecidamente que no veas este manga si no tienes 18 años. Créeme que no lo digo por censurarte. Es simplemente que es muy probable que no logres apreciarlo antes de esa edad o aprendas las lecciones equivocadas de la crueldad y características nihilistas del universo (de hecho, lo mejor sería esperar a los 21, pero ya lo dejaré a tu criterio).

¡Ya te advertí!

10. Dante – Devil May Cry 3

Devil May Cry 3 es mi juego favorito y, aunque el gameplay es un gran culpable de eso, el arco de Dante es sin duda una de las principales razones por las que lo adoro.

Debo admitir que su arco no está en mi Top 10 de la historia (de hecho, la mayoría no están en esta lista), pero lo coloco aquí justamente porque, aunque DMC3 no intenta ser un juego que brilla por su historia, de todas maneras consigue darle suficientes elementos a su protagonista para que su arco sea especial y memorable.

Dicho de otra forma, el arco de Dante demuestra que no hay excusa para prescindir de un arco bien construido, independientemente de si quieres construir una obra de acción y comedia, y llenarla de personajes extravagantes y cómicamente carismáticos.

En este caso, el catalizador del arco del protagonista gira en torno a la rivalidad con su hermano y la misteriosa participación de una muchacha humana.

Sin caer en lo cursi ni en lo romántico, los escritores se las ingenieron para convertir a Dante en un héroe generoso y altruista, a pesar de que al inicio era un antihéroe desinteresado, inmaduro y egoísta.

La transición está muy marcada, y ¡lograron hacerla creíble con un par de horas de cinemáticas!

Si crees que tu historia es muy simple para tener un arco de personaje, dale una oportunidad a Devil May Cry 3 y te darás cuenta de que es justamente un arco, lo que logrará que tu simple historia se convierta en algo más.

¿Estás listo?

Ahora que sabes exactamente qué es un arco de personaje y cuáles son los elementos que lo construyen, asegúrate de prestar mucha atención la siguiente vez que vayas a ver una película o leer un libro.

¡Te sorprenderás de lo increíble que es identificar estas cosas en vivo y en directo, y ser capaz de procesar exactamente por qué lo que estas viendo/leyendo es tan genial!

Si te interesa volverte todavía mejor a la hora de consumir historias y los elementos que las construyen, ¡checa mi artículo sobre los símbolos en las historias de fantasía! ¡Seguro te encantará!