La miseria como elemento narrativo: ¿cómo debes usarla?

La miseria como elemento narrativo: ¿cómo debes usarla?

La miseria como elemento narrativo: ¿cómo debes usarla?

La escritura existe, en buena medida, para ayudarnos a entender los conflictos más grandes que rodean la existencia humana, y es por eso que la miseria es un elemento narrativo que aparece muy seguido en las historias.

Una persona puede ser muy cínica acerca de la existencia del bien y la virtud, pero tendrías que ser alguien verdaderamente ingenuo para negar la existencia del mal, el dolor y el sufrimiento. Hasta el más nihilista y pragmático se rompe al sufrir, y podrá negar la importancia de la vida, pero nunca la que tiene su dolor.

Sin embargo, la miseria es una forma particular de sufrimiento, y es importante entenderla bien para poder construir historias que la utilicen y le den importancia temática y simbólica.

Si quieres descubrir más al respecto, ¡sigue leyendo!

¿Qué es la miseria?

La miseria, en el sentido más amplio, puede referirse a una condición de pobreza extrema, sin embargo, si algo dejó muy claro Victor Hugo en su libro Los Miserables, es que la miseria no tiene tanto que ver con el dinero, sino con las virtudes de la persona.

Es por eso que la forma en la que yo defino la miseria cuando se trata de obras literarias, es como una condición en la que una persona es incapaz de actuar moralmente debido a sus debilidades propias y/o el yugo de factores externos. Es decir, en las historias, la miseria es una condición que el personaje necesita forzosamente colocarse sobre sí mismo.

Dicho de otra forma, aunque Aladdin es muy pobre, no es un miserable; pero aunque Javert es clase media, él sí lo es. Eso es porque Aladdin no deja que su condición le impida actuar de manera justa, mientras que Javert sí lo hace.

Puede sonar un poco confuso, pero es clave entender esta definición para que tu audiencia realmente sienta la desesperación de los personajes.

La miseria no es ver casas rotas y pobres, sino estar con personajes que ven esas casas rotas y asumen que por vivir en ellas ellos están rotos también. Eso es lo que los hace miserables, y eso es lo que tiene valor simbólico en una historia.

¿Cuál es la diferencia entre miseria y sufrimiento?

Ahora, algo que suele confundirse mucho en las historias es el uso del sufrimiento con la miseria. Si llevas tiempo leyendo este blog, seguramente sabes que el sufrimiento tiene ciertas cualidades narrativas muy propias e importantes para que tenga efecto, por lo que cometerías un error grande si lo tratas como lo que no es.

Está claro que todos los miserables sufren, pero no todos los que sufren son miserables. Como mencioné antes, la miseria está muy relacionada con tu capacidad moral, y por eso puedes tanto ser un miserable por la forma inmoral en la que actúas como por la manera en la que dejas de actuar moralmente cuando la injusticia de la vida te oprime.

Jean Valjean era un miserable al inicio de la historia no solo porque estuvo preso 19 años, sino porque retenía dentro de sí mismo un odio gigantesco por el hombre. Cuando el sacerdote de M salva su alma, lo hace permitiéndole dejar atrás ese odio. Es por eso que Jean Valjean dedica su vida al bien, porque ahora sabe que esa es la única clave importante para evitar volver a caer en la miseria.

Dicho de otra forma, narrativamente, la diferencia entre sufrimiento y miseria es la siguiente: el sufrimiento debe marcar un punto de inflexión en la historia, mientras que la miseria marca una debilidad moral del personaje.

Elementos que necesita la miseria para ser efectiva

Creo que ya mencioné varios de estos elementos, pero es hora de entrar en el tema de lleno. ¡No pares de leer!

Aparecer claramente en la historia

La miseria, para que realmente nos la creamos, debe verse claramente en la historia. Es decir, no se vale decir que hay miseria si esta realmente no se explora.

Bueno, digo, técnicamente se vale, pero no es útil si quieres que la miseria forme parte de la temática de la historia y tenga valor añadido como símbolo narrativo.

No es que la palabra “miseria” está prohibida en la redacción, ese no es mi punto. Mi punto es que no la coloques esperando que haga el trabajo por ti.

Si dices que un lugar vive la miseria, entonces esto se debe reflejar más allá de la condición del lugar en el que viven: debe reflejarse en su forma de pensar y actuar.

Un sitio pobre donde todos se tratan bien, no es miserable, ¡no lo olvides!

Explorar los dos tipos de personajes miserables

Esto es, probablemente, uno de los aspectos más importantes que necesitas comprender para que exista miseria.

En pocas palabras, existen dos tipos de personajes miserables: aquellos que están agobiados por una vida miserable, y aquellos que hacen que los demás tengan una vida miserable.

Es decir, la miseria tiene la interesante cualidad de convertirte en una víctima o en un villano, y muchas veces es incluso capaz de hacer que seas ambas cosas al mismo tiempo. Es un concepto muy profundo que está amarrado a la base estructural de la existencia humana, y es por eso que es tan incómodo y horrible de ver.

Sin embargo, si colocas una sola versión de la miseria, el símbolo se sentirá incompleto y no podrá relucir en la temática. Necesitas ambos tipos de personajes para que realmente esta se vea reflejada.

No lo digo yo, lo dice Victor Hugo, un genio que escribió un libro tan amarrado a esta idea que fue titulado con el nombre del vicio. Además, muchas otras historias con gran miseria lo reflejan como:

Berserk, que justamente hace varias menciones al hecho de que Guts no sucumbe en la miseria cuando sigue el camino que considera correcto.

Precious, que literalmente se trata de una muchacha que sufre la miseria y tiene una madre miserable.

12 años de esclavo, que explora el concepto de la esclavitud como la miseria más terrible.

¡Y hay muchos ejemplos más! Recuerda que en estos casos la miseria forma una parte clave de la temática y los símbolos de la historia, por eso era clave que los escritores trabajaran las dos partes de la moneda.

Tener una consecuencia en el arco de los personajes

Como ya seguramente te has dado cuenta si llevas tiempo leyendo estos artículos de “herramientas narrativas”, no existe un solo elemento que pueda tomar fuerza en una historia si no lo amarras al arco de los personajes.

Si quieres darle toda la fuerza posible, haz que se una directamente al del protagonista, pero si no es así, entonces por lo menos deja que se amarre fuertemente a uno de los secundarios (bueno, técnicamente eso significa que estará relacionado con el protagonista, pero ese es un tema más complejo que ya exploré en mi artículo sobre personajes secundarios).

Si la miseria solo apareció por aparecer y no creó una consecuencia en el personaje, entonces nunca existió.

Estar relacionada con la temática

Al final del día estamos haciendo todo esto para que la miseria forme parte de la temática y eleve a esta última.

Por eso, es obvio que si piensas trabajar la miseria a fondo, el mensaje de tu obra, ese que se relaciona con el arco de tu protagonista, los símbolos que usaste y el conflicto central, sea inseparable del concepto de miseria que manejaste.

Si no lo haces, estuviste perdiendo el tiempo.

¡Y con eso terminamos! Espero que hayas disfrutado este artículo y hayas aprendido una cosa o dos.

Si tienes alguna duda, ¡no se te olvide dejar tu comentario!

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