¿Qué es la acción narrativa y por qué necesitas entenderla a fondo?

¿Qué es la acción narrativa y por qué necesitas entenderla a fondo?

La acción narrativa es lo que mueve una historia, y debes entenderla muy bien si quieres construir una obra que sea de verdad memorable y poderosa.

Por suerte, no es un concepto difícil de entender (aunque sí de dominar), por lo que haré mi mejor esfuerzo para que, con este artículo, tengas todo lo que necesitas para usar la acción narrativa como debe ser. ¡No pares de leer!

¿Qué es la acción narrativa?

Bueno, para empezar, la acción narrativa es el motor de la historia, pero realmente no es una sola cosa, sino un conjunto de acciones que tienen como propósito lograr que la trama evolucione.

El truco de la acción narrativa es que los eventos deben generar algún tipo de cambio en el significado o dirección de la historia, y esto debe volverse recurrente en todas las escenas, desde aquellas que establecen puntos que añaden contexto, hasta aquellas que producen profundos puntos de inflexión en la obra.

Por ejemplo, cuando Harry descubre que es un mago, esto es una acción narrativa que cambia el curso de la trama hacia un desenlace fantástico; cuando se entera de que Snape fue sirviente de Voldemort, cambia la forma en la que Harry ve las acciones de su maestro; y cuando descubre que Quirrel era el verdadero villano, evoluciona la interpretación que dábamos a símbolos que creíamos bien establecidos en la trama.

Una buena historia siempre debe tener una acción narrativa que se sienta lógica y natural, como que las cosas se están dando como tienen que darse. No hay escenas sobrantes que mantienen el status quo de la obra, ni tampoco personajes que actúen en contra de la maquinaria que movía el relato.

¿Cómo construir una historia con una acción narrativa poderosa?

Ahora que ya sabemos lo que es, la verdadera pregunta es: ¿cómo rayos construyo una historia así?

Si te soy honesto, no hay una fórmula mágica, solo buenas prácticas que te ayudarán a identificar la forma en la que la acción narrativa de tu obra debe presentarse.

¡Conócelas aquí!

Establece primero la premisa de la historia y los personajes clave que participarán en ella

La premisa es la base de toda historia, y a partir de ella debemos identificar qué clase de acontecimientos deberían tomar lugar en ella.

Por ejemplo, toma estas dos premisas:

Un hombre recibe la habilidad para escuchar los pensamientos de las mujeres, y la utiliza para su beneficio personal.

Un muchacho emprende una aventura intergaláctica para derrotar al malvado imperio que oprime a la galaxia.

La primera (de la película Lo que ellas quieren) nos invita a hacer una comedia, en la que un hombre que no valora a las mujeres ni las entiende, debe empezar a entender la complejidad que tienen y, al mismo tiempo, crecer como persona.

Aquí necesitaremos un hombre soberbio y egoísta, pero inteligente y con la capacidad para ser sensible. También requeriremos una mujer que sea igual a él en algunos aspectos y le cause rechazo de entrada, pero que también posea cualidades únicas que él sea capaz de admirar.

La segunda (de Star Wars, obviamente), nos sugiere una Odisea espacial, con muchos personajes, conflictos de gran escala y un sistema mágico complejo, donde nuestro personaje pueda evolucionar y pasar de ser un muchacho a un hombre honrado.

Nuestro protagonista debe ser alguien ingenuo y simplón, pero valiente y virtuoso, y nuestros villanos deben ser desalmados, pero con la capacidad de analizar lo que hacen y llevar una filosofía de vida clara.

Como ves, a partir de la premisa podemos formarnos una idea clara de lo que necesitamos en la historia, lo cual es el primer paso para que la acción narrativa de la obra tenga sentido.

Ten en mente las motivaciones de TODOS los personajes que tendrán un impacto en la obra

Por supuesto, no es suficiente con planear a los personajes: también necesitas entenderlos y desarrollarlos.

Absolutamente TODOS los personajes que tendrán un impacto en tu historia, necesitan tener una motivación clara y única, que les permita separarse del resto sin sentirse como seres reales.

Esto no solo es útil para que tus lectores se enamoren de ellos, sino también porque te permitirá darles agencia, dejar que se expresen por su cuenta. Recuerda que, una vez que crees a tus personajes, no debes manipularlos, sino crear situaciones en las que, por la personalidad que tienen y su forma de ser, tomen decisiones que te permitan explorarlos a ellos y la temática de la obra.

No puedes lograr esto si no los conoces. Necesitas meterte de lleno en ellos y entenderlos como si fueran tus mejores amigos (o peores enemigos, como prefieras).

Asegúrate que todo esté unido por un hilo lógico

Una cosa debe llevar a la otra, y mientras más conectados se sientan los eventos, mejor. No es que no se valga hacer uso de la casualidad y la coincidencia, después de todo, estos elementos también son parte de la vida, pero los eventos de la trama no pueden ser simplemente fortuitos.

Las cosas deben seguir un hilo lógico, en el que una acción produce otra y esa otra más. Nada debe aparecer en el relato sin un propósito definido que le dé un giro, por pequeño que sea, a lo que se ha estado trabajando hasta el momento.

Aquí es donde es importantísimo que tu protagonista sea alguien activo, en lugar de reactivo. Si lo haces demasiado pasivo, entonces te costará mover la historia sin hacer uso de la “suerte” y las conveniencias narrativas (como sucede en Harry Potter, de hecho).

Haz que la trama y la temática vayan de la mano durante todo el trayecto

La trama es importante, sí, pero debe estar subordinada a la temática para tener verdadero poder. Al final del día, una historia es tan buena como el mensaje que deja al final y la profundidad de este.

Por eso, no cometas el error de meter escenas solamente porque “sería cool”, sino que procura que todo lo que impulsa la acción narrativa de tu obra sirva para añadirle valor a la temática central de la historia, de forma que sea más fácil para el lector meterse de lleno en ella y fascinarse con lo que descubre.

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¡Y eso es todo! Como ves, técnicamente no es difícil de hacer, el problema es que cada historia es un reto único que cada autor debe afrontar. Utiliza estos consejos y verás que te será mucho más fácil descifrar el rompecabezas único que es tu obra.

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