Sagas seriales vs sagas episódicas: ¿cuál te conviene más?

Sagas seriales vs sagas episódicas: ¿cuál te conviene más?

Sagas seriales vs sagas episódicas: ¿cuál te conviene más?

Quizás una de las diferencias más marcadas entre las series que sea hacen en el oeste en comparación con las que salen de lugares como Japón, es el formato en el que deciden contar su historia: serial o episódico.

Ambos estilos tienen sus propias ventajas y desventajas, y entenderlos fondo puede ayudarte muchísimo a elegir el correcto para tu historia o, mejor todavía, mezclar las ventajas de cada uno para construir una narrativa única y especial.

Si quieres aprender más al respecto, ¡no pares de leer!

¿Qué son las sagas seriales?

Una saga serial es aquella cuya narrativa es continua y tiene una progresión lineal, prácticamente con cada capítulo empezando donde terminó el otro.

Es la estructura favorita de los animes, por ejemplo, pero también está presente en historias como Breaking Bad y El Señor de los Anillos.

¿Qué son las sagas episódicas?

Las sagas episódicas son narrativas que se desarrollan a través de micro historias que se encuentran unidas por una trama central circundante que constantemente toma un papel secundario.

Si viste alguna caricatura en tu infancia, es seguro que has estado expuesto a este estilo de narrativa, siendo Power Rangers, Bob Esponja y Batman: la serie animada, perfectos ejemplos.

Dicho esto, las comiquitas no son las únicas que se benefician de este formato, también series más maduras como La Ley y el Orden, The Mentalist o Supernatural se aprovechan de la narrativa episódica.

Ventajas y desventajas de las sagas seriales y episódicas

Ahora que sabes lo que representan estos conceptos, hablemos sobre las ventajas que cada una ofrece, empezando por las sagas seriales. ¡No pares de leer!

Narrativas complejas y enfocadas vs Narrativas variadas y concretas

En las historias seriales siempre hay una trama central que toma prioridad a lo largo de los distintos tomos y episodios. Por mero concepto, las distracciones deben ser mínimas, con cada escena y capítulo teniendo la obligación de avanzar la narrativa de forma relativamente significativa.

Esto puede parecer limitante, pero en realidad es genial porque ayuda a crear historias increíblemente poderosas y llenas de significado, donde cada acción viene como consecuencia de un evento anterior en la historia.

Por su parte, las sagas episódicas están más abiertas a la experimentación y la variedad, dando más lugar a libertades creativas donde las premisa particular puede ser explorada realmente a fondo.

Cambios drásticos vs fórmula estructurada

Precisamente porque parte de lo emocionante de una saga serial es ver cómo evoluciona con los distintos eventos de la trama, esta clase de historias suelen tener momentos que perduran en la narrativa, creando cambios importantes en las interacciones entre personajes y la ruta narrativa actual.

Por ejemplo, Una Canción de Hielo y Fuego de George R.R Martin aprovecha el formato para crear cambios y consecuencias muy significativas en la historia, haciendo que cada muerte de personaje o fluctuación en el poder se vuelva memorable y crucial.

Son tan drásticos estos cambios, de hecho, que la dinámica entera de la saga puede cambiar por completo y eso le permite mantenerse fresca e interesante sin necesidad de forzar la narrativa y/o los personajes.

Esto, por supuesto, puede tener el efecto negativo de que, como espectador, si consideras que el camino es aburrido o está mal construido perderás todo interés en continuar la historia. Lo mismo sucede con un libro, donde treinta páginas malas pueden significar que tu obra no será revisitada nunca más.

Este es un problema que no comparten las sagas episódicas porque cada capítulo es un comienzo fresco, lo que permite que la audiencia sea mucho más paciente y perdone con mucha más facilidad un capítulo lento o aburrido.

El problema en este caso es que cada evento, por muy dramático que parezca, eventualmente debe ser anulado para que el status quo vuelva (al menos en su mayoría) al final del hilo narrativo y  la estructura central pueda mantenerse.

Esto también tiene sus ventajas, porque esa fórmula clave, esa estructura central, también facilita la construcción de capítulos y permite que la audiencia genere expectativas claras de lo que ocurrirá.

El reto ahí está más bien en cómo mantener la fórmula fresca, ajustándola constantemente para que, aunque su esencia sea la misma, siempre parezca nueva e interesante.

Arco de personaje complejo vs arco de personaje simple

Los principales beneficiados del hecho de que una historia “evolucione” siempre serán los personajes, porque eso significa que ellos también tienen espacio para crecer y ser afectados por los momentos críticos de la historia.

Es gracias a esto que el formato serial es por mucho el más efectivo para construir arcos de personaje poderosos y longevos, que se queden con tu audiencia muchísimo tiempo después de que apaguen la tele o cierren el último libro de la saga.

Por supuesto, el problema surge cuando consideras que crear un arco de personaje así es extremadamente difícil y que el formato no definirá su éxito. Te ayudará, sí, pero no hará el trabajo por ti.

Por otro lado, si no quieres meterte de lleno en arcos de personaje difíciles y largos, puede ser una buena idea que explores la naturaleza más simple y directa de las sagas episódicas, donde los personajes viven arcos pequeños y simples, pero que también pueden ser muy interesantes si la micro historia lo permite.

Puedes hacer que tus personajes den la ilusión de crecimiento con arcos pequeños y sencillos en los que puedes involucrar fácilmente a tu audiencia. Uso la palabra “ilusión” porque ese crecimiento en realidad no impactará de forma relevante la estructura narrativa.

Es como cuando en Family Guy, Stewie, que ha sido un bebé por más de quince años, de repente dice su primera palabra. Esto nos da la ilusión de que el personaje está evolucionando, aunque sepamos que en el siguiente capítulo nada cambiará en la dinámica del personaje.

Los personajes viven un pequeño arco que te permite experimentar los beneficios de una historia más trabajada, pero en un tercio del tiempo.

El tema está en que el siguiente arco narrativo anulará ese avance en buena medida, lo que impedirá que tenga verdadero impacto a la larga.

¿Cuál es mejor?

Como te podrá imaginar, el formato ideal para tu historia depende por completo de las particularidades de la misma y la visión artística que tengas para ella.

Dicho esto, lo cierto es que tampoco debes caer en la trampa de creer que debes elegir uno o el otro. En realidad, es perfectamente factible que tu historia tenga un poco de las cosas, así como Supernatural le da consecuencias longevas a los eventos más dramáticos de la serie o como Jojo’s Bizarre Adventure no teme agregar micro historias dentro de la trama central para introducir personajes secundarios o desarrollar los que ya están.

¡Solo te presento los dos extremos para que puedas identificar en dónde debes colocarte tú!

¡Y con eso llegamos al final! Si te gustó este artículo, no te pierdas este otro sobre cómo escalar el conflicto de una historia. ¡Te encantará!

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