¿Cómo crear urgencia en una historia?
¿Cómo crear urgencia en una historia?
No hay nada peor que estar leyendo un libro con la sensación de que nada está sucediendo y, si esto te ocurre, lo más probable es que sea porque al autor le faltó crear urgencia en la narrativa.
Esta es una práctica que ha ido tomando forma con los años y, en la escritura moderna, es prácticamente una necesidad porque los lectores necesitan mayores estímulos para acabar los libros.
Si quieres aprender más sobre este concepto, ¡sigue leyendo!
¿Qué es la urgencia y por qué deberías crearla?
Con urgencia nos referimos simplemente a la sensación de que hay algo que necesita ser solucionado lo antes posible, ya sea un problema en la macronarrativa o en el bien inmediato de los personajes.
Hay una frase que una de mis lectoras en Wattpad utiliza seguido y me causa mucha gracia: “No necesito dormir, ¡necesito respuestas!”. Justamente, lo que esto refleja es que esta lectora podía sentir con mucha intensidad la urgencia que reflejaba la historia, y necesitaba responder al instinto que la lleva a solucionar un problema.
Eso, desde el punto de vista de un lector, solo puede suceder a través de continuar la lectura y descubrir cómo los personajes atacan esa situación.
¡Es por eso que te conviene crear urgencia! ¡Es la mejor forma de lograr que tus lectores entren a la historia y nunca la abandonen!
4 técnicas efectivas para producir urgencia
Por supuesto, ahora la pregunta que probablemente está rondando tu cabeza con más intensidad es “¿Cómo rayos se supone que puedo crear urgencia en mi historia?”.
De hecho, no es tan difícil como crees y hay técnicas relativamente sencillas de seguir que te ayudarán muchísimo a lograrlo.
¡Deja que te comparta 4 de ellas!
1. Crear cliffhangers
Existe una razón por la que cualquier curso de escritura o guion con algo de sentido te recomienda una y otra vez la importancia de los cliffhangers en la construcción de historias: son excepcionalmente efectivos para generar urgencia.
Un cliffhanger es simplemente un elemento narrativo que se utiliza al final de un capítulo o escena con el fin de producir suspense y abrir un camino narrativo nuevo.
Es el típico mensajero que llega corriendo al final de la escena gritando “tenemos noticias del general” o cuando el asesino se aparece de repente y dice “ha llegado el momento”.
El truco de los cliffhangers es presentarle al lector un problema importante que necesita solución. De hecho, si traduces este nombre al español, literalmente significa “colgado de un precipicio”, haciendo alusión a las series que concluyen un capítulo con el protagonista soportando todo su peso con su brazo para evitar una caída fatal.
Hay pocas cosas más efectivas para generar urgencia, ¡así que siempre procura hacer uso de este recurso!
2. Crear un límite de tiempo arbitrario
¿Alguna vez te has preguntado por qué tantas historias tienen límites de tiempo? Puede ser un veneno que ataca al interés romántico del protagonista, una bomba que está a punto de explotar, etcétera.
Bueno, la razón es muy sencilla: ayuda a generar urgencia en la historia.
Dicho esto, esta técnica puede ser una trampa si no tomas en cuenta ciertos elementos que la hacen efectiva:
- El cariño que la audiencia le tiene a los personajes afectados por el límite de tiempo;
- Que la causa del límite se sienta creíble y orgánica;
- Que dentro de la urgencia la historia tenga espacio para respirar.
Si no respetas estos elementos, entonces es muy probable que tu límite de tiempo termine siendo algo negativo que te obliga a mover la historia rápidamente, y a tu audiencia no le gustará, porque no tiene tiempo para disfrutar los símbolos o interpretarlos siquiera.
3. Dar motivaciones fuertes al personaje
Cuando tenemos un objetivo fuerte que nos mueve, es normal que queramos tomar acciones de inmediato. Es decir, un deseo fuerte te lleva a la actividad y produce que ocurran cosas en tu vida.
Lo mismo sucede con los personajes, y si ellos tienen motivaciones claras que el lector puede comprender o incluso internalizar, entonces es muy probable que se deje llevar por el empuje de los principales y secundarios, y esté profundamente interesado en ver si alcanzan lo que buscan o no.
Esto no es fácil de hacer, pero es, probablemente, la técnica más poderosa de las 4 que están aquí. Es por eso que las historias de venganza generan tanta urgencia, ¡porque de inmediato quedan claras las motivaciones del personaje!
4. Presentar una serie de conflictos claros
Otra forma de producir urgencia es transmitiéndole al lector un plan claro de lo que sucederá en la historia. Con esto no me refiero a que tengas una serie de diálogos expositivos que comentan literalmente lo que sucederá, sino que te apoyes en estructuras narrativas comunes para darle un norte a la historia.
Está claro que cuando vemos al protagonista ruborizarse al ver una chica, allí habrá una trama amorosa; si tiene un bully que lo molesta, entonces existirá la posibilidad de que se enfrente a él en el futuro; si necesita fortalecerse, los obvio es que entrene, y así sucesivamente.
Aunque parece que a los escritores de hoy en día les da miedo ser “predecibles”, a veces conviene presentarle al lector caminos familiares que le indiquen hacia dónde va la historia.
Como puedes ver, la clave de esto está en los conflictos que introduces y cómo estos afectan el curso del arco de tu personaje principal o, incluso, algunos de tus secundarios.
¡Úsala en tus historias!
¡Y listo! Ahora tienes todo lo que necesitas para crear urgencia en tus historias y sacarle el máximo provecho.
Por supuesto, ten muy presente que la urgencia no es la parte más importante de la construcción de historias, sino que es un elemento narrativo que te puede apoyar a mejorar el flujo de la trama y la experiencia del lector.
Si la temática, el arco de los personajes y el conflicto central no está bien construido, ¡la urgencia no te servirá de nada!
Si te interesa conocer más sobre estos elementos, te recomiendo que te suscribas al blog. ¡Aquí hablamos de las particularidades de todas estas herramientas constantemente! ¡No te pierdas ni un artículo!