Las conspiraciones en las historias: ¿cómo se construyen?

Las conspiraciones en las historias: ¿cómo se construyen?

Las conspiraciones en las historias: ¿cómo se construyen?

Si has visto algunas vez una película que introduce la política en la trama o has estado expuesto a cualquier historia de ladrones planeando un robo espectacular, entonces no hay duda de que ya has visto que las conspiraciones son muy útiles para los autores.

Por supuesto, el chiste de cualquier elemento no es simplemente saber que se puede usar, sino entender qué es lo que le puede aportar a tu trama y cómo puedes ejecutarlo de la forma correcta.

Si quieres aprender todo lo que necesitas saber sobre las conspiraciones como elementos narrativos, ¡no pares de leer!

¿Qué es una conspiración?

Una conspiración es un acuerdo secreto que se ejecuta contra una institución, una persona o ambas cosas de manera simultánea.

En una historia, cualquier personaje puede ser tanto víctima de una conspiración como formar parte de una, todo depende del sistema de alianzas del relato y la forma en la que el poder funciona en la obra.

Por esa razón, es muy común que este elemento esté presente en historias con mucha carga política como Game of Thrones o House of Cards, pero no tiene por qué estar renegada a ese estilo de narrativa.

¿Por qué deberías incluirla en tu historia?

La conspiración, como elemento narrativo, tiene un propósito bastante claro: mantener a la audiencia a la expectativa.

La misma esencia de las conspiraciones invita a los autores a esconder varios aspectos relevantes de la trama, y enfocarse más en la construcción de los personajes que conspiran (o contra los que conspiran) para que el payoff final tenga impacto.

Esto significa que la trama estará llena de misterios, de personajes ambigüos que parecen estar en ambos bandos simultáneamente, giros constantes en el flujo de poder y decisiones sorpresivas que demuestran que cualquiera puede ser el ganador.

Si te interesa tener todos estos elementos en tu obra, entonces la conspiración te permitirá introducirlos con muchísima facilidad.

Eso sí, tiene su costo. Las conspiraciones no son fáciles de construir, ya que requieren que la audiencia entienda claramente la estructura del mundo y el lugar que los personajes ocupan en él.

Eso significa que una buena parte de tu historia deberá estar dedicada a la conspiración, lo cual te puede limitar si te interesa explorar otras cosas totalmente distintas.

¿Qué conforma una buena conspiración?

Si decidiste que esto es justamente lo que quieres introducir en tu obra, entonces deja que te hable un poco sobre cómo se construye una buena conspiración.

¡Sigue leyendo!

Facciones muy bien definidas

Antes mencioné que uno de los mayores retos que enfrentan los escritores a la hora de construir conspiraciones, es que necesitan que la audiencia entienda claramente cómo funciona la estructura del mundo, es decir, el sistema de facciones que crea la escala de poder.

Incluso una obra como Ocean’s Eleven, que tiene un cosmos narrativo relativamente pequeño, necesitó construir muy bien la facción del casino y la facción de los ladrones, de forma tal que se sintiera que estos últimos tenían todas las de perder.

Esto hizo que, cuando su plan tuvo éxito, la audiencia lo tomara como el gigantesco logro que fue.

Lo mismo sucede en obras maestras como El Conde de Montecristo o Una Canción de Hielo y Fuego, donde las familias nobles y los ministros de alto rango son piezas cruciales en una maquinaria compleja y traicionera.

Se podría decir que, para que tu conspiración sea sorpresiva, emocionante y memorable, necesitas utilizar la mayor cantidad de piezas posible, pero sería un error incluir personajes a lo menso sin trabajar con cuidado las facciones a las que pertenecen.

Personajes complejos

Si es importante que pases un buen tiempo construyendo facciones complejas e interesantes, entonces te podrás imaginar que también es crucial que los personajes que las conforman sean todavía más tridimensionales.

Al final del día, una conspiración siempre debe representar alguna especie de peligro crucial. Después de todo, para conspirar contra algo, ese algo debe tener autoridad y poder, por lo que rebelarte es, por inercia, potencialmente peligroso.

Obviamente, hablo de un peligro relativo para la historia. Podría ser una conspiración contra un imperio galáctico, un complot que seguramente acabaría con tu vida si sale mal; pero también podía ser un plan para darle su merecido al bully de la escuela, algo que quizás no te cause más daño que un ojo morado.

Lo importante es que los que forman parte de la conspiración deben tener sus propias motivaciones para intentar quebrar el status quo y arriesgar su pellejo.

Esto no solo te ayudará a crear personajes interesantes, sino que también te permitirá tomar puertas narrativas sorprendentes, como traiciones inesperadas y aliados de último momento; algo así como la traición de Saruman en El Señor de los Anillos o la súbita ayuda de El Entrenador en The Gentlemen.

Un plot twist (o varios) que modifiquen la balanza de poder

Lo interesante de una conspiración es el ataque que lanza sobre la balanza de poder del universo de la historia. Después de todo, el propósito de toda conspiración es arreglar un supuesto desequilibrio que afecta a la facción que conspira.

Puede provenir de un ideal positivo y heroico, pero también de un lugar tiránico y cruel.

Independientemente de, lo apasionante es ver cómo ese balance pasa de un lado a otro y como la lucha entre las facciones se vuelve más y más compleja a medida que avanza la historia.

De hecho, en las mejores historias de conspiraciones, el papel de conspirador suele pasar de una facción a otra, de forma que la dinámica de “me atacas-me defiendo” pueda trasladarse a varios personajes y obligarlos a evolucionar con la trama.

Un ejemplo genial de esto es Bastardos sin Gloria, una historia que maneja tres conspiraciones distintas y coloca a los personajes en una rueda que de repente los tiene arriba y luego los tiene abajo.

Además, estos constantes cambios mantienen a la audiencia enganchada y especulando, tratando de sacar sus propias teorías sobre lo que sucederá.

Si manejas esto bien, entonces tu conspiración tendrá un alto valor narrativo y de entretenimiento. ¡Ahí es cuando le estás sacando el máximo provecho!

Un payoff poderoso para la conspiración

Es normal que las historias conspirativas estén llenas de misterios, giros y sorpresas, pero quiero que quede clarísimo que lo más importante es la forma en la que cierras todo eso.

No caigas en la trampa de la caja del misterio: la única razón por la que la audiencia estará enganchada, es porque le interesa saber quién quedará en la cima de la rueda cuando la película acabe.

No es el misterio en sí, sino el potencial que ofrece lo que es atractivo. Ahí es cuando viene un reto gigantesco para el autor: el payoff de la conspiración debe superar la construcción del mismo.

Dicho de otra forma, todos los misterios que elaboraste deben ser más poderosos cuando el desenlace ocurra. La solución a las preguntas de la audiencia debe estar a la altura de la interrogante que les ofreciste.

Esto es algo que la película V de Vendetta maneja de manera genial con su final, porque casi todos los arcos narrativos se cierran ahí. El conflicto político-social, la identidad de V, el arco de Evey, la promesa del cinco de Noviembre, etcétera.

La conspiración tiene un payoff que justifica la inmensa mayoría de las preguntas interesantes que la película presentó, y eso es lo que la hace tan memorable.

¡Y ya llegamos al final! Ojalá este artículo te inspire a construir una historia genial, con una conspiración compleja y bien desarrollada.

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