Final Fantasy VII Remake: pues, a mí me enamoró
Final Fantasy VII Remake: un clásico… ¿Otra vez?
Entre las desventajas de haber crecido sin una consola en la casa (porque cuando mi papá compró una me obsesioné tanto que no le quedó de otra que regalarla), está el hecho de que me perdí de muchas joyas increíbles de mi generación. Una de ellas es incuestionablemente Final Fantasy VII, un juego que siempre me atrajo por su estética, pero que jamás jugué completo.
Recuerdo que Cloud me parecía el personaje más cool que había visto en mi vida, y lo poco que interactuaba con él en casa de amigos me hacía desear con locura experimentar su aventura por mi cuenta, pero por una cosa u otra nunca pude.
Entonces, cuando se dio el anuncio de que iban a hacer un remake de Final Fantasy VII que se veía como los niños de mi época soñaban que lucieran los videojuegos, admito que me emocioné muchísimo.
Esta sería mi oportunidad de jugar un juego legendario, rediseñado para los estándares actuales, y considerando la marca que dejó en tantos jóvenes, no podía esperar para que me tocara finalmente sentir lo que ellos sintieron.
Este juego lo acabé hace tiempo, pero hace poco caí en cuenta que nunca escribí un artículo sobre él, así que hoy quiero dedicarle unas cuántas palabras y también ayudarte a que sepas si es para ti o no.
¡Sigue leyendo y descúbrelo!
Nota: sin spoilers.
Sinopsis de Final Fantasy VII Remake
Final Fantasy VII Remake es un juego de rol de acción desarrollado por Square Enix y publicado por Sony Interactive Entertainment para PlayStation 4.
El juego es una nueva versión del clásico título de 1997, Final Fantasy VII. Esta versión se enfoca en el mismo argumento que la original, sin embargo, presenta mejoras significativas a la jugabilidad y a los gráficos.
La historia sigue al ex-soldado Cloud Strife, el cual se une a un grupo de ecoterroristas conocidos como AVALANCHA para detener a la megacorporación Shinra y salvar el planeta de su destrucción. Los jugadores controlan a Cloud mientras exploran el mundo abierto y luchan contra los enemigos usando armas mejoradas, magia elemental y habilidades únicas.
¿Te lo recomiendo?
Bueno, aquí tengo que hacer una distinción. Si eres alguien como yo, que nunca tuvo la oportunidad de experimentar este juego en su momento, ¡CLARO QUE TE LO RECOMIENDO!
Final Fantasy VII Remake es de los mejores juegos que jugué en la época del PS4 y mira que esa generación trajo absolutas joyas como Bloodborne, Marvel’s Spiderman y God of War (2018), juegos increíbles que por sí solos justifican este hobby que nos encanta.
Aunque no creo que sea perfecto y entendería que algunos gamers no hagan clic con este juego, lo cierto es que hay mucho que disfrutar en FFVIIR y creo que el paquete tiene suficiente valor para justificar la recomendación a cualquiera.
Ahora, si eres alguien que, por el contrario, está muy familiarizado con Final Fantasy VII y lo adoras con locura, las cosas se ponen un poco más complicadas.
Si ese eres tú, entonces muy probablemente ya sabes que los fans del juego no están muy felices con este remake, en buena parte porque divide la historia en tres juegos en lugar de mantenerse en uno, y también porque los cambios que hace (aparentemente) son para mal.
Esto es una crítica que solo puedo repetir, ya que no tengo la información necesaria para calificar los cambios que se hicieron y cómo estos afectaron la estructura de la narrativa.
Lo único que puedo hacer es hablarte desde el punto de vista de alguien que no tenía más conexión con Final Fantasy VII que los tráilers ocasionales, las referencias de cultura popular y la aparición de Cloud en Super Smash Brothers 4.
Desde ese punto de vista, amé este juego hasta el punto de sacarle el platino y estar impaciente y ansioso por la siguiente entrega.
Fortalezas y debilidades de Final Fantasy VII Remake
Así como admito que Final Fantasy VII me parece un juegazo, soy perfectamente capaz de entender que, incluso alguien en la misma situación que yo con respecto al original, encuentre cosas en el remake que no le gustan.
No sé si estos problemas se repiten en la versión original, pero el punto es que están aquí, y no me sorprendería que fastidien a algunos gamers hasta el punto de volverse completos detractores de la franquicia.
Por eso, deja que te comparta las fortalezas y debilidades de FFVIIR y decidas por tu cuenta si es para ti.
¡Aquí vamos!
Muy a favor: qué buen combate…
A pesar de que este es un juego con un fuerte enfoque en la narrativa, debo decir que, para mí, la mejor parte del paquete es incuestionablemente el combate.
A diferencia de los juegos anteriores, Final Fantasy VII no es un juego táctico de turnos, sino un combate en tiempo real con comandos especiales para ejecutar ataques únicos u ofrecer soporte a tus aliados.
A lo largo de la historia, tendrás diferentes personajes en tu grupo y será tu labor controlarlos a todos ellos para vencer poderosos enemigos, sincronizando tus ataques y aprendiendo a lidiar con las de tus oponentes.
En ese manejo de los personajes y las herramientas a tu disposición es donde se esconde un combate muy fácil de tomar, pero con una curva de aprendizaje bastante grande que se vuelve incluso más profunda e interesante cuando juegas en la máxima dificultad, donde te quitan la habilidad de usar ítems en batalla.
Cada personaje tiene su propio estilo de juego y hay mucha versatilidad en la forma que puedes confeccionar sus habilidades.
¿Quieres un tanque que también puede hacer de healer? Pues, dale a Barret hechizos de defensa y la habilidad de Prayer.
¿Quieres que tu healer sea un mago monstruoso capaz de crear hechizos masivos y destructores? Bueno, dale a Aerith hechizos poderosos con sinergia y vámonos.
Estos son solo algunos ejemplos. Ni siquiera me estoy metiendo con la increíble forma en la que puedes conectar y cancelar las ataques de Tifa, o lo satisfactorio que resulta hacer contraataques con Cloud y sentirte como un dios…
Además, todo el combate fluye de manera genial y sientes que tienes un IQ de 500 cuando por fin lo entiendes y empiezas a tomar decisiones instantáneas y aprovechar cada parte del kit de tus personajes.
Hay unas peleas del endgame que solo están disponibles cuando te acercas al último acto del juego en la última dificultad que se convirtieron en una de mis experiencias favoritas de los videojuegos. ¡Así de claro!
El combate es tan bueno que hasta creo que, curiosamente, puede hasta ser un problema para la historia, pero de eso hablaré más adelante.
A favor: personajes simples, pero bien trabajados
Los personajes de Final Fantasy VII, en su mayoría, no van a ganar muchos premios por su complejidad narrativa (aunque hay algunas gemas que espero que se exploren más en el futuro).
Casi todos parten de clichés muy reconocibles en el mundo del RPG: el protagonista estoico y silencioso con elementos de antihéroe; el hombre musculoso y temperamental; la curadora guapa y tierna, pero con algo de carácter; y el interés romántico que está perdidamente enamorada del protagonista (y él de ella), pero ambos son muy tercos o tímidos para admitirlo.
Sin embargo, esto solo es así desde el punto de partida, ya que, a medida que avanza la trama y tienes oportunidad de pasar tiempo con estos personajes, rápidamente empiezas a darte cuenta de que también tienen lo suyo y que son mucho más de lo que aparentan a simple vista.
No creo que haya un personaje malo en Final Fantasy VII Remake, al menos no en lo que va de historia, y eso te debe dar una pista de lo bien trabajados que están.
A favor: buena construcción de mundo
El conflicto de Final Fantasy VII Remake crece de forma exponencial a medida que avanza la trama, empezando como una especie de guerra capitalista y terminando en un conflicto planetario con toques aparentemente sobrenaturales.
Para lograr esta transición, Final Fantasy VII le dedica mucho tiempo a su construcción de mundo, usualmente aprovechando a los personajes como los puntos de partida para que la audiencia entienda las idiosincrasias del universo narrativo.
Si nos enteramos de alguna realidad social injusta y terrible, esto suele suceder porque un personaje la padece y, mientras lo ayudamos, vamos descubriendo la profundidad que tiene el agujero.
Además de esto, el mundo en sí tiene ese elemento extraño de la franquicia de Final Fantasy, la cual sabe muy bien cómo mantenerte en ascuas y sentir que estás experimentando algo completamente nuevo.
Este mundo tiene esa mezcla entre futurista, moderno y fantástico que te hace muy difícil entender qué es exactamente, y para mí, por lo menos en este contexto, es una absoluta victoria.
A favor: muchos momentos épicos
Dado que los personajes de Final Fantasy se prestan mucho para hacer cosas geniales que te emocionan, es normal que el juego esté plagado de momentos épicos que querrás revivir en cuanto acaben.
Esto, obviamente, es potenciado por las HERMOSAS GRÁFICAS de este juego. Es que no exagero cuando digo que este es el sueño de todos los jovencitos que veían los tráilers súper renderizados de Blizzard y pensaban “los juegos jamás se verán así”.
Bueno, con mucha felicidad te puedo decir que estábamos equivocados. Final Fantasy VII corre de maravilla y las cinemáticas están entre lo mejor que la industria tiene para ofrecernos.
Hay una infinidad de momentos memorables en este juego. De hecho, nada más acordarme de ellos me está dando ganas de jugarlo otra vez…
En contra: el ritmo de repente se vuelve lento
Antes mencioné que el combate es tan bueno que esto podría resultar en un problema para la historia. Eso, probablemente, no tuvo mucho sentido para ti y con justa razón, pero ahora que lo explique creo que quedará más claro.
Verás, Final Fantasy VII tiende a tomarse su tiempo con la historia y el desarrollo de sus personajes, muchas veces llevándote por periodos muy largos de gameplay en los que no haces más que hablar con personajes secundarios, tomar misiones adicionales muy básicas y realizar actividades muy terrenales como ir al gimnasio a hacer barras.
Esto lo disfruté mucho, pero debo admitir que el ritmo narrativo que a veces toman estas secciones se volvía bastante fastidioso, especialmente en futuros playthroughs cuando el factor sorpresa ya no está presente.
Esto es particularmente molesto cuando pasas de un combate épico y genial a una hora de cutscenes y de caminata sin que sientas que ocurran muchas cosas. En esos momentos, solo podía pensar en que me dejaran en paz y salir a matar monstruos por mi cuenta para experimentar todo lo que el combate tenía para ofrecer.
Por supuesto, en la mayoría de los casos esta construcción termina siendo muy útil para que los momentos más emocionales de la historia surtan su efecto, pero es que estoy seguro de que esa desesperación que sentí será tan fuerte en algunos jugadores que causarán el efecto contrario. Estos seguro que terminarán ODIANDO a los personajes por sus constantes interrupciones y casi aplaudirán cuando finalmente los maten o vivan alguna tragedia que los saque de la historia.
Si sientes que tu paciencia es muy corta para este tipo de narrativas, entonces es probable que FFVII te termine sacando de quicio.
En contra: el final es un poco random
El único momento de este juego en el que sentí que Final Fantasy VII Remake no me hablaba a mí, sino a los fans de toda la vida de la saga fue justamente en el final.
Digo, no me malinterpretes, el final es bastante épico y tiene una boss fight increíble, pero también está repleto de lo que parecen referencias al juego original y… pues, me quedé bastante perdido a la vez que no entendí del todo lo que ocurría.
No quiero darme flores, pero si llevas tiempo leyendo este blog sabes que es MUY RARO que me ocurra eso, ya que suelo prestar mucha atención y, por lo general, me gira la rata lo suficiente para que no se me escapen elementos simbólicos u abstractos de la historia.
Por eso creo que el final se creó con la expectativa de que tendrías herramientas provenientes del juego original para interpretar con éxito lo que sucedía, y para mí eso es un aspecto negativo.
En contra: tiene sus momentos cringe
El Final Fantasy VII es, sin duda, un producto de sus tiempos, en los que colocar a un personaje con pelo puntiagudo y una espada gigante era más que suficiente para que todos nos volviéramos locos.
Ya hoy, con un poco más de criterio, no puedo evitar admitir que la personalidad orgullosa y edgy de Cloud tiende a sacar unos cuantos momentos llenos de cringe, al igual que los discursos de Barret, el teasing de Jessie o la tensión entre Tifa y el protagonista.
No es nada grave, pero es algo que está ahí y creo que algunos serán muy sensibles a este hecho.
Vamos, si has visto un anime cringe, entonces sabes a lo que me refiero, si bien es cierto que tampoco llega a niveles extremos.
¡Y con esto acabamos! Espero que este artículo te haya gustado, incluso si como fan del Final Fantasy VII original no estás nada de acuerdo conmigo.
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