¿Cómo crear una atmósfera narrativa poderosa?

¿Cómo crear una atmósfera narrativa poderosa?

La importancia de construir una atmósfera narrativa poderosa en una historia

Uno de los componentes de una historia que suelen olvidar con mucha frecuencia los escritores novatos es sin duda la importancia de construir una atmósfera poderosa en una historia, especialmente aquellos que no se les da mucho eso de describir escenas y escenarios con precisión y belleza.

En este artículo, te quiero hablar más a profundidad sobre este tema y ayudarte a construirlo de la forma más efectiva y eficiente posible.

Si te interesa, ¡no pares de leer!

¿Qué es una atmósfera narrativa?

La atmósfera narrativa se refiere al conjunto de emociones que transmiten los elementos de una escena, ya sean externos a los personajes u ocurran dentro de ellos.

Estos elementos suelen tener un valor simbólico, aunque no se reducen a ellos, ya que también pueden hacer alusión de forma directa a lo que ocurre.

Por ejemplo, si el escritor dijera que “el corazón de cada uno los presentes dio un vuelco en su sitio al escuchar las palabras del emperador”, se nos está diciendo que ocurrió algo fuera de lo normal que les ha hecho asustarse o sorprenderse. No es en realidad algo simbólico, aunque esté trabajado a través de una metáfora.

De la misma forma, si se dice que “el sol desapareció por unos instantes en el momento en el que el juez promulgaba la sentencia, como queriendo esconderse detrás de las nubes y olvidarse de la injusticia que ocurría ahí, en pleno día de San Marcos”; tendríamos un contenido simbólico que ayuda a la construcción de la atmósfera narrativa.

¿Qué puede aportar?

Ahora que entiendes lo que es, hablemos un poco sobre por qué es importante que lo desarrolles.

Para empezar, es crucial entender que un lector que no siente inmerso en una historia jamás será capaz de conectar emocionalmente con ella. Vamos, esa “conexión emocional” es como muchos definen el mero concepto de la inmersión narrativa.

Construir una atmósfera narrativa poderosa es una de las mejores herramientas que tienes como escritor para lograr que el lector se coloque a sí mismo en la escena, ya sea tomando el lugar de uno de los personajes o participando como un mero observador invisible.

Describir con éxito los gestos de los personajes, las particularidades del entorno y el sentido simbólico de los acontecimientos, hará que el lector coloque en su cabeza y en su corazón imágenes tan vívidas que no podrá evitar sentir cosas al experimentarlas. Así se olvidará de sí mismo y se sumergirá de lleno en las páginas de tu historia.

Este es uno de los secretos de los grandes escritores como Dostoyevsky, Tolkien, Jane Austen y Víctor Hugo, unos expertos increíbles a la hora de desarrollar atmósferas narrativas geniales y memorables.

¿Cómo se construye?

Por suerte, la teoría para escribir la atmósfera narrativa de una historia es bastante sencilla y, a su vez, su aplicación tampoco tiene mucha complejidad.

Esto, al contrario de lo que suena, te debería poner más presión para que aprendas a dominarla, precisamente porque cualquier escritor con algo de talento será capaz de sacarle provecho. Sin embargo, tu labor no debe ser solo usarla, sino volverte un experto sobre el tema, algo que solo llegará con mucha práctica y trabajo.

Estos consejos serán una buena forma de empezar, ¡aquí vamos!

Construye la escena y luego sitúa a los personajes

Si leíste mi artículo sobre mi teoría sobre los estilos de escritura, entonces ya te imaginarás que los escritores enfocados en mundo son muy buenos a la hora de hacer esto.

Dicho esto, si este no es tu estilo de escritura, la buena noticia es que es muy fácil de empezar a practicar. Lo único que debes hacer es asegurarte de que antes de hablar de los personajes, procuras describir el escenario.

El clima, el lugar en cuestión, la arquitectura, el olor del ambiente, etcétera, todos estos son elementos que te ayudarán a construir un escenario en el que luego puedes poner a los personajes, de forma tal que la audiencia empieza a darse una idea de lo que ocurrirá en ese lugar.

Después de todo, no es lo mismo una escena que toma lugar de noche en un cementerio que una que toma lugar en una sala de palacio lujosa y hermosa.

Crea descripciones con valor simbólico y/o emocional

Por supuesto, si introduces simples descripciones no harás más que producir un texto que dice mucho, pero que tiene muy poca belleza literaria.

Si quieres evitar esto, lo mejor que puedes hacer es aprovechar las descripciones para introducir elementos simbólicos y/o emocionales en lo que estás construyendo.

Esto se logra usando recursos literarios como la metáfora, pero también con el uso inteligente de adjetivos para establecer un tono en la escena; algo así como decir “el asqueroso ojo” o “la tierna sonrisa”.

Esto te ayudará a que los elementos de la escena le aporten al lector una idea clara de las emociones que debe experimentar en ese momento.

Aprovecha el contexto narrativo para transmitir emociones

A medida que avanza la trama, la complejidad de tu historia y tus personajes te permitirá desarrollar interacciones y dinámicas más interesantes e idiosincrásicas.

Esto es algo que puedes reforzar con la atmósfera narrativa, asegurándote de que el contexto narrativo se aprovecha de la información que conoce el lector para añadirle un peso extra a los elementos que estás estableciendo.

Un ejemplo perfecto de esto lo vemos en libros como Orgullo y Prejuicio, donde el final de la historia es potenciado temáticamente gracias a todas las interacciones vergonzosas que Elizabeth debe hacer para justificar su compromiso con Darcy, demostrando que ahora es capaz de tragarse su orgullo por amor.

Jane Austen hace hincapié en estos puntos vergonzosos una y otra vez, mencionando el nerviosismo de Elizabeth y poniendo en contexto lo difícil que será salir del hueco que la misma protagonista creó para sí misma.

“Durante el paseo decidieron que aquella misma tarde pedirían el consentimiento del padre. Elizabeth se reservó el notificárselo a la madre. No podía imaginarse cómo lo tomaría; a veces dudaba de si toda la riqueza y la alcurnia de Darcy serían suficientes para contrarrestar el odio que le profesaba; pero tanto si se oponía violentamente al matrimonio, como si lo aprobaba también con violencia, lo que no tenía duda era que sus arrebatos no serían ninguna muestra de buen sentido, y por ese motivo no podría soportar que Darcy presenciase ni los primeros raptos de júbilo ni las primeras manifestaciones de su desaprobación”. Fragmento de Orgullo y Prejuicio de Jane Austen.

Tener esto en cuenta no solo hará que tus escenas tengan una mejor atmósfera, sino que logrará que se sientan únicas y fidedignas a los personajes.

¡Y con eso llegamos al final! Espero que este artículo te haya resultado interesante y hayas aprendido algo nuevo.

Si fue así (o no), ¡dímelo en los comentarios!

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