Teoría de estilos de escritura: ¿en qué te enfocas?
Teoría de estilos de escritura: la importancia de conocer tu enfoque como escritor
Desde pequeño he sido un inmenso amante de la literatura, como quizás te podrás imaginar con el contenido de este blog. En ese tiempo, he leído miles de historias y autores que van desde las obras maestras y clásicos de la literatura, hasta novelas incompletas hechas por escritores novatos en su etapa de preparatoria. Todo eso me ha hecho crear una teoría sobre los distintos estilos de escritura que, en este punto, considero universal.
Todavía estoy en medio de una investigación y quiero que tengas presente que no está del todo definida, pero considerando el increíble uso que le he sacado hasta ahora, creo que está lo suficientemente bien pensada como para que te permita marcar la hoja de ruta para perfeccionar tu escritura.
Si te interesa conocer más sobre el tema, ¡no pares de leer!
Teoría de estilos de escritura según el enfoque del escritor
Si has leído muchos escritores legendarios, seguramente te has dado cuenta de que cada uno tiene un estilo de escritura bastante particular, hasta el punto que, si los lees lo suficiente, podrías volverte capaz de reconocer sus escritos independientemente del contexto.
Llegar a este punto, en el que tienes una escritura tan bien construida y desarrollada que sus pequeñas y maravillosas idiosincrasias empiezan a tomar forma, puede tomarte toda la vida. Sin embargo, mi teoría parte de la premisa de que, en su punto más básico, la escritura de TODOS los escritores comienza con tres estilos de escritura particulares que predominan sobre el resto.
Entender cuál es tu estilo de escritura no te servirá simplemente para entender donde están las fortalezas de tu escritura, sino también para descubrir tus deficiencias y volverte un escritor cada vez más complejo e interesante.
Entonces, deja que te hable un poco sobre esos estilos de escritura.
Estilo enfocado en personajes
El escritor enfocado en personajes tiene un estilo que constantemente alude a las emociones y experiencias de sus personajes.
Este autor construye sus escenas desde adentro hacia afuera, como si una especie de Big Bang naciera en el corazón de sus personajes cuya explosión produce el universo narrativo.
Estos escritores brillan a la hora de crear personajes interesantes, capaces de transmitirle mucho al lector y que toman complejidad con mucha facilidad a medida que avanza la trama.
Sin embargo, cuando estás aprendiendo, este estilo de escritura hace que las descripciones de las escenas sean deficientes, así como la construcción de mundo del universo que construyes. De la misma forma, la trama tiende a ser lenta y un tanto aburrida, porque tiende a dedicar demasiado tiempo a resaltar las mismas emociones una y otra vez sin progresar la historia.
¿Cómo se ve en la práctica?
Un escritor que escribe enfocado en personajes, tendría PREDOMINANTE escenas con este estilo:
“Caminaba por toda la casa como alma desamparada, recibiendo de todo el que me veía palabras de consuelo y caras apenadas. Entonces, ahí, parado en medio de la sala, vi a mi padre platicar con un joven bien parecido. En el instante que lo divisé, sentí cosquillas subir por mi garganta y la felicidad me asaltó. Hablé con algunas personas más, sin prestarle atención a lo que me decían, admirando aquel rostro que, aun en la distancia, podía apoderarse de mi corazón” – Fragmento de Aquel Rostro de AraiNoktlo.
En este escrito (que tiene mucha calidad narrativa) puedes ver que se le da mucha más importancia a lo que el personaje siente. Tanto la trama como la construcción de mundo toman un rol secundario, solo cobrando vida a medida que el personaje se las aporta con sus sentimientos; ofreciendo muy pocas descripciones específicas.
No se comunican expositivamente eventos contextuales que nos expliquen qué es lo que está ocurriendo y por qué, sino que se espera que el lector extraiga dicha información implícitamente desde las emociones del personaje.
Eso es porque la autora no quiere que te distraigas con esos factores, sino que te enfoques 100% en meterte en la piel del personaje, ya que su escrito busca explorar emociones muy potentes y profundas.
Justo en este tipo de contextos, este estilo de escritura tiene mucho potencial para brillar.
Estilo enfocado en trama
El estilo enfocado en trama, es un estilo que busca mantener un ritmo dinámico de la narrativa, teniendo a los personajes constantemente en movimiento y procurando explicar sus motivaciones solo cuando estas sirven para justificar las acciones que realizan.
Este estilo ayuda muchísimo a que las historias sean divertidas de leer y que fluyan con mucha facilidad, dándole la sensación al lector de que siempre está ocurriendo algo interesante.
Un escritor enfocado en trama logra que sus lectores se sientan intrigados por la historia constantemente y que rara vez puedan soltar el libro. Son de esos escritores que consiguen que te quedes leyendo hasta las 3 de la mañana sin entender bien cómo ocurrió.
A su vez, este estilo suele ayudar a que el escritor logre escribir con mucho ahorro del lenguaje y eficiencia narrativa, porque los autores así se sienten muy incómodos cuando la trama no avanza y, si tienen que hacer descripciones, su instinto les ayudará a hacerlas lo más concisas y breves posibles.
Estos escritores ponen a su audiencia en una de esas atracciones que ves en parques temáticos, donde te montas en un carrito que te va llevando a través de escenas memorables perfectamente diseñadas para entretenerte.
Dicho esto, el problema de un escritor novato que usa este estilo, es que tiende a presentar descripciones muy incompletas y burdas de los universos narrativos que crea, y sus personajes no tienen suficiente tiempo para respirar y desarrollar motivaciones complejas e interesantes.
Además, la falta de descripciones puede terminar provocando que el ritmo narrativo sea acelerado y, por lo tanto, la trama avance, pero dejando muy pocas emociones memorables en el lector o, muchas veces, impidiéndole entender bien qué es lo que ocurre.
¿Cómo luce en la práctica?
Un escrito creado con un estilo enfocado en trama tendría MUCHAS escenas desarrolladas de esta forma:
“Caminaba, buscando un lugar para comer mientras mis últimas monedas tintineaban en los bolsillos. Iba en dirección al centro comercial Solé y era tanta mi frustración que había olvidado la pesadez que me resultaban los lugares llenos de gente porque, aunque el centro comercial era poco concurrido, se llenaba cuando las personas recibían sus cheques y me resultaban insoportables las muchedumbres. Además, yendo a algún lugar respetable no me alcanzaría para relajarme y para llenarme la barriga. Porque en mi casa no había alimento alguno y planeaba comprar víveres con mi paga. Asimismo, si iba a casa, corría el riesgo de encontrarme con Carol, mi pareja, o con Alfred, quien en ese entonces era mi único amigo, y no deseaba verlos. Así que comencé a andar, sin pensarlo mucho, por partes de la ciudad que no conocía” – Fragmento de Confesión de Iván Gínez.
Como ves, la redacción está constantemente enfocada en acciones, tomando pequeñas pausas para dar contexto y justificar las acciones de los personajes.
El interés del autor está en dar sentido a las acciones del personaje, estableciendo tanto lo que hace como el porqué lo hace, sin perder demasiado tiempo en sus emociones y otros aspectos secundarios.
Es una forma de escribir que, sin abandonar la belleza estética, mantiene una lógica fácil de seguir para la audiencia que constantemente siente que la historia siempre avanza y que toda la información que le transmiten es relevante.
Estilo enfocado en mundo
Si los escritores enfocados en personaje crean el universo narrativo a partir de los personajes, y los escritores enfocados en trama crean un vehículo para que la audiencia experimente la historia; el estilo enfocado en mundo se trata de construir cuidadosamente un escenario y colocar a los actores dentro de él, y a partir de ahí hacerlos interactuar.
Estos escritores utilizan los elementos del escenario para transmitir emociones, aprovechando los símbolos narrativos para transmitir una atmósfera que permita al lector sentir que está dentro de la escena y que vive en el universo narrativo de la obra.
Este estilo es genial para historias que necesitan mucha construcción de mundo, con complejas civilizaciones, facciones, sistemas mágicos, etcétera, pero también es muy poderoso para historias que dependen de construir un ambiente particular para ser efectivas, como las historias de terror y suspenso, por ejemplo.
Lamentablemente, los escritores novatos con este estilo tienden a tener muchos problemas a la hora de construir las emociones de sus personajes, ya que muy fácilmente se quedan fascinados con las idiosincrasias de su mundo y se les olvide profundizar más a sus personajes y desarrollarlos para que se conviertan en seres tridimensionales.
A su vez, también tienden a crear tramas que avanzan de una forma lenta, ya que se detienen constantemente para introducir exposición narrativa que explique los maravillosos elementos del mundo que crearon, incluso si estos no tienen ninguna relevancia para la escena en cuestión.
Cuando un escritor enfocado en mundo se vuelve más experto, sin embargo, tiende a producir historias con una belleza lírica espectacular y un gran valor simbólico capaz de enamorar a sus lectores, llegando a las fibras de su alma.
¿Cómo luce en la práctica?
Un ejemplo de un estilo de escritura enfocado en mundo tendría una FUERTE PRESENCIA de escenas de este estilo:
“El sol bañaba la costa con torrentes de oro, las olas acariciaban la tierra con su danza retozona, la brisa cantaba alegremente los ecos del océano y Eskander marchaba con paso firme en dirección al Andora. El viento a sus espaldas presagiaba una feliz partida y el cielo aparecía ante él despejado, excepto por una solitaria nubecilla. «Tal vez alcance a cubrir el sol por un instante, pero será solo eso», pensó al verla”. — Fragmento de El Revés del Mundo de Pedro Gálvez.
El autor utiliza la construcción del escenario para transmitir emociones al lector. Una vez que tiene el escenario preparado, entonces introduce al personaje en medio del mismo, permitiendo que sea el lector quien infiera el estado emocional en el que se encuentra.
Para poder lograr con éxito este tipo de estilo de escritura, se necesita un vocabulario amplio y muy pulido que sea capaz de establecer los elementos tanto de una forma lógica como simbólica.
¿Cuál es el mejor?
Quizás en este punto te estés preguntando cuál de todos estos es mejor y cuál es el que deberías elegir para tu historia o para tu carrera.
Bueno, como seguro te estás imaginando, la realidad es que ninguno de estos estilos es objetivamente superior y no deberías “casarte” con ninguno. De hecho, lo ideal es que te vuelvas tan bueno aprovechando las fortalezas de cada uno, que para tus lectores sea extremadamente difícil definir tu estilo usando una clasificación tan básica como esta.
Como mencioné antes, esto es algo que solo aplica para escritores novatos, incluso si hay ciertos escritores como Jane Austen (personajes), Tolkien (mundo) y Alejandro Dumas (trama) a los que se les puede identificar un estilo que predomina sobre el resto.
Incluso en estos casos, estos escritores dominan todas las facetas de la escritura, siendo perfectamente capaces de cubrir las carencias de los estilos, haciendo una transición a otros enfoques cuando una escena lo amerita.
Por eso, no tiene sentido hablar sobre cuál es mejor, sino sobre cuál es el que inconscientemente tiendes a favorecer.
¿Por qué? Bueno, deja que te lo explique.
¿Por qué es importante saber cuál es el estilo que favoreces?
Dependiendo de qué sea lo que más te llama la atención en una historia, a la hora de empezar a escribir, será inevitable que le des mucho más protagonismo a ciertos elementos por encima de otros.
Si te gusta el drama y las emociones poderosas, muy probablemente te inclinarás por los personajes.
Si te gusta la acción y la evolución de las historias, te inclinarás por la trama.
Si te gusta sentirte inmerso en las historias y conectar con esos símbolos abstractos y hermosos de la literatura, seguramente irás por el enfoque en el mundo.
Todo esto es absolutamente válido, siempre y cuando entiendas que tu enfoque tiene debilidades que solo podrás cubrir aprendiendo y entendiendo el valor de los otros estilos.
Dicho de otra forma, las debilidades de tu escritura muy probablemente serán las mismas que las del estilo que favoreces, lo cual te permitirá encontrar las áreas de tu trabajo que necesitas profundizar y estudiar.
Esto solo puede lograrse escribiendo mucho y tratando de aventurarte en otros estilos, permitiéndote a ti mismo saltar de un enfoque a otro según las exigencias de la historia.
A medida que te vuelvas bueno con esto, podrás escribir obras capaces de desarrollar personajes, trama y mundo de una forma tan increíble que tus lectores no podrán evitar sentirse fascinados.
¡Y con eso acabamos! Espero que esta teoría mía te sirva de algo y te enseñe una que otra cosa.
Si fue así o no, ¡dímelo en los comentarios!