El pleonasmo: ¿un recurso estilístico o un vicio de lenguaje?

El pleonasmo: ¿un recurso estilístico o un vicio de lenguaje?

El pleonasmo: ¿es realmente válido utilizar este recurso?

En el amplio abanico de recursos estilísticos y figuras retóricas que enriquecen la escritura, el pleonasmo se alza como una técnica interesante y, a veces, polémica.

A lo largo de este artículo, exploraremos en detalle qué es el pleonasmo, cómo se utiliza en diferentes contextos literarios y comunicativos, y si es considerado un recurso válido o simplemente un vicio de lenguaje.

¿Qué es el pleonasmo?

El pleonasmo es una figura retórica que consiste en la repetición innecesaria de una idea o información que ya ha sido expresada en el contexto. En otras palabras, se trata de utilizar palabras o expresiones redundantes que no aportan un significado adicional, sino que repiten lo ya dicho de forma superflua. Esta figura retórica puede surgir por diversas razones, como énfasis, reiteración, estilo o simple descuido.

Por ejemplo, en la frase “sube para arriba”, la palabra “arriba” es redundante, ya que la dirección de “subir” implica un movimiento ascendente. Otro ejemplo clásico de pleonasmo es la expresión “bajó para abajo”, donde “abajo” se repite de forma innecesaria.

El pleonasmo en la literatura y la comunicación

El pleonasmo puede tener diferentes funciones en la literatura y la comunicación, y su uso puede variar dependiendo del contexto y la intención del escritor o hablante. A continuación, exploraremos algunas formas en las que el pleonasmo se utiliza en estos ámbitos:

  • Énfasis: En ciertos casos, el pleonasmo se emplea para enfatizar una idea o reforzar un mensaje. Al repetir una palabra o expresión, se busca destacar su importancia y lograr un impacto más fuerte en el receptor. Por ejemplo, en el verso “yo te amo con amor del alma” de un poema romántico, la repetición de “amor” busca intensificar el sentimiento expresado.
  • Estilo literario: En la literatura, especialmente en la poesía y la prosa creativa, el pleonasmo puede ser utilizado como recurso estilístico para crear un efecto específico. Al repetir palabras o ideas, se busca darle musicalidad al texto, crear ritmo o evocar una atmósfera particular. Autores como Gabriel García Márquez y William Faulkner han utilizado el pleonasmo de manera intencional en sus obras para lograr efectos estéticos.
  • Expresiones coloquiales: En el lenguaje coloquial, es común encontrar pleonasmos que se han arraigado en el habla cotidiana y se utilizan de forma natural. Estas expresiones redundantes, como “subir para arriba” o “entrar para adentro”, forman parte de la idiosincrasia de ciertas regiones y son aceptadas en el contexto comunicativo informal.

El pleonasmo como vicio de lenguaje

A pesar de su uso intencional y válido en ciertos contextos literarios, el pleonasmo también puede ser considerado un vicio de lenguaje cuando se emplea de manera incorrecta o excesiva. En la comunicación escrita y oral, el uso excesivo de pleonasmos puede generar confusión, redundancia innecesaria y afectar la claridad del mensaje. Además, puede transmitir una sensación de descuido o falta de dominio del idioma.

Es importante tener en cuenta que la efectividad del pleonasmo depende del contexto y la intención comunicativa. En algunos casos, puede aportar énfasis y belleza estilística, mientras que en otros puede ser percibido como una falta de precisión o una repetición innecesaria. Por tanto, es fundamental utilizarlo con criterio y saber adaptarlo a cada situación.

5 ejemplos de la antonomasia en obras clásicas

En la literatura, el pleonasmo ha sido utilizado de manera intencionada y efectiva en numerosas obras clásicas, añadiendo énfasis y estilo a la narrativa. A continuación, te presentaré cinco ejemplos de pleonasmo en novelas clásicas que demuestran su uso y efecto en la literatura:

  1. En “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez, encontramos el pleonasmo “el silencio sepulcral”. Este recurso se utiliza para enfatizar la ausencia total de sonido, creando una sensación de quietud opresiva que refuerza la atmósfera en ciertos momentos cruciales de la historia.
  2. En la célebre novela “Don Quijote de la Mancha” de Miguel de Cervantes Saavedra, el autor utiliza el pleonasmo “lágrimas llorosas” para describir el estado emocional de un personaje que está llorando. Esta redundancia resalta la tristeza profunda y la intensidad del momento, transmitiendo al lector la carga emocional de la escena.
  3. En la obra gótica “Drácula” de Bram Stoker, se utiliza el pleonasmo “oscuridad tenebrosa” para describir la oscuridad sobrenatural y amenazante que envuelve la presencia del famoso vampiro. Esta combinación de términos intensifica la atmósfera siniestra y aterradora, sumergiendo al lector en el mundo del horror.
  4. En “Orgullo y prejuicio” de Jane Austen, encontramos el pleonasmo “brillante claridad”. La autora utiliza esta expresión para describir la luz radiante del sol, creando una imagen vívida y luminosa en la mente del lector. La combinación de los términos “brillante” y “claridad” realza el resplandor y la belleza del día, añadiendo un matiz sensorial a la descripción.
  5. En la icónica novela “Frankenstein” de Mary Shelley, se emplea el pleonasmo “eterna inmortalidad” para describir la naturaleza inmortal del monstruo creado por el protagonista. Esta redundancia refuerza la idea de una vida sin fin y subraya el aspecto sobrenatural y trascendental del personaje, destacando su condición única en el mundo literario.

Estos ejemplos demuestran cómo el pleonasmo ha sido utilizado por escritores talentosos en obras clásicas para crear efectos estilísticos y comunicar ideas específicas de manera impactante. A través de la combinación de palabras redundantes, estos autores logran cautivar a los lectores y enriquecer la experiencia narrativa, demostrando el poder de esta figura retórica en la literatura.

¡Aprovéchalo con cuidado!

El pleonasmo es una figura retórica que puede utilizarse de manera intencional y efectiva en la literatura y la comunicación. Su empleo puede agregar énfasis, estilo o ritmo a un texto, pero también puede convertirse en un vicio de lenguaje si se utiliza de forma incorrecta o excesiva.

Como escritores y comunicadores, es importante comprender el poder del pleonasmo y saber emplearlo de manera adecuada para enriquecer nuestro mensaje y cautivar a nuestros lectores.

Recuerda que el dominio del lenguaje nos permite jugar con las palabras, pero siempre buscando la claridad y la coherencia en nuestra expresión.

Si quieres conocer otros recursos literarios, entra en este artículo para aprender sobre el oxímoron. ¡No te lo pierdas!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *