¿Cómo construir una sociedad ideológica en una historia?
¿Cómo construir una sociedad ideológica que tenga sentido?
Si algo nos demostró el siglo XX es que la ideología es algo extremadamente peligroso que fácilmente puede llevar a la violencia y el genocidio… pero también que es algo de lo que difícilmente se podrá escapar el ser humano. Es por esto que muchos escritores se han dado la tarea de introducir una sociedad sociedad ideológica en su trabajo.
Estas sociedades suelen ser aterradoras o, por lo menos, interesantes y solo por eso vale la pena que aprendas más sobre ellas. ¡Descubre todo sobre el tema con este artículo!
¿Qué es una sociedad ideológica?
Una sociedad ideológica es una civilización cuyas creencias, sistema moral y funcionamiento social gira en torno a una o varias ideas rígidas y virtualmente inamovibles.
Uno de los mejores ejemplos de estas sociedades proviene del legendario escritor George Orwell, en particular por su libro 1984, donde popularizó este concepto narrativo, hasta el punto de convertirlo casi en su propio género.
Nota: las sociedades ideológicas no son exactamente lo mismo que las sociedades orwellianas. En realidad, las sociedades orwellianas son un tipo de sociedad ideológica que, además de presentar una ideología rígida, también maneja un sistema gubernamental tiránico y de extrema vigilancia. Dicho de otra forma, es posible tener una sociedad ideológica que no sea orwelliana, pero es imposible tener una sociedad orwelliana que no sea ideológica.
Otras sociedades de este estilo pueden ser Panem de Los Juegos del Hambre o los Banuk de Horizon Zero Dawn.
Estas sociedades, por su rigidez moral y filosófica, son ideales para construir contextos asfixiantes y prohibitivos donde los personajes se ven forzados a dejarse someter o a rebelarse contra lo que los rodea.
Por supuesto, esto ocurre siempre y cuando el escritor entienda el propósito de estas sociedades y las construya correctamente.
¿Qué tiene de especial y cómo construirla?
Las sociedades ideológicas son civilizaciones simplificadas que se enfoquen en los aspectos más tiránicos de la sociedad que hacen que el individuo se sienta “atrapado”. Representan el fenómeno social que ataca a cualquier ser humano que forma parte de una masa social de gran tamaño que lo convierte en poco más que un engranaje en una inmensa maquinaria.
En distintos niveles, toda civilización produce esta sensación en sus miembros y las sociedades ideológicas sirven para explorarla.
Quizás te frustra la rigidez religiosa de tu sociedad, el énfasis en ciertos conflictos morales en lugar de otros, las expectativas que se sitúan en los individuos desde que nacen, la filosofía que rodea el entorno laboral o tal vez la obscena manipulación de los medios de comunicación.
Todos estos elementos pueden ser fácilmente presentados a través de las sociedades ideológicas y llevados al extremo SIN PERDER el realismo, siempre y cuando se construyan bien.
Ahora, aunque quizás suene un poco contraintuitivo, las sociedades ideológicas no tienen que ser “lo peor” necesariamente. Es perfectamente factible tener una sociedad ideológica que es funcional, siempre y cuando también explores el aspecto de la ideología que la hace imperfecta.
Un ejemplo muy claro lo tenemos en Moana, donde Motunui es un pueblo que vive claramente bajo el dogma de “la isla todo nos lo da” y, por lo tanto, lo que no esté en la isla no es bueno o no lo necesitamos.
El tema es que Motunui es un paraíso siguiendo esa premisa, lo que hace que sus habitantes puedan fácilmente creer que es completamente cierta. Por supuesto, esta ideología (como toda ideología) está incompleta, y la rebeldía de Moana termina siendo lo que salva a Motunui.
Esto es importante porque con mucha facilidad los escritores crean sociedades ideológicas que tienen tantos agujeros y huecos que genuinamente te preguntas cómo rayos pueden existir personas que la apoyen si no obtienen nada a cambio.
A su vez, también hay otros escritores que no se toman lo suficientemente en serio las premisas de la sociedad que construyeron, haciendo que tengan inconsistencias groseras que no tienen ningún sentido con lo que han presentado hasta el momento.
Un ejemplo de esto lo vemos en el DLC de Horizon Zero Dawn con los Banuk, un pueblo que tiene como filosofía celebrar la fuerza por encima de todo lo demás. Por supuesto, como te podrás imaginar, esto da lugar a muchas situaciones misóginas en las que las mujeres tienen que constantemente rebelarse contra una sociedad patriarcal y machista… o por lo menos eso nos dicen los personajes.
En realidad, los Banuk no solo tienen mujeres ocupando MUCHAS de las posiciones de poder, sino que varias de ellas han alcanzado status de leyenda como guerreras. De hecho, ¡la figura central de la mitología es una valiente mujer que fue la precursora de los grandes cazadores del presente!
Entonces… ¿esperas que crea que esta sociedad no aprecia a las mujeres, especialmente considerando que toda su filosofía gira en torno a que la fuerza, independientemente de donde provenga, debe ser valorada, y que en el centro de sus creencias se encuentra una figura femenina?
En este caso, parece que los escritores quisieron simultáneamente hacer un comentario sobre el patriarcado sin dejar a un lado el concepto de “girl power”, lo que da lugar a una sociedad sin mucho sentido y temáticamente disonante.
Si quieres que tu sociedad ideológica tenga sentido, tienes que llevarla hasta sus últimas consecuencias, no puedes meterle huecos para favorecer o desfavorecer alguna posición política.
Si tu sociedad ideológica considera que lo más importante es mantener a su población segura, sin importar el medio que se utilice, quizás te convenga construir una civilización como la Ba Sing Se de Avatar.
Esta filosofía la vemos reflejada en cada uno de los aspectos de la civilización. Por ejemplo, los ciudadanos más belicosos son expuestos a un lavado de cerebro para que se olviden de la guerra que se está librando fuera de sus murallas, la policía está más pendiente de la filtración de rumores que de detener crímenes reales y la ciudad está rodeada de una inmensa y poderosa muralla que explica la facilidad con la que sus líderes se conforman con sentarse cruzados de brazos mientras el mundo exterior arde.
La sociedad ideológica, al final del día, está poseída por una idea que domina cada aspecto de su estructura, y no puedes construirla sin tratar de pensar como ellos.
A la hora de establecer estas sociedades en tu historia, debes tener presente cuatro conceptos sencillos:
- ¿Cuál es la ideología central de la sociedad?
- ¿Cómo afecta el orden social? Es decir, ¿cómo la viven las personas comunes y aquellos en posiciones de poder?
- ¿Qué ocurre con aquellos que se oponen a la idea central o la cuestionan?
- ¿Cómo se ata todo eso a la trama central de la historia y los arcos de los personajes?
Sé que estás acostumbrado a que profundice más este tipo de listados, pero en el caso de las sociedades ideológicas simplemente debes considerar por tu cuenta esas preguntas.
Esto puede ser muy complicado o extremadamente sencillo, dependiendo de la sociedad que vayas a construir, pero el punto es que lo ocupas si quieres que tu sociedad idoelógica esté bien construida.
¡Y con eso acabamos! Si te quedó alguna duda o quisieras agregar algo al artículo, ¡puedes hacerlo en los comentarios!