Joker: una clase maestra sobre cómo construir un arco inverso de personaje
Joker: una clase maestra sobre cómo construir un arco inverso de personaje
A veces me cuesta entender las críticas que recibe Joker de parte de supuestos expertos, que se nota que, en lugar de ser evaluadores de arte, son promotores de una ideología que los domina por completo.
Para mí es completamente inexplicable que los críticos le den a Joker un 69% en Rotten Tomatos y un 91% a The Last Jedi, dos películas que se encuentran en polos opuestos de calidad narrativa y artística.
A ver, entiendo que cada quién puede tener sus preferencias y se respeta, ¡pero se supone que son críticos! No les debería importar el género del protagonista, ni la ideología que representa o critica, sino la estructura narrativa de la obra y la forma en la que utiliza estos elementos para presentar su temática.
Ya he hablado a fondo sobre por qué The Last Jedi es un ejemplo perfecto de cómo NO debes hacer historias, por lo que quisiera enfocarme hoy en Joker, y cómo estos escritores nos pueden enseñar a construir uno de los arcos principales más complejos que existen: el arco inverso de personaje.
Si quieres aprender más sobre este concepto, ¡no dejes de leer!
¿Qué es un arco inverso de personaje?
Bueno, obviamente, la primera pregunta que deberíamos responder es “¿qué es un arco inverso de personaje?”.
Pues, como te podrás imaginar si viste la película, un arco inverso es aquel donde el personaje, en lugar de crecer en virtud y moralidad, crece en maldad y vicios, y esto es considerado como algo positivo por el mismo personaje.
Existen muchas historias con este tipo de arcos de personaje, como es el caso de Michael en El Padrino, Light en Death Note, o Lucifer en Paraíso Perdido, pero no es nada fácil construir este tipo de historias.
Uno de los mayores retos que presenta es que los símbolos deben tener un balance perfecto entre buenos y malos, la historia debe ser manejada con extrema honestidad y debe haber tanto razones externas como internas para que el personaje en cuestión se suma en la maldad.
Es decir, si bien debe quedar claro el cambio moral del personaje, deben existir justificaciones que te demuestren que cualquier persona, en la misma situación, podría convertirse en un monstruo igual o peor.
Para lograr esto, es necesario que existan varios elementos cruciales para que el arco tenga sentido narrativo y temático, lo que nos lleva al siguiente punto.
Elementos que construyen un arco inverso
Estos elementos siguen las reglas de los 7 pasos de la estructura narrativa de John Truby, pero están dirigidos específicamente a la construcción de un arco inverso de personaje.
¡Aquí te van!
Una terrible debilidad
Lo primero que hace la película de Joker es establecer claramente cuáles son las debilidades de nuestro personaje principal.
En la primera escena de la película, somos expuestos por primera vez a las desquiciadas noticias de Ciudad Gótica: montañas de basura, producto de una huelga, que están aumentando la cantidad de enfermedades y han llegado al punto de que hay locales a los que no se puede ingresar y calles por las que no se puede transitar.
La cámara hace un acercamiento lento hacia Arthur mientras una música ominosa apenas se escucha al fondo, y vemos cómo nuestro personaje fuerza una sonrisa con sus manos y llora de frustración.
Luego tenemos la escena con la psicóloga social, alguien a quien no le puede importar menos los problemas de Arthur ni es capaz de escuchar sus ruegos de ayuda. Además, somos expuestos a la enfermedad de nuestro protagonista, que hace que se ría cuando se pone nervioso.
Finalmente, vemos como unos niños roban su cartel mientras trabajaba, lo emboscan y luego proceden a patearlo mientras está en el suelo.
Ahí, la película nos muestra qué clase de persona es Arthur: un hombre abrumado por la sociedad en la que vive, con trastornos psicológicos y emocionales, y débil y vulnerable al que, cuando está en su hora más baja, simplemente lo atormentan más.
Esto es vital para la construcción de un arco inverso de personaje, porque es lo que nos permitirá identificar todas las formas en las que el protagonista evolucionó a lo largo de la historia (aunque ya hablaremos de eso más adelante).
Una necesidad abrumadora
Otra cosa importante, es darle al personaje necesidades claras. De nada sirve que tenga debilidades, si estas no representan un problema genuino para él, algo que lo destruirá si no hace algo al respecto.
Es decir, si tienes un personaje que creció sin padres, este debe presentar la necesidad de conocerlos hasta el punto de que, si no lo hace, estará permanentemente roto.
Eso sí, la diferencia entre un arco de personaje normal y un arco inverso, es que en el primero, la necesidad se erradica satisfaciéndola; en el segundo, se erradica invirtiendo los valores del personaje de forma que su necesidad se voltee sobre sí misma y ya no sea algo que quiere, sino que es un recuerdo odioso de su estado anterior; un estado que ahora le parece patético y humillante.
En el caso de Joker, estas necesidades quedan perfectamente expuestas con esa escena en la que nos metemos de lleno en la imaginación de Arthur, y lo vemos participar en el programa de Murray.
Ahí, Arthur nos muestra que lo más quisiera es que las personas lo vean, ser el centro de atención aunque sea por un tiempo, quiere que la gente lo comprenda y valore sus esfuerzos y, además, encontrar una figura paterna que llene el agujero de su corazón.
Todas estas son necesidades nobles y empáticas, que nos permiten entender que Arthur, por lo menos en este punto de la historia, no es una persona malvada, sino alguien que sufre profundamente.
Es vital que esto forme parte de la historia porque de esa forma podemos ponernos en sus zapatos y entender su evolución progresiva hacia la demencia.
Un deseo posible pero lejano
Ahora, una realidad de las historias es que la trama no puede avanzar sin que el personaje tenga un deseo, algo que alcanzar. Ya sea salvar a su amada, alcanzar una promoción en el trabajo o llegar al fin del mundo, la trama necesita una guía para poder desarrollarse.
Por supuesto, en el caso de un arco inverso de personaje, debe existir un deseo que sea posible de alcanzar, pero que esté lo suficientemente lejos del protagonista para que se sienta imposible o que tendría que romper demasiado su brújula moral para alcanzarlo.
Arthur tiene dos deseos principales que mueven una buena parte de la trama: convertirse en comediante y encontrar a su papá biológico.
Por supuesto, como toda buena historia, estos deseos no son más que los vehículos narrativos que utilizan los escritores para llevar el arco de personaje y crear las situaciones necesarias que guiarán al protagonista a lo largo de la obra, pero es importantísimo incluirlos y darles relevancia temática.
¿Cómo haces eso? Pues, asegurándote que esté relacionado con la debilidad y necesidad del personaje y, de cierta forma, representen una resolución para esos conflictos.
En un arco normal, esto suele llevar al personaje a tener un aprendizaje que mejora su vida, pero en un arco inverso, este deseo debe hundirlo más a medida que intenta alcanzarlo, su situación debe empeorar en todos los sentidos: moral, interpersonal, psicológico y físico.
Un punto de inflexión poderoso
Las historias con un arco inverso suelen caracterizarse por tener un tono particularmente oscuro, pero eso no es suficiente para indicar que el personaje debe caer en la perdición moral.
Realmente, lo que marca esta evolución debe ser una escena con un fuerte contenido simbólico, que represente de manera clara el momento en el que algo se quiebra dentro del personaje y lo arroja en una espiral hacia el infierno.
En el caso de Arthur, este momento llega cuando asesina a los ricachones de Wall Street que lo golpeaban. Esta parte es genial, porque es un reflejo de la escena inicial donde Arthur es golpeado por los niños y pateado mientras está en el suelo, solo que ahora decide hacer algo al respecto.
Esta respuesta primero asusta al Joker, como sucedería con cualquier otra persona, sin embargo, en cuanto huye y se calma en el baño, en lugar de sentirse atormentado o culpable, por primera vez se siente libre, poderoso y seguro de sí mismo.
La película nos transmite esto con el baile extraño que hace, ya que bailar es un símbolo que representa la libertad y el amor propio. De la misma forma, el hecho de que (en su mente) el incidente le diera la confianza necesaria para ir en busca del interés romántico de la historia, no transmite que (además de sentirse excitado por lo sucedido) ahora tiene una percepción distinta de sí mismo, como alguien capaz y valioso.
En pocas palabras, este punto de inflexión es el momento en el que Arthur empieza a corromperse, porque romper las reglas de la sociedad no solo lo salvó del abuso, sino que le transmitió cosas buenas que había sido incapaz de adquirir de otra forma.
Esta escena también nos demuestra el profundo resentimiento y odio de Arthur, y nos muestra que debajo de toda esa actitud inofensiva y victimizada, hay un monstruo esperando descargar su ira contra el mundo que lo desprecia.
Los puntos de inflexión en estos arcos siempre deben ser así de poderosos, porque si bien es cierto que convertirse en alguien mejor es difícil, convertirse en un auténtico demonio es menos justificable, y necesitas que exista una fuerte justificación para que tu personaje se rompa.
La ruptura (o corrupción) de los pilares que sostienen al individuo
Ahora que tenemos nuestro punto de inflexión, es hora de que vayamos preparando el camino que llevará al completo desastre a nuestro personaje, y la única forma de lograr esto, es por medio de la destrucción o corrupción de los pilares que sostienen a una persona.
Estos pilares, desde el punto narrativo, son cinco:
- Salud mental;
- Trabajo y carrera;
- Familia;
- Relaciones interpersonales (amigos y pareja);
- Fe (no necesariamente religiosa; simplemente tiene que ser algo en lo que el personaje cree con toda su alma).
A medida que avanza la película, nuestro protagonista poco a poco recibe golpes terribles que asesinan cada uno de estos pilares.
- Su salud psicológica se rompe cuando el servicio social que lo atendía es cerrado, y tanto su acceso a la medicina como la psicóloga se rompe.
- Pierde su trabajo y su carrera de comediante se ve arruinada por Murray.
- Sus prospectos familiares se vuelven un chiste de mal gusto cuando se entera de que no solo Thomas Wayne no es su padre, sino que su madre tampoco es su madre. Esto solo se vuelve más ridículo cuando las circunstancias no permiten ver si todo esto es verdad, o es una mentira elaborada de Wayne.
- Sus relaciones interpersonales desaparecen cuando descubre que su novia no era más que un invento de su mente, solamente alguien más que no quiere tener nada que ver con él.
- Y su fe en lo único que lo sostenía, su madre, se despedaza cuando él mismo la asesina, culminando finalmente su caída en el infierno.
La película incluso expone esta transformación con un símbolo genial, que es la escena en la que el Joker se mete en el refrigerador. Quizás te habrá parecido extraña al inicio, pero seguro una parte de ti la comprendía, porque entendías que Arthur estaba buscando el frío y la oscuridad ahora que se encontraba tan apartado de la humanidad.
Una autorrevelación negativa
El aprendizaje del Joker en la película cumple el mismo propósito que en cualquier otra historia, pero su naturaleza negativa es lo que la separa de los arcos de personaje más comunes.
En lugar de tener una autorrevelación que le muestra el error de su camino, esta autorrevleación le demuestra que no tiene sentido mejorar, que lo correcto es apoderarse de ese lado oscuro que tiene y dejarse llevar. Estos personajes llegan a la misma conclusión que Satanás en Paraíso Perdido: “es mejor ser rey en el infierno, que esclavo en el cielo”.
Ahora, lo más importante de este elemento es que sea una decisión del personaje. Debe tener agencia en lo que sucede y adoptar una filosofía de vida que sea congruente con la autorrevelación.
Después que asesina a su madre (el momento clave en el que el personaje cambia finalmente su esquema de valores), Arthur se propone causar la mayor cantidad de caos y dolor posible, porque se dio cuenta que su vida, y por ende la de los demás, no es más que un chiste.
Esta es la parte de su arco en la que deberíamos entender que se convirtió en el villano de la historia. Si bien podemos entender su caída y que no todo es culpa de él, si los escritores manejaron la obra con honestidad, nuestro personaje principal también tendrá algo de responsabilidad.
La llegada al punto sin retorno
Este, por supuesto, es el clímax de la película, el momento en el que nuestro personaje hace algo tan terrible que no hay forma de que pueda volver a ser quien era.
En el caso de Anakin Skywalker, en las precuelas de Star Wars, este sería el momento en el que Anakin asesina a Padme. En el caso de Joker, es cuando, en lugar de suicidarse, decide que la sociedad debe pagar por lo que le hizo, y mata a sangre fría a Murray.
Lo interesante de esta película es que no maneja a Murray como un completo despiadado, sino como una persona que, si bien está muy interesada en que su programa tenga altos ratings, es capaz de tratar a los demás con gentileza.
Cuando Arthur pide hablar con él, Murray lo trata bastante bien, e incluso accede a llamarlo “Joker” como él pidió. Es ameno y gentil, algo que pocos personajes mostraron a lo largo de la película, incluyendo a nuestro querido Alfred.
Pero Arthur ya es incapaz de ver a Murray como individuo, sino como parte de la masa de gente que lo maltrata, se burla de él y lo antagoniza. Él ya no es una persona, sino una representación del sistema que lo oprime, al igual que todos los demás.
Así, Arthur se vuelve un símbolo del caos, un ente de la violencia que luego es adoptado por las masas ideológicas porque son incapaces de identificar su propia culpa en el sufrimiento de este hombre.
Ellos creen que se trata de la lucha de ricos contra pobres, pero tanto ricos como pobres trataron monstruosamente a Arthur; tanto unos como otros lo ignoraron, le mintieron, lo maltrataron y humillaron.
Es por algo que en las escenas que Arthur es pateado mientras está en el suelo, en una los atacantes son niños pobres de la calle, y en la otra son hombres adultos con recursos económicos; es por algo que tanto Thomas Wayne como su madre lo lastimaron; que tanto su compañero de trabajo como Murray se aprovecharon de él.
La película no nos está diciendo que la medida de la bondad de una persona está en la cantidad de recursos que tiene, sino en su calidad humana.
La autorrevelación del Joker es burlarse de que esta idea siquiera existe, y demostrarlo regocijándose en los idiotas violentos que lo siguen, poniendo una sonrisa de sangre al final.
Todo es un chiste para Arthur, pero nadie está tan desquiciado como él para entenderlo.
Joker es una obra maestra
¡Y listo! Estos son los elementos que utilizó Joker para crear este arco inverso de personaje tan espectacular.
Es una lástima que existan personas que por sus afiliaciones políticas o una mente cerrada, sean incapaces de ver realmente el mensaje profundo de esta historia: la maldad del mundo, de una forma u otra, es responsabilidad de todos.
Cada persona que has ignorado, todo ser al que has bulleado o humillado, cada individuo al que has vapuleado e insultado cuando lo que necesitaba era cariño y comprensión, es tu responsabilidad. Si ellos se rompen bajo el yugo de sus propias deficiencias y el de la sociedad, tú tienes parte de la culpa.
Puedes estar en desacuerdo con ese mensaje, y está clarísimo que la película te puede gustar o no, pero la labor artística está ahí, para que cualquiera evalúe este tipo de situaciones y determine el mejor camino. ¡Eso es lo que toda obra de arte debe hacer!
Espero que este artículo te haya gustado. Si es así, probablemente te guste este que habla sobre “Cómo utilizar el sufrimiento como herramienta narrativa”. ¡No te lo pierdas!