7 tips para construir un lore interesante

Si estás trabajando en una historia de fantasía o de sci-fi, es muy probable que haya mucho desarrollo de mundo en tu obra y, si eso es así, entonces construir un lore interesante seguramente está muy alto en tu lista de tareas.

Ese es un reto inmenso que quizás te tome una descomunal cantidad de horas y de páginas que quizás jamás incluyas en tu obra original, pero te ayudará como no tienes una idea a crear algo especial y único.

Cada universo fantástico es distinto y cada lore tiene particularidades propias, pero existen algunos tips generales que te ayudarán a construir algo coherente e interesante.

¡Sigue leyendo y conoce 7 de ellos!

1. Desarróllalo a la par de tu escaleta de la trama

Si no tienes tu trama estructurada en un documento, entonces deja de leer este artículo de inmediato y ponte a trabajar en eso, porque será increíblemente difícil que el lore te salga bien si ni siquiera sabes a dónde quieres llevar la historia.

Ahora, si ya la tienes o la estás trabajando, entonces estás en el momento ideal para empezar a desarrollar el pasado de tu universo, es decir, todos los eventos importantes que han marcado el curso de la historia antes de que la obra oficial comience.

Es un ejercicio genial trabajar tu lore junto con la escaleta de la trama, porque tú mismo adquirirás un entendimiento muchísimo más profundo del universo en el que tus personajes viven, y eso te dará una perspectiva amplia, que llenará de idiosincrasia el relato y construirá un mundo que tus lectores sentirán vasto y misterioso.

2. Piensa en el mundo, no en el protagonista

Sobre todo cuando estamos escribiendo nuestra primera novela, es muy común que tratemos de vivir una fantasía propia a través de nuestro protagonista. Si este sentimiento es muy fuerte en ti, entonces, a la hora de trabajar el lore, es muy probable que termines colocando a tu personaje principal como el centro del universo, en lugar de construir un mundo en el que él o ella habita.

Eso es un error garrafal, porque harás que tu universo se sienta pequeño y falso. Es muy difícil de creer que un mundo complejo y grande realmente gire en torno a una sola persona o a una sola familia, pero más allá de eso, le quita peso a todo lo que está fuera de la trama central.

Por ejemplo, Tolkien construyó probablemente el lore más complejo y vasto de la historia e impregnó cada una de sus obras con él, y el núcleo de la riqueza de su universo es justamente que ese lore tiene cientos de personajes que salen y entran del relato, cada uno con una vida propia, motivaciones únicas y hazañas y tragedias irrepetibles.

Frodo podrá ser el protagonista de El Señor de los Anillos, pero lo cierto es que él no es más que una pieza en el tablero y ni siquiera es la que tiene más prestigio. Vamos, su raza apenas se menciona en el Silmarillion, el libro que detalla todos los eventos significativos que ocurrieron en la Tierra Media cuando Sauron no era más que el sirviente de otro ente muchísimo más cruel y poderoso.

Esto es justamente lo que le da al lore de Tolkien su profundidad, porque cada una de sus novelas se siente como otra página en las memorias del mundo, lo cual, implícitamente, nos dice que grandes cosas sucedieron y sucederán, y no podemos evitar sentirnos fascinados por ese universo ficticio.

3. Asegúrate que los eventos del pasado tienen repercusiones en el futuro

Por supuesto, el chiste de escribir un lore es construir un contexto interesante para la estructura del mundo en el que se desarrolla tu obra. Dicho esto, si bien está bien “dar contexto”, este jamás se sentirá real si no hay consecuencias claras y prácticamente inamovibles a los eventos del pasado.

Con esto me refiero a cicatrices en la tierra, a conflictos políticos y sociales pesados, a guerras que cambiaron el balance del poder, etcétera.

El lore nunca debe ser una serie de “datos curiosos”, sino una recopilación histórica de todo lo que le ha dado forma a tu mundo. Tiene que sentirse como si estuvieras leyendo sobre la Revolución Francesa o la Segunda Guerra Mundial.

Así como estos eventos marcaron un antes y un después en el mundo real, también los grandes acontecimientos de tu lore deben tener consecuencias latentes e importantes.

4. No lo hagas todo de golpe

Construir un lore coherente y bien estructurado toma muchísimo tiempo y es una ardua tarea que requiere un inmenso nivel de concentración.

Desde cierto punto de vista, no se compara con construir una novela porque, aunque no necesitas detallar con tanta meticulosidad, lo cierto es que hay demasiados elementos y personajes que necesitas considerar al mismo tiempo.

Por esa razón, no te apresures. Trabaja con calma y a tu ritmo. Escribe poco a poco, pasando de una era a otra a medida que lo encuentras necesario.

Toma notas de los nombres de los personajes que introduces, de los reinos que aparecen, las guerras que se llevan a cabo y relee constantemente lo que has escrito, analizando si realmente tiene sentido la progresión de sucesos.

El lore debe ser algo vivo que evoluciona, algo que realmente nunca terminas del todo. ¡Así que no hay por qué hacer las cosas al aventón!

5. No tengas miedo a hacerle ajustes si lo ves necesario

Como mencioné arriba, el lore es algo vivo que evoluciona constantemente y por eso no te debe asustar hacerle cambios y ajustar ciertos detalles que no son congruentes con tu novela.

Créeme que, a medida que avances, verás que tu lore necesita una cantidad descomunal de detalles y justificaciones; tantas, de hecho, que lo más probable es que haya muchas lagunas que solo notarás cuando vuelvas a leerlo tiempo después, y las lagunas también son un perfecto nido para las incongruencias narrativas.

Necesitas cortar todos esos errores de tajo, incluso si eso te obliga a quitar algo particularmente emocionante que se te ocurrió. Lo que más importa es el realismo del mundo. De lo contrario, ¿para qué trabajar en el lore?

6. Respeta todo aquello que esté presente en tus escritos oficiales

Aquí te va una regla de oro con respecto al lore: una vez que la información sale y tus lectores la tienen, necesitas respetarla a muerte, lo mismo sucede si incluyes uno que otro fragmento en alguna de tus historias.

Por esa razón, no te recomiendo que publiques tu lore hasta que estés 100% seguro de que está como lo quieres. Tolkien jamás publicó estos escritos en vida, sino que su hijo, después de mucha investigación por las cartas y notas de su padre, fue el que armó el lore de la Tierra Media y lo compartió con el mundo.

Lo más interesante es que Tolkien jamás acabó y todavía hay muchas cosas que no sabemos sobre su mundo, pero eso es parte de la magia.

Verás, aunque tú como escritor necesitas conocer a profundidad el contexto de tu universo, los lectores se deleitan con el misterio y hay veces en las que simplemente hacer alusión a un gran evento del pasado es mejor que explicarlo con peras y manzanas o darle su propio libro.

Dicho esto, cualquier cosa que plasmes en tus escritos oficiales, debes considerarlo tallado en piedra. No hay nada peor para la congruencia de un universo fantástico que el constante retcon o retrocontinuidad de lo que ya está establecido.

Hay veces en las que puede ser una subversión de expectativas interesante, pero como regla general es una avenida rápida a la ruptura del mundo y su estructura central.

7. Deja que te enamore

Y como último tip, lo que te recomendaré es que dejes que escribir el lore de tu mundo te enamore. Esta tarea debe ser emocionante y apasionante, donde tú mismo eres capaz de apreciar la belleza y la tragedia de la historia de tu universo.

Te dará una perspectiva inceíble, porque podrás ver como las tragedias más terribles de tu lore, también dan lugar a los eventos más heroicos y sublimes que se han visto jamás.

Disfruta esos momentos, transmite tu admiración y cariño por tu mundo, y créeme que tu lector será capaz de sentirlo también.

¡Y esos fueron los 7 tips que quería compartirte! Ojalá te ayuden a construir un lore espectacular e interesante.

Si te gustó el contenido o tienes alguna duda, ¡déjame un comentario! ¡Con gusto te responderé!