La compasión como elemento narrativo

Yo amo las historias por muchas razones, y una de las más importantes es sin duda la forma en la que te pueden ayudar a explorar una idea de una forma profunda e interesante, permitiéndote interpretar mucho mejor lo que representa en la vida humana.

En este sentido, la compasión es una idea extremadamente atractiva porque es precisamente la clase de concepto que todos creemos comprender hasta que una historia la pone realmente en perspectiva y nos hace replantearnos lo que significa.

Por supuesto, esto solo puede suceder si el escritor en cuestión es capaz de entenderla a fondo como elemento narrativo. Si te interesa descubrirlo, ¡este artículo es para ti!

¿Qué es la compasión?

La compasión es un sentimiento que nos impulsa a aliviar el dolor o padecer de alguien. Es algo que nos nace cuando vemos a un perrito hambriento en la calle o cuando vemos llorando a nuestro estoico papá.

El pecho se nos aprieta y sentimos la necesidad de ayudar como sea posible.

Como te podrás imaginar, la compasión es algo que nos ayuda a ser más generosos y abnegados, y es por eso que la mayoría de las personas la considerarían como algo extremadamente deseable, algo de lo que nunca puedes tener suficiente.

Sin embargo, las cosas no son tan simples, porque la compasión también puede tener motivaciones egoístas, porque puedes ayudar a alguien simplemente porque no te gusta la sensación que transmite verlo mal, sin considerar realmente si tu ayuda es bienvenida o siquiera útil.

Además de eso, la compasión puede ser dirigida a uno mismo, fácilmente transformándose en un desdén por el prójimo o, peor todavía, victimización.

Y, por si fuera poco, la compasión también puede tener consecuencias negativas en el futuro, porque es un sentimiento que muchas veces supera la razón y la ignora de forma voluntaria.

En resumen, no es algo que siempre sea oportuno o moralmente correcto y si quieres que tu historia la maneje de forma profunda, necesitas entenderlo.

¿Cuál es su propósito en las historias?

En una historia, la compasión tiene el propósito de marcar un curso de acción para los personajes que no está definido por un fin racional, sino meramente emocional.

Esto es muy importante, porque cuando la motivación es principalmente sentimental, es mucho más difícil para el personaje cambiar. La lógica racional no forma parte de su argumento y por lo tanto no tiene sentido discutir en ese campo.

Dicho de otra forma, la compasión es un elemento ideal para crear arcos de personaje fuertemente enfocados en el crecimiento interno del personaje o establecer motivaciones virtualmente inamovibles que generen conflicto entre los personajes.

Uno de los mejores ejemplos de esto sucede en Buscando a Nemo, donde Marlin es sobreprotector con su hijo por el trauma que vivió en su pasado y la discapacidad que tiene en su aleta.

Esto provoca que Nemo genere resentimiento con su padre, que sin querer le hace sentir inútil y débil, y provoca el momento que desata toda la trama de la película, obligando eventualmente a ambos personajes a evolucionar; dándole a uno un entendimiento más profundo de la compasión y al otro la habilidad de apreciar el cariño que esa protección demuestra.

¡No es por nada que esta historia nos cautivó tanto de pequeños!

¿Cómo construirla?

Ahora ya sabes qué es la compasión y cuál es su propósito en las historias. Lo único que te falta es aprender a construirla. ¡Sigue leyendo y descúbrelo!

Dale una verdadera razón para existir

Volviendo al ejemplo de Buscando a Nemo, es incuestionable que lo que hace Marlin no está bien. Bueno, para ser más exacto, no es que esté mal, sino que es racionalmente erróneo, porque está claro que él no puede proteger a Nemo para siempre y que, eventualmente, él tendrá que valerse solo.

Desde el punto de vista racional, lo que hace Marlin no tiene sentido, pero, aún así, nadie que haya visto la película pensaría que el personaje está mal construido o carece de lógica. ¿Por qué? Bueno, porque ver a tu esposa y a literalmente decenas de tus hijos ser brutalmente devorados es algo que probablemente te hará aunque sea un poco sobreprotector con el pequeñín que sobrevivió.

La compasión tiene una verdadera razón para existir y por eso es perfectamente creíble cuando el personaje se rehúsa a dejarla atrás. Como audiencia, entiendes su sentimiento y la fuerza que tiene, por lo que no te sorprende que la razón no sea capaz de ganar.

Si este elemento no estuviera presente, entonces el personaje compasivo se volvería extremadamente frustrante y fastidioso, porque no habría forma de generar empatía con él o ella.

Dale un costo

Uno de los problemas de actuar de acuerdo a un sentimiento compasivo es que, incluso cuando tiene el efecto deseado (resolver un problema), puede producir una sensación de moralidad falsa, haciendo que creamos que somos mejores de lo que en realidad somos.

Me refiero al hecho de que no es lo mismo ver a tu hermano hambriento y darle tu último pedazo de pizza cuando tú también tienes hambre, a dárselo cuando tú fuiste el que se comió los otros siete y ya estabas lleno.

Realmente, no hubo un sacrificio de tu parte y, por ende, la acción compasiva tiene muchísimo menos peso moral y simbólico.

Obviamente, no estoy diciendo que en la situación antes descrita debiste comerte la pizza entera. El punto es que mientras mayor sea el costo de actuar compasivamente, mayor poder tendrá como elemento narrativo.

Es algo así como en Aladdin cuando, después de arriesgar su vida por un pedazo de pan, el personaje decide dárselo a unos pequeños que estaban tan hambrientos como él. El gesto tiene muchísimo peso y nos habla volúmenes sobre la clase de persona que es Aladdin.

Otro buen ejemplo es en Los Miserables cuando Jean Valjean confiesa su crimen para que un hombre inocente no sea puesto en prisión injustamente o cuando toma a Cosette bajo su ala, dedicando su vida a ella de ese momento en adelante.

Si no tomas esto en consideración, jamás lograrás que la compasión tenga verdadero impacto narrativo.

Nota: por supuesto, aquí cabe destacar que es válido que tu intención sea precisamente demostrar que el acto compasivo en sí es falso o está repleto de malicia, como sucede en El Jorobado de Notre Dame cuando Frollo adopta a Quasimodo.

Dale consecuencias en la trama

Ahora, una cosa es el costo y otra es la consecuencia en la trama. Mientras uno representa lo que el personaje perdió o la responsabilidad que adquirió a raíz de su acción compasiva, el otro está más relacionado con la forma en que ese evento afecta la historia en el futuro.

Es algo mucho más relacionado con la trama y lo que permite que la escena en sí tenga relevancia para la historia. Esto puede aparecer de dos formas:

Conflicto entre los personajes: desarrolla la relación entre los personajes.

Desenlace dramático: produce consecuencias inesperadas que pueden ser tanto positivas como negativas.

Un ejemplo del primer punto sería nuevamente la relación entre Nemo y su padre, donde la compasión genera la ruptura inicial entre ambos.

En el caso del segundo, un ejemplo puede ser en Salvando al Soldado Ryan, donde perdonarle la vida a un soldado Nazi termina provocando que este vuelva y asesina a un camarada.

Estas consecuencias son lo que permitirá que la compasión trascienda en la historia y se pueda explorar a fondo, adquiriendo así verdadero peso artístico.

¡Y con eso acabamos! ¡Ojalá te haya gustado el contenido! Si fue así y quieres leer otro contenido parecido, ¡no te pierdas este sobre el sufrimiento como elemento narrativo!