La inteligencia artificial: el raciocinio como personaje
La inteligencia artificial en las historias: el raciocinio como personaje
En el género de la ciencia ficción no es nada extraño que una trama tenga una inteligencia artificial ya sea ejerciendo de villano o como personaje secundario destacado, y lo cierto es que eso tiene una muy buena razón de ser.
Si quieres hablar sobre cómo puedes utilizar este tipo de personajes para manejar explorar el raciocinio en una historia, ¡estás en el lugar correcto! ¡Sigue leyendo y descubre más!
La inteligencia artificial como personaje
Aunque no seas de los que utiliza a Alexa o a Siri con frecuencia, estoy seguro que entiendes la idea básica detrás de una inteligencia artificial en el mundo real. Las aplicaciones que esta tecnología puede tener para ayudar al ser humano son virtualmente infinitas, aunque eso también ha hecho que muchas personas (autores incluidos) se cuestionen si no hay otra perspectiva que analizar.
Está claro que la inteligencia humana es algo que nos hace especiales en comparación con el resto de las criaturas, pero también lo es el hecho de que no entendemos del todo lo que es. Aún así, queremos replicarla y someterla para nuestro “progreso” como especie y sociedad.
Es decir, estamos trabajando en crear algo que piensa, pero que no siente como un ser humano, y la realidad es que no tenemos idea de qué sucedería si lo lográramos.
Eso ha dado pie a algunas de las historias de ciencia ficción más intrigantes que existen precisamente porque podrías considerar esa carencia de sentimientos tanto algo bueno como algo malo, y esa dualidad puede ofrecer mucho valor narrativo.
Ahora, a diferencia de la mayoría de los elementos narrativos que exploramos en este blog, el raciocinio puede aparecer de forma directa en una historia por medio de un tipo de personaje particular: la inteligencia artificial.
La inteligencia artificial o IA nos permite darle voz y forma al raciocinio en nuestra obra y, por ende, nos abre rutas narrativas interesantes que no podríamos explorar de otra forma. Si esto te interesa, entonces deberías considerar incluirla en tu historia.
El valor temático de la inteligencia artificial
Ahora, quizás te estés preguntando si esto es algo exclusivo de la inteligencia artificial, sino puedes simplemente introducir un personaje sin sentimientos que trate de ponderar todas sus decisiones de una forma lógica y racional.
Eso lo puedes hacer y sería una exploración válida del raciocinio, pero no tendría la profundidad temática que ofrece la inteligencia artificial.
Verás, la IA, al final del día, es un ente computarizado, es algo programado para ver el mundo a través de unos y ceros. No está sujeta al temor a la mortalidad del ser humano, al hambre, el cansancio, el deseo, etcétera.
Tiene una meta, pero no necesita una motivación para perseguir esa meta; simplemente es algo configurado en su sistema y ya está.
Dicho de otra forma, la inteligencia artificial es la razón en su estado más puro, sin los elementos que impiden que el ser humano pueda funcionar por completo con base en la lógica.
Esto es de hecho genial porque la IA se volverá el componente ideal para mostrar las fortalezas y debilidades del raciocinio: su extrema utilidad en ciertas situaciones y su incompetencia en otras.
Así como resulta genial para buscar soluciones rápidas y eficientes, sin el componente moral y emocional, fácilmente cae en alternativas crueles, inhumanas y destructivas sin ser capaz de entender por qué no funcionan.
Uno de los mejores ejemplos de esto lo tenemos en la trilogía de Matrix, en particular con el personaje de Smith en la primera película y el del Arquitecto en la segunda. Estos son personajes que analizan todo con una frialdad descomunal, lo que les permite presentar argumentos con una lógica despiadada pero incuestionable, que no se puede argumentar a menos que introduzcas el componente emocional del ser humano en el combo.
Esto hace que la temática tome una profundidad bastante compleja que no puedes conseguir simplemente con una persona pragmática o una raza que, supuestamente, no tiene sentimientos.
Ahora, está clarísimo que puedes tener inteligencias artificiales con mucha personalidad como C-3PO o R2D2, y eso está perfecto. Simplemente, no te servirán para explorar esto que te comento porque, para efectos narrativos, son seres humanos con cuerpos de hojalata. Eso es válido, pero es distinto. ¡Aquí estamos hablando del valor temático del raciocinio cuando se maneja a través de una inteligencia artificial!
¿Cómo darle profundidad?
Ahora repasemos tres tips muy importantes si quieres que tu inteligencia artificial pragmática tenga profundidad. ¡Asegúrate de tenerlos muy en cuenta!
Su raciocinio debe introducir preguntas en la historia
Lo interesante de argumentar con ideas racionales y lógicas, es que la audiencia se siente inclinada a hacer lo mismo y termina por ser expuesta de inmediato a las limitaciones de la razón.
Por ejemplo, si tu inteligencia artificial plantea la pregunta “¿Por qué no sacrificaríamos cien vidas para salvar un millón?”, desde un punto de vista racional, queda claro que no hay mucho que argumentar.
Si reduces la existencia del ser humano a números en una hoja de papel, queda claro que, tan cierto como que un millón es más que cien, vale la pena sacrificar a la minoría para salvar a la mayoría.
El tema es que la razón (y, por ende, la inteligencia artificial) solo puede llegar hasta esa parte de la conversación. Para el personaje, la discusión fue resuelta gracias a la información empírica y matemática presentada.
Sin embargo, cualquier persona con un corazón funcional sabría que no es tan sencillo, que el valor de la vida humana tiene ese otro componente incuantificable que hace que incluso la pérdida de esas cien vidas puede ser una catástrofe potencialmente mayor a la de un millón o al menos igual de mala.
Además, no son las cien vidas que se pierden, también hay que tomar en consideración las personas que quedan y su estado anímico, el peso que recae sobre aquel que toma la decisión final, los componentes morales que agravan o matizan el hecho, etcétera.
No te estoy diciendo que es una mala o buena decisión, ese no es el punto. Lo que te trato de decir es que la razón no entiende de “bueno” o “malo”, sino de “lógico” contra “ilógico”.
Otra pregunta que refleja esto es “¿Por qué entrar a un edificio en llamas para salvar a tu madre de noventa años?”. Un juicio racional te diría que es “ilógico”, mientras que una evaluación moral te diría que es lo “correcto”, y ambos argumentos tendrían bastante peso.
Esa es la complejidad que aporta el raciocinio y, al estar presente en un personaje con inteligencia artificial, tienes todos los elementos para plantear preguntas interesantes en la historia. ¡Solamente asegúrate de presentarlas!
Si tu IA nunca presenta estas ideas, entonces no la estás aprovechando para sacarle provecho al raciocinio en tu obra. ¡Que no se te olvide!
Los personajes humanos deben entrar en el diálogo de alguna forma
Ahora que le introduciste la pregunta a tu audiencia, te toca explorarla a través de tus personajes humanos. ¿Por qué? Bueno, porque ellos son precisamente lo que permite cruzar los límites que la razón no puede ni le interesa pasar.
Los personajes humanos son los que tienen la tarea de lidiar con aquello que la inteligencia artificial planteó, y a través de los conflictos que eso genera es que el elemento puede tener una gran incidencia en la trama y en la temática.
Lo interesante es que los humanos pueden estar tanto en contra como a favor de la inteligencia artificial, y pueden tener tantas razones lógicas como emocionales para ello. ¡Trata de trabajar todas las perspectivas que puedas!
Dale un arco de personaje
Si es cierto que el raciocinio puede ser un personaje, entonces es cierto que debe tener un arco de personaje en la historia.
En este caso, el raciocinio puede evolucionar para introducir en su proceso lógico un componente humano o puede convertirse en una criatura terrible y destructiva (arco inverso).
Quizás aquí estés pensando “Pero, JEFS, en ese caso, ¿no estaría humanizando a la inteligencia artificial?”. ¡EXACTO, y justo eso es lo que quieres! ¿Por qué? ¡Porque estás humanizando la razón! Le estás permitiendo alcanzar su máxima expresión porque, al final del día, la razón es algo humano.
Verás, a pesar de que llevo todo el artículo diciendo que la inteligencia artificial representa al raciocinio como personaje, lo cierto es que una computadora no “razona”. Simplemente, sigue una línea de procesos cuantificables que ofrecen un resultado al final que posteriormente se ejecuta.
La razón es algo más complejo que involucra inevitablemente la complejidad emocional humana. Al darle un arco de personaje a tu inteligencia artificial, lograrás que la idea del raciocinio realmente sea cubierta con toda la profundidad necesaria.
¡Y ya llegamos al final! Ojalá este artículo te haya resultado interesante. Si fue así y quieres leer otros parecidos, ¡no olvides suscribirte al newsletter del blog!
bueno, lo acepto, pero no es que estoy intentando, plagiarlo, es que, desde niño, siempre me he preguntado, que es lo pasaria si los mismos personajes que hacen el bien sean los villanos, y ahora que lo pienso, uno de mis personajes, sor, fantasma electrico y ray rayson, los tre stiene las formas de de 3 personajes de la serie, pokemo, serena(sor), clemont(fantasma eléctrico), bonnie(Ray Rayson),tecnicamente, son contrastes del uno al otro, los 3 ultimos, son amables, cuerdos, clemont es avivo fanatico de la ciencia, pero sor fantasma y ray son sadicos, crueles, y ellos experimentan con seres humanos, y estan locos, son lo contrario a los que mencione, asi pasa con los otros, casi todos los que tienen forma son contrastes de los heroes de otros programas, aqui esta
Hola JEFS, me preguntaba si podrías escribir en un futuro articulo sobre las perspectivas, constantemente has dicho que mostrar los puntos de vista de los diferentes personajes de una historia, es sumamente importante tanto para reforzar las temáticas y sus arcos de personaje, el problema viene ya que hay menos tiempo para desarrollar cada personaje con la variedad de perspectivas, me gustaría que hablarás de esto.