¿Cómo escalar un conflicto?
¿Cómo escalar un conflicto?
El clímax de una historia siempre debe ser el momento más dramático y emocionalmente cargado de una obra, y por eso es tan importante saber cómo escalar un conflicto y dotarlo de todos los elementos que necesita para brillar.
Si te interesa descubrir cómo hacerlo, ¡no dejes de leer!
¿A qué nos referimos con escalar un conflicto?
Escalar un conflicto es la práctica de elevar gradualmente el drama de una trama o subtrama para que su desenlace esté lleno de significado.
Quizás te parezca extraño que lo defina porque, a primera vista, puede parecer que es lo más obvio del mundo, pero hay mucha idiosincrasia en este concepto y a veces es fácil olvidarlo.
La clave está en “gradualmente”, algo que muchos escritores parecen no entender. No importa si tu primer capítulo ya reflejó una pérdida importante para el personaje, o tu villano hizo algo tan horrible que justifica todas las acciones de tu protagonista; de todas formas necesitas trabajarlo.
Por muy poderoso que creas que es el símbolo, lo cierto es que el drama en las historias no se puede forzar, sino que se debe construir a fuego lento o de lo contrario la obra se sentirá insatisfactoria e incompleta.
¿Por qué es importante?
Una historia triste no es memorable por sí sola; pero un conflicto complejo y profundo no se olvida jamás.
Y, nos guste o no, la única forma de lograr que un conflicto tenga significado es dotándolo de símbolos uno tras otro que estén relacionados con el arco de los personajes y la temática. Por eso necesitas pasar tiempo con tus personajes, explorar sus fallas, retos y problemas, para que el drama aumente progresivamente hasta que detone en el punto más álgido de la historia.
Si no lo haces, corres el riesgo de quedarte con una historia superficial que las personas olvidarán antes que llegue el siguiente domingo.
¿Qué debes tomar en cuenta para escalar un conflicto?
Ahora lo más probable es que tu duda principal sea cómo escalar un conflicto y que todo tenga sentido. Bueno, como te podrás imaginar, es imposible que te ofrezca una estructura mágica que aplique para cualquier historia (si la tuviera, créeme que ya sería una leyenda).
Lo que sí puedo hacer es compartirte tres buenas prácticas que te permitirán desarrollar un conflicto que escale de forma gradual y sea poderoso al final.
La regla de tres
Si eres un amante de los videojuegos de acción, seguramente te habrás dado cuenta que en aquellos donde tienes un rival memorable, por lo general peleas con él tres veces: la primera vez te destroza; la segunda empatas, y la tercera le ganas.
Esto es, de hecho, una técnica narrativa muy útil para escalar un conflicto, porque pones en perspectiva la fuerza del villano y muestras el crecimiento del protagonista de una manera mucho más gráfica y representativa.
Dicho esto, la regla de tres no es exclusiva de las historias de rivales, ni tampoco tiene por qué ser “pierdes-empatas-ganas”. También puede ser “ganas-pierdes-empatas”, como sucede muchas veces en las historias de romance como en Cómo Perder un Hombre en 10 días, donde los protagonistas viven su conflicto de esta manera.
El chiste es que estructures tu historia de forma tal que el conflicto tenga tres etapas que marcan los puntos de inflexión de la historia, y así se sienta constantemente una progresión que nos lleva directamente al clímax.
La trama y la temática
Ahora, quiero que quede clarísimo que no se trata de forzar drama, sino de tenerlo presente para que pueda evolucionar a lo largo de la historia.
La trama es clave para este concepto porque de ella depende la sucesión de escenas de la obra, mientras que la temática es importante porque es la que le da sentido a los símbolos.
No cometas el error de robarle a tu personaje su momento heroico final (como en The Last Jedi) o forzar un conflicto ilógico en el contexto del mundo para darle forma al crecimiento gradual del drama (como, bueno, en The Last Jedi).
Tienes que entender cómo afectan la trama y la temática las acciones que tomas a favor del drama. De lo contrario puedes terminar provocando que tu historia carezca de significado, y eso anula todo lo que ganaste al escalar el conflicto.
Ata la resolución del arco del protagonista con la del conflicto
Por supuesto, tiene poco sentido que busques escalar un conflicto si luego no sabes cómo terminarlo; sin embargo, independientemente de lo que decidas, debes procurar que el arco del personaje principal se resuelva al mismo tiempo y como consecuencia directa de ese drama que creaste.
Si no lo haces, los símbolos no tendrán suficiente fuerza y, por ende, la temática tampoco, lo que hará que tu conflicto de todas formas se sienta anticlimático e inconexo.
¡Y eso es todo! Espero que estos tips te sirvan y hayas aprendido algo nuevo hoy.
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