Frankenstein; o el moderno Prometeo: una obra maestra
Frankenstein; o el moderno Prometeo: la obra maestra de Mary Shelley
Aunque estoy seguro que la gran mayoría de los escritores y lectores han escuchado sobre la obra maestra de Mary Shelley, Frankenstein; o el moderno Prometeo, también tengo la sospecha de que muy pocos miembros de esa muchedumbre han leído el libro en sí.
¿Por qué? Bueno, porque resulta sorprendente la cantidad de personas que tienen ideas equivocadas sobre esta historia, como la idea de que el monstruo despierta gracias a la intervención de un rayo, que Igor es un personaje real o que Frankenstein es el nombre de la criatura.
Para ser honesto, la gran mayoría de las historias derivadas de Frankenstein (por no decir todas), fallan estrepitosamente en comprender qué es lo que hace que esta novela sea tan poderosa, y es en parte por esto que la esencia de la obra se ha perdido con los años.
Eso me parece una tragedia. Frankenstein es un libro especial y mucho más interesante de lo que piensas.
En este artículo no te voy a dar spoilers, pero sí trataré de compartirte todas las razones por las que deberías darle una oportunidad.
¡Aquí vamos!
Sinopsis de Frankenstein; o el moderno Prometeo
Frankenstein nos cuenta la historia de Viktor Frankenstein, un joven y prometedor científico que, en su búsqueda por la grandeza y la gloria, lleva a cabo un terrible experimento que le permite darle vida a un ser compuesto por partes de cadáveres humanos.
Esta criatura es extremadamente horrenda, hasta el punto de que su mismo creador la rechaza, lo cual llena al monstruo de un resentimiento inmenso que hace que dedique su vida a destruir la del científico que lo trajo al mundo.
¿Te la recomiendo?
Es difícil para mí encontrar las palabras necesarias para ser lo suficientemente tajante y claro sobre este tema, pero lo intentaré: Frankenstein no es solo un libro que te recomiendo, sino uno que NO PUEDES IGNORAR.
Este libro no debería ser una lectura opcional para nadie, de la misma forma que sucede con Los Miserables o El Conde de Montecristo. Frankenstein es uno de esos clásicos que necesita formar parte de tu colección sí o sí.
¿Qué tiene de especial Frankenstein?
Si esa recomendación te pareció demasiado directa, deja entonces que la fundamente. Después de todo, no lo digo a la ligera y quiero esforzarme un poco más para que me creas.
Una obra fundamental del género de ciencia ficción
Para que tengas una idea del inmenso impacto que ha tenido Frankenstein en nuestra cultura, lo primero que debes saber es que esta obra de Mary Shelley es considerada por muchos como la obra principal de la ciencia ficción, hasta el punto que le ha dado a su autora el título de “la madre del Sci-Fi”.
Si te parecen palabras mayores es porque lo son, pero de una forma mucho más profunda de lo que crees.
El género de ciencia ficción, como hemos dicho muchas veces en este blog, no se trata simplemente de colocar maravillas tecnológicas llenas de pseudo ciencia para ofrecer una trama futurista.
En realidad, este es un género que se fundamenta en la filosofía y la ética; en hacer preguntas complicadas sobre la existencia humana a través de símbolos fantásticos dotados de realismo.
El avance de la tecnología ha hecho que nuestra imaginación se dispare y que constantemente nos preguntemos cuál será el siguiente “gran invento” de la humanidad que cambiará radicalmente la forma en que vivimos; pero esta idea también viene con su lado oscuro.
Después de todo, es inevitable preguntarse si ese “cambio radical” será para bien en realidad, ya que puede alterar la mismísima forma en que entendemos el mundo y nuestro lugar en él.
Esto es lo que les da a las historias de ciencia ficción su profundidad y atractivo, y justo por eso Frankenstein es tan increíble.
Con esta obra, Mary Shelley nos mostró de una manera deslumbrante todo esto que te digo. Nos enseñó que lo importante de la ciencia, al menos en el mundo de las letras, no es tanto el proceso y el cómo funciona algo, sino las repercusiones morales que tiene en la vida humana.
En su época, fue algo revolucionario que los críticos no supieron apreciar ni entender, pero incluso ahora sigue estando muy (PERO MUY) por encima de la mayoría de las historias modernas de ciencia ficción.
La lírica es simplemente hermosa
Frankenstein se cuenta a través de una serie de cartas y entradas de un diario, usualmente saltando de la perspectiva de un personaje a otro según lo amerite la narrativa.
Aquellos que han leído Drácula de Bram Stoker, estarán más que familiarizados con el concepto.
Ahora, una diferencia importante con Drácula es que Mary Shelley tiene una escritura mucho más pasional que Stoker y eso, de hecho, es muy beneficioso para esta obra.
La lírica de Frankenstein es preciosa y poética, y esto hace que sus personajes siempre parezcan estar al borde de las lágrimas, ya sea por una felicidad intensa o la más profunda desesperación.
Eso puede parecer cansado, pero está tan bien escrita la novela y los personajes son tan consistentes que jamás se vuelve un problema, sino que, por el contrario, te hace involucrarte emocionalmente mucho más en lo que sucede.
Por supuesto, esto también se debe a que la emoción de los personajes también está muy bien construida en la trama, pero yo diría que el verdadero héroe aquí es la lírica de Mary Shelley.
Me atrevería a decir que no has leído una obra que comparte emociones tan intensas con tanta frecuencia como Frankenstein y esto, aunado a la profundidad temática, da lugar a una obra única y poderosa.
Los personajes son geniales
Una de las mejores partes de Frankenstein son sin dudas sus personajes, que gozan de una increíble profundidad y consistencia.
Te sorprenderá no solo lo interesante que resulta el protagonista (aunque admito que puede sentirse un poco llorón de vez en cuando), sino lo fascinante que es el monstruo en sí.
Así como lo escuchas. La criatura abominable de Frankenstein, la que estás acostumbrado a ver como una especie de bruto que camina como zombie, en el libro, es en realidad un personaje inteligente, racional y extremadamente trágico.
El cambio de perspectiva de Shelley hace maravillas por los personajes, porque te permite ponerte en sus zapatos y experimentar la historia a través de sus ojos, lo cual los hace tridimensionales y complejos.
Tiene una increíble profundidad temática
Frankenstein; o el moderno Prometeo tiene en su centro una temática muy clara: la dicotomía del monstruo.
En resumen, esta temática explora la idea de lo que significa realmente ser un monstruo y nos obliga a mirarnos a nosotros mismos de una forma más honesta y cruda. Después de todo, aunque no luzcamos como seres abominables… quizás lo seamos; y, todavía más interesante, puede ser que los actos monstruosos de otros también sean nuestra culpa. En ese caso, ¿qué somos?
Frankenstein tiene mucha mayor complejidad moral de lo que crees, y justamente por eso es que se convirtió en una historia que sigue cautivando al mundo más de doscientos años después.
¡Y con eso llegamos al final!
Espero que este artículo te haya inspirado para leer esta historia que, además, es bastante corta. ¡Lo más probable es que te la acabes en un par de sentadas!
Si te gustó este contenido, deberías leer este sobre Mary Shelley y su vida como autora. ¡Seguro te encantará!