Conflictos Morales: ¡descubre cómo construirlos!

Conflictos Morales: ¡descubre cómo construirlos!

Conflictos Morales: ¿cómo construirlos y cuál es su importancia?

En una historia pueden existir toda clase de dramas, pero al final del día solo tienen relevancia narrativa aquellos que giran en torno a conflictos morales relacionados con los arcos de los personajes involucrados.

Incluso, se podría decir que esta parte es la única que importa porque es la que encierra el significado simbólico de los choques entre los personajes y la forma en que superan los obstáculos que le aparecen en el camino.

¿No me crees? ¿Te parece un poco absolutista? Bueno, déjame explicarte a detalle todo sobre el tema para que veas que en realidad es una idea básica de la construcción de historias. ¡Aquí vamos!

¿Qué son los conflictos morales?

Un conflicto moral es la lucha que lleva a cabo un personaje contra sí mismo y que define su alineación ética.

Esto lo vemos muy seguido en las historias con las clásicas escenas en las que un personaje se ve obligado a tomar una decisión complicada, aunque no necesariamente debe mostrarse de esa forma.

Dicho esto, los conflictos morales también se trabajan de forma interna, donde el personaje no se cuestiona necesariamente cómo actuar, sino que se encuentra luchando contra sus propios demonios y hace lo posible para escapar de ellos y encontrar alivio.

Esa transformación luego se debe corroborar con una decisión moral que determina o demuestra el cambio que el personaje ha sufrido a lo largo de la historia, reflejando su evolución como personaje.

Digamos que es algo así como cuando el típico personaje obsesionado con el dinero, al final de la historia, decide rechazar una gran fortuna para quedarse con la mujer que ama. Esta decisión moral demuestra uncambio en su sistema de valores porque ya no es lo más importante el dinero, sino el amor.

Eso, en su núcleo, es una evolución ética y para que ocurra necesitas construir y desarrollar un conflicto moral a lo largo de la historia.

¿Qué tienen de interesante?

Los conflictos morales se encuentran en el centro de todas las grandes historias que conoces. Al final del día, derrotar al villano no es la verdadera meta del protagonista, sino superar su falla central de personaje.

El héroe puede fallar o tener éxito en este cometido, pero el punto es que DE ESO se trata la historia: de ver si se convertirá en una mejor persona o no.

Un ejemplo muy bueno es Frodo de El Señor de los Anillos, que constantemente está luchando contra la tentación del anillo y sus propias ganas de dejarse llevar por la maldad y rendirse.

El personaje aguanta, pero falla en el último segundo. Es por eso que, a pesar de haber ganado, existe una tristeza profunda en Frodo porque al final del día no logró ganar su conflicto moral, el cual nos enseña que incluso el hobbit con el corazón más puro y bueno, eventualmente caerá ante el mal si se expone a la tentación por el tiempo suficiente.

Esta es justamente una de las claves temáticas de El Señor de los Anillos, una obra que estudia cómo la tentación del mal afecta nuestra sociedad y a los hombres y mujeres que habitan en ella.

La destrucción del anillo, en el caso de Frodo, es algo secundario desde el punto de vista narrativo. Lo importante es el conflicto moral del personaje y cómo este afecta los símbolos temáticos de la historia.

Si Frodo no hubiera perdido, por ejemplo, la conclusión narrativa hubiera sido que, con un corazón honesto y fuerza de voluntad, el mal jamás logrará quebrarte, lo cual no sería ni la mitad de profundo que la ruta narrativa que Tolkien tomó, especialmente porque ya había otros personajes que mandaban un mensaje similar, como Gandalf, Galadriel y Aragorn.

Esta es la diferencia que hace que Frodo sea en realidad un personaje espectacular para la historia y un gran protagonista, incluso al perder. ¡Ese es el poder que los conflictos morales tienen en una historia y es justo lo que los hace tan interesantes!

¿Cómo construir los conflictos morales de tu historia?

Ahora que entiendes la importancia de este tipo de conflictos, es hora de que hablemos un poco más a detalle sobre sus componentes. ¡Aquí te va!

Asegúrate de incluir personajes complejos

Antes de empezar, quiero que quede claro que lo contrario a personaje complejo no es “personaje simple”, sino “personaje superficial”. Una historia puede tener un personaje con motivaciones relativamente sencillas que aún así posee un cierto nivel de complejidad (por ejemplo, Soka de Avatar: La leyenda de Aang).

El punto aquí es que escribir una historia con un tono campy y relajado no es excusa para dejar a un lado los conflictos morales de tu obra, y lo cierto es que, muchas veces, estas son la clase de historias que más se benefician de tenerlos.

Ahora, la importancia de los personajes complejos es que no son “solo lo que aparentan” y tienen motivaciones idiosincrásicas para hacer lo que hacen, lo cual también significa que tienen un sistema de valores que les ayuda a desenvolverse en el mundo.

Ese sistema de valores es crucial si quieres construir conflictos morales porque sin él no tendrás forma de establecer que es “bueno” o “malo” para el personaje y, por ende, no existe una brújula moral que defina algún tipo de estándar ético.

Si quieres aprender más sobre cómo construir personajes complejos tengo un artículo que habla sobre el tema. ¡Échale un ojo!

Los conflictos morales deben ser consistentes con los personajes

Una vez que estableciste tu personaje complejo, es importante que entiendas que el conflicto moral solo puede nacer a partir de ese sistema de valores que el personaje tiene.

Es por esto que no es buena idea crear personajes moralmente perfectos ni tampoco completamente malvados. Eso los hace unidimensionales y aburridos, y también evita que tengan conflictos morales. Siempre irán en una misma dirección y se acabó.

En realidad, lo que quieres es que el personaje sea relativamente capaz de tomar distintos caminos de vez en cuando; es decir, que no siempre haga lo moralmente correcto y que no siempre sea un desgraciado.

El nivel de la balanza varía de personaje a personaje y, aunque eso suene un poco abrumador, lo cierto es que es una gran ventaja, porque te permitirá incluir de forma orgánica varios conflictos morales en la historia sin que se crucen entre sí.

Es algo así como cuando un personaje está de acuerdo con que perdonen a un villano y le dejen unirse al grupo, pero otro está muy en desacuerdo.

En este caso, podríamos decir que el conflicto moral en cuestión es “el perdón” y cada personaje debe tener sus propias razones para actuar como lo hace.

Quizás el que “perdona” no lo está haciendo del todo, sino que valora más su meta que su orgullo.

El otro, sin embargo, no solo no puede perdonar, sino que se siente humillado cada vez que el villano respira cerca de él, quizás porque tiene una personalidad más impulsiva o ha sido más agraviado por el malhechor que su compañero.

Ambos personajes enfrentan una falla importante “la incapacidad de perdonar”, pero la enfrentan de distintas formas. ¡Por eso es importante que el conflicto moral se ajuste a cada personaje!

La decisión moral debe ser consistente con los símbolos de la historia

Como mencioné antes, el conflicto moral eventualmente debe llevar a una decisión moral que definirá cuál es la verdadera alineación ética del personaje.

Si continuamos con el ejemplo que mencioné antes, podríamos imaginar una situación en la que el villano realmente está arrepentido y hace todo lo posible por redimirse de sus pecados. En el clímax de la historia, el villano se encuentra en una situación mortal y el personaje que no lo aceptaba tiene la oportunidad de salvarlo.

La decisión que tome aquí determinará si finalmente es capaz de superar su falla o caer ante ella. Si lo deja morir, entonces ha sido incapaz de perdonar; si lo salva, entonces finalmente puede perdonar y empezar a curar las heridas de su alma.

Ahora, lo importante aquí es que cada decisión también tiene un valor simbólico. La primera podría decirnos que hay males que jamás se perdonan y que pueden convertir a alguien bueno en un asesino; la segunda, por otro lado, establece que la redención es posible y el perdón es algo bueno tanto para el criminal como para la víctima.

Obviamente lo estoy simplificando. En una historia no consideraríamos una sola escena para interpretar los símbolos narrativos, pero mi punto es que esta clase de escenas en donde el conflicto moral llega a su desenlace tienen un impacto inmenso en la temática de la historia.

¡No lo olvides!

La decisión moral debe ser difícil

A la hora de establecer decisiones morales, es importante que procures hacerlas lo más difíciles posible, de forma que de verdad exista un conflicto dentro del personaje sobre lo que debe hacer.

Si la decisión de un personaje es simplemente “quedarse con todo el dinero” o “quedarse con todo el dinero y la chica”, elegir lo segundo no representa ningún conflicto moral, es simplemente una decisión lógica.

Lo mismo sucede si, por el contrario, colocaras una decisión estilo “quedarse con todo el dinero Y la chica” o “no quedarse con el dinero, pero sí con la chica”, cuando el personaje elija lo segundo se sentirá estúpido porque no había razón para que rechazara lo otro si podía quedarse con ambas cosas.

No, justamente cuando hablamos de una decisión difícil nos referimos a una que involucra un sacrificio, que deja algo atrás a favor de obtener algo más.

Ahí el personaje debe decidir qué es lo que valora más y, por lo tanto, definir cuál es su alineación moral.

Thanos, por ejemplo, al asesinar a Gamora demuestra que en realidad lo que más valora es su venganza contra el universo, no a las personas que dice amar. Esta decisión nos enseña quién es Thanos en realidad. No es un salvador, es un monstruo.

Ahora, lo realmente interesante aquí es meter dentro de la decisión un componente de moralidad ambigua hace todavía más intenso el conflicto moral del personaje.

Un ejemplo de esto es Batman cuando se le presenta la oportunidad de asesinar a los psicópatas que persigue. Podríamos debatir todo el día si es ético que Batman los asesine para evitar que cometan otros crímenes o si cruzar ese umbral abre una puerta terrible que luego no podrá cerrarse.

Básicamente, estoy hablando de la clásica decisión de “matar a miles para salvar a millones”, donde la decisión “correcta” no puede definirse fácilmente.

Todos estos componentes te ayudarán a presentar un conflicto moral poderoso que tendrá un gran valor temático.

¡Y ya con eso llegamos al final! Espero que este contenido te haya enseñado alguna cosa interesante sobre los conflictos morales en las historias.

Si te gustó este artículo, quizás disfrutarás este otro sobre cómo construir tramas complejas. ¡No te lo pierdas!

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