Valor narrativo: ¡aprende todo sobre este concepto!

Valor narrativo: ¡aprende todo sobre este concepto!

Valor narrativo: ¡aprende todo sobre este concepto!

Si lees mucho este blog, seguro me has escuchado utilizar el concepto de “valor narrativo” un millón de veces; sin embargo, hasta ahora nunca he escrito un artículo sobre el valor narrativo o siquiera definido este concepto.

Me parece que es importante hablar de él para que no existan confusiones o, peor, se convierta en una muletilla que deja de tener significado para ti.

Si quieres aprender más, ¡no pares de leer!

¿Qué es valor narrativo?

El valor narrativo se refiere a la aportación que un elemento ofrece a la temática, la trama y el arco de uno o varios personajes.

En una historia existen una cantidad infinita de elementos, pero solo unos cuántos de ellos obtienen valor narrativo, ya que es imposible para el escritor manejar todo lo que presenta con profundidad sin que la obra se descarrile.

Claro está, un elemento puede aportar o profundizar tan solo una de las estructuras que mencioné antes (temática, trama y arcos de personaje) y tendrá un poco de valor narrativo, pero si quieres que sea realmente impactante, necesitas que aporte a los tres.

Es por eso que en todos mis artículos de elementos narrativos como la venganza, la soberbia, el sufrimiento, etcétera, termino comentándote de una forma u otra que necesitas relacionar el concepto con la temática, la trama y los arcos de personaje. ¡No es casualidad!

¿Por qué es importante entender este concepto a fondo?

Una duda que quizás se te presenta cuando hablo sobre un elemento narrativo es si estás haciendo las cosas mal cuando colocas algo como la traición, por ejemplo, en tu obra, pero no le das la importancia o profundidad que te sugiero que le des.

Esto no es un error (necesariamente) porque lo cierto es que es muy factible que tu historia no necesite profundizar sobre la traición. Puede ser que tu enfoque sea otro y la traición, aunque tiene impacto en la trama, no es algo que te interesa demasiado para la temática o el arco de un personaje.

Por ejemplo, si el villano de tu historia es un mago que fue traicionado hace mil años y renace con la intención de apoderarse del mundo, la traición aparece como elemento narrativo, pero lo más probable es que tenga poco valor narrativo. Eso no es un problema si tu intención con ese personaje no tiene nada que ver con explorar la traición, sino que tienes otros conceptos en mente como la soberbia del intelecto o la tiranía.

En pocas palabras, entender el concepto de “valor narrativo” es importante porque te da pistas sobre cuáles son los elementos en los que debes enfocarte para que puedas priorizarlos y enriquecer la historia sin irte por las ramas.

¿Cómo identificar los elementos a los que debes darle valor narrativo?

En este punto, lo normal es que te estés preguntando cómo puedes saber exactamente qué debe tener mayor valor narrativo en tu obra, qué debe tener un poco y qué debe ignorarse virtualmente por completo.

Pues, lo cierto es que aquí es donde menos consejos te puedo dar, porque la calibración de estos elementos es muy dependiente no solo de tu historia, sino de ti mismo como autor.

Dicho esto, la mejor forma de identificar los elementos a los que debes darle valor narrativo es simplemente enfocarte en aquellos que están orgánicamente integrados con las debilidades de tus personajes y, por ende, con sus arcos.

¿Por qué? Bueno, porque una debilidad te marca la lucha que vivirá el personaje en la historia y, si exploras esa batalla a fondo, terminarás con algo que afecta la trama y la temática de forma simultánea.

Volviendo al tema de la traición con el ejemplo anterior, si tu historia solo establece expositivamente lo que sucedió, entonces la traición no habrá sido establecida como algo atado a una falla del mago renacido.

Digamos que no fue traicionado por su ingenuidad o su confianza ciega en los demás, sino por su “poder abrumador”. El elemento no está amarrado a una debilidad del personaje y no podrá formar parte de su arco.

Su valor narrativo disminuye drásticamente, pero eso no tiene por qué ser malo. Todo depende de cuál es el enfoque de tu historia. Si no es la traición como elemento narrativo, ¡entonces no hay ningún error aquí!

Obviamente, esto aplica con cualquier concepto narrativo que se te pueda ocurrir y es una regla de oro que te ayudará a darle valor narrativo a lo que es verdaderamente importante.

Nota: ten presente que, aunque es cierto que casi todo tiene al menos algo de valor narrativo, pocas cosas deben ser muy valiosas para la historia. Lo importante es que, como escritor, sepas identificarlas y darles el peso que se merecen.

¡Y con eso llegamos al final! Espero que este artículo te haya servido para aclarar varias cosas. Si tienes alguna duda o quieres agregar algo, ¡hazlo en los comentarios!

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