La soberbia del intelecto como temática narrativa

La soberbia del intelecto como temática narrativa

La soberbia del intelecto como temática narrativa

Existen muchas temáticas que te pueden ayudar a introducir conflictos geniales en una historia y entre ellas se encuentra sin duda la soberbia del intelecto; una temática con la que estás más familiarizado de lo que crees.

De hecho, esta es una de las temáticas más comunes en las historias de ciencia ficción, aunque eso no significa que sea exclusiva de ese género. En realidad, la soberbia del intelecto tiene muchas formas de explorarse, y justamente de eso vamos a hablar en este artículo.

¡No pares de leer!

¿Qué es la soberbia del intelecto?

La soberbia del intelecto es un fenómeno humano que toma lugar cuando una persona que se percibe a sí misma como inteligente y relativamente buena, cae en la trampa de creer que su inteligencia de alguna forma le hace especial y, además, le invita a enamorarse de sus propias creaciones.

Esto es lo que vemos cuando un científico lleva demasiado lejos un experimento que involucra elementos de la existencia que son imposibles de comprender en su totalidad y, aunque se le advierte de los peligros de seguir indagando, aún así continúa, eventualmente trayendo resultados catastróficos.

Esta temática también aparece en el poema épico llamado Paraíso Perdido, escrito por John Milton, con el personaje de Satanás, un individuo cuyo conflicto central nace por su rechazo a someterse a algo más grande que él (Dios, en este caso). Ese es un reflejo de lo que significa la soberbia del intelecto, ya que el personaje, al sentirse especial y dotado intelectualmente, empieza a creer que las reglas de la realidad no pueden (ni deben) aplicarle a él.

¿Por qué es un conflicto narrativo tan poderoso?

La soberbia del intelecto está atada íntimamente a la existencia humana, ya que dentro de nosotros se encuentra una profunda y particular curiosidad que nos invita a indagar más sobre los misterios del universo.

En el ser humano se encuentra ese deseo ardiente de aprender y explicar aquello que no entiende, y para muchos es incluso un acto de violencia sugerir que esa persecución puede ser otra cosa que noble y valiosa.

En muchas ocasiones, la búsqueda del bien es justamente lo que detona que un individuo caiga en la soberbia al pensar que el bien mayor que persigue justifica los medios o los sacrificios que se hacen a favor del progreso.

Este conflicto, desde el punto de vista narrativo, no es solo genial porque pone en entredicho algo tan humano como la búsqueda del conocimiento, sino porque le añade a esa búsqueda un factor moral que añade profundidad a la forma en que calibramos nuestras ambiciones más sublimes.

Es interesante porque siempre existe la duda de si el miedo al progreso es simplemente producto de una mente cerrada y hueca o, por el contrario, un acto racional producido por un intelecto más sabio y precavido.

Como te podrás imaginar, la respuesta a esa interrogante debe analizarse caso por caso, y justo por eso es que pueden escribirse un millón historias con esta temática y siempre tendrá algo nuevo que ofrecernos.

¿Qué elementos debes introducir?

Para trabajar esta temática en tu historia con verdadera profundidad, es importante que incluyas ciertos elementos con mucho cuidado. ¡Aquí te los comparto!

Un conflicto moral relacionado con el conocimiento

Es importante entender que la soberbia del intelecto como temática se nutre de los matices de gris que puedes introducir en tu historia. Eso quiere decir que el conocimiento que persigue tu personaje debe representar algún tipo de costo moral.

Por ejemplo, no es muy interesante que tu personaje encuentre la cura del cáncer a pesar de que su hospital quería evitarlo por razones mercantilistas. En este contexto, el descubrimiento en sí no repercute ningún tipo de costo moral, por lo que no trabaja la soberbia del intelecto.

Sin embargo, si para producir la cura en cuestión el personaje se viera obligado a secuestrar a pacientes, enfermarlos con cáncer y realizar pruebas inhumanas, entonces ya tenemos un conflicto interesante; especialmente si el personaje tiene remordimientos terribles por lo que hace, pero sus ansias de descifrar el misterio le ganan.

La cuestión aquí es que la temática debe hacer que la audiencia se haga preguntas difíciles sobre la naturaleza de la investigación, que sopese la meta con la forma de obtenerla y las consecuencias que este descubrimiento puede traer al mundo.

¡No lo olvides!

Un personaje complejo y obsesionado con el saber

Para que este conflicto sea realmente explorado al máximo, no puedes tener tu clásico científico loco, sino que debes asegurarte que tu personaje obsesionado con el saber al menos tenga motivaciones válidas y coherentes para perseguir con tanta fuerza su meta.

Si es cierto que lo mejor de esta temática es que invita a la audiencia a hacer preguntas difíciles, entonces también es cierto que debes crear personajes que les inviten a pensar con mayor profundidad en la clase de respuestas que darán.

Tu personaje no debe ser ni bueno ni malo, ni sus motivaciones pueden ser meramente puras o meramente malvadas. Deben existir muchos matices, una mezcla entre ciego idealismo y arrogancia, y un deseo tanto por la grandeza propia como de la comunidad de la que forma parte.

Espero que esto que te digo te permita caer en cuenta de que estos personajes no tienen por qué ser los villanos de la historia (como en la saga de Doom), sino que su conflicto también puede tener mucho impacto si son los protagonistas del relato (como en Réplicas).

Consecuencias positivas y negativas del descubrimiento

La nueva serie de Netflix, Arcane, está siendo una de las mejores que vi en 2021 y en ella se encuentra uno de los mejores ejemplos que se me ocurren sobre cómo manejar la soberbia del intelecto como temática.

No quiero darte muchos spoilers, pero te diré que en esta serie aparece un joven científico que realiza un descubrimiento revolucionario, de esos que cambian para siempre el rumbo de la humanidad. Su ciudad prospera drásticamente y se crean maravillas que eran impensables pocos años antes.

Sin embargo, la serie hace un excelente trabajo al mostrar que, por muy puras y buenas que hayan sido las intenciones originales del creador, todo gran conocimiento viene con un peso importante. Mientras más revolucionario, más impredecibles serán los efectos que tendrá en el mundo, especialmente cuando hablamos de los efectos negativos.

Así como se crearon maravillas, también el mundo se hizo vulnerable a nuevos horrores que una mente más maquiavélica puede desencadenar gracias a este nuevo descubrimiento.

De cierta forma, te lo tienes que imaginar como la caja de Pandora (de hecho, el símbolo de este elemento es prácticamente el mismo): una vez que la abres, ya no se puede volver a cerrar y tienes que vivir con las consecuencias, buenas o malas.

¡Tu labor como escritor es asegurarte que ambas cosas existan!

Una falla moral en el personaje inteligente

Por supuesto, una temática no es nada sin un arco de personaje, y ahí es donde debes relacionar la búsqueda de conocimiento del personaje con su falla crítica.

Quizás persigue su meta por culpa de una terrible arrogancia, o quizás lo hace porque teme abandonar este mundo sin haber dejado su huella en él; tal vez lo hace por una venganza desmedida o la incapacidad de olvidar alguna tragedia pasada. Puede ser cualquier cosa, pero el punto es que ese “algo” represente una falla que evolucionará junto a su arco de personaje.

Recuerda, el descubrimiento, para tener importancia narrativa, debe amarrarse a esa falla de personaje. ¡De lo contrario perderá mucha fuerza!

¡Y con eso acabamos! Espero que hayas aprendido algo nuevo con este artículo. Si fue así, tienes alguna duda o quisieras añadir información a este contenido, ¡asegúrate de participar en los comentarios!

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