La introspección en las historias: ¡conócela a fondo!

La introspección en las historias: ¡conócela a fondo!

La introspección como elemento narrativo: ¿por qué importa tanto?

A todos nos gustan las historias cargadas de acción y momentos emotivos e impactantes. Una buena dosis de drama y adrenalina suele generar las escenas más memorables de nuestras historias favoritas. Sin embargo, cuando hablamos de narrativa y arcos de personaje, los momentos más significativos suelen ser callados, tranquilos y repletos de introspección.

De este último punto es de lo que quiero hablar en este artículo, porque a veces parece que a los escritores se les olvida la importancia que tiene que los personajes sean capaces de “mirar para adentro”.

Si te interesa aprender más al respecto, ¡sigue leyendo!

¿Qué es “introspección”?

La introspección es una observación o reflexión que una persona lleva a cabo para evaluar su propia conciencia y estado de ánimo. Es una experiencia íntima y transformadora que llevan a cabo todas las personas en algún momento de su vida, especialmente en momentos de mucha tribulación y cansancio psicológico.

Este es un momento en el que, en la medida de nuestras posibilidades, intentamos hacer una honesta evaluación de la clase de persona que somos o que nos estamos convirtiendo, obligándonos a tomar finalmente una decisión fundamental para cambiar nuestro rumbo o enfrascarnos más en el que llevamos.

Esta es una de las características más increíbles del ser humano y tiene la capacidad de cambiar nuestra vida para siempre.

¿Cuál es su importancia en los arcos de personaje?

En el contexto narrativo, la introspección aparece en el momento más crítico del arco de un personaje. Es el momento más bajo, donde la desesperanza y la frustración suelen encontrarse gracias a las fallas, errores y mentiras que se han apilado sobre los hombros del personaje.

Es el instante en el que debe darle un vistazo a su alma y tomar una decisión clave que definirá el rumbo que llevará la historia en el clímax.

Dicho de otra forma, no puedes tener un arco de personaje completo si no presentas al menos algún tipo de introspección en tu personaje.

No es necesario que aparezca a modo de discurso, pero debe quedar claro al menos por medio de una mirada pensativa o un cambio de actitud que el personaje fue capaz de mirarse a sí mismo y tomar una decisión consciente sobre su futuro, para bien o para mal.

¿Cómo introducirla?

Ahora que quedo clara la importancia de este elemento, hablemos sobre cómo introducirla en una historia. ¡Continuemos!

Debes incluirla en el momento crítico del arco del personaje

La introspección no tiene sentido si no se lleva a cabo en el momento crítico del arco del personaje. Eso es porque, en cualquier otro momento de la historia, no hará sino perder tu tiempo, ya que la principal razón de existir de este elemento es presentar una decisión importante al personaje.

La introspección es el camino intelectual que el personaje recorre para llegar a esa elección fundamental que definirá su futuro. Es el momento en el que sopesa sus opciones, ve las consecuencias, entiende la persona en la que quiere convertirse y, basado en eso, se lanza sobre un camino del que ya no podrá retractarse precisamente porque la decisión fue consciente y con propósito.

Como ves, todos estos ingredientes forman parte de la fórmula definitiva para el final del arco de un personaje, y pierden toda su fuerza si no aparecen ahí.

Ahora, es posible tener varias escenas a lo largo de la obra en las que un personaje constantemente cuestiona sus motivaciones y el contexto en el que se encuentra, pero estas introspecciones menores no son de lo que estamos hablando aquí.

No estamos hablando de las dudas simples, sino del momento crítico en el que el personaje no puede ya darse el lujo de estar a medias entre opción A y opción B. Es la introspección que cambia su vida y que, por ende, tiene verdadero impacto narrativo.

Aprovecha los monólogos y los diálogos

Ya sé que antes te mencioné que es perfectamente factible presentar una introspección de manera simbólica, sin necesidad de crear una conversación interna de forma literal, pero no quiero que eso te haga pensar que los monólogos y diálogos no son una buena opción.

Al contrario. En muchas ocasiones (especialmente en narrativas con temáticas complejas), es absolutamente genial colocar introspecciones a modo de monólogo, de forma tal que la audiencia pueda participar en ese proceso intelectual que lleva al personaje a tomar una decisión.

Esto es muy útil cuando la decisión en sí puede parecer un error argumental si no se justifica bien. El monólogo del personaje que desarrolla la decisión, te ayudará a aterrizarla y asegurarte que la audiencia siga la lógica impuesta por el personaje y la trama.

Eso sí, ten cuidado. No caigas en la trampa de creer que un simple monólogo o escena de diálogos puede darte luz verde para traicionar las motivaciones de tus personajes. El chiste es que explores lo que el personaje está viviendo, no que lo manipules para justificar las rutas narrativas extrañas que se te ocurrieron de repente.

La introspección debe estar relacionada con la temática

Al final del día, la introspección juega un rol crucial en el arco de los personajes y, por ende, necesita estar forzosamente atada a la temática.

Es decir, es tan importante la conclusión a la que llega el personaje como la forma en que llega a ella. Después de todo, no es lo mismo que se arrepienta de traicionar un amigo porque el personaje descubrió lo terrible que es su naturaleza egoísta a que lo haga porque esto le trajo consecuencias negativas.

Ambas situaciones son simbólicamente distintas y afectan la historia de forma diferente, y esto se podría decir con otros miles de ejemplos.

La idea es que trabajes esa introspección y transformación de una forma que fortalezca la temática de la obra.

Debe marcar un punto de inflexión en la trama

Como mencioné antes, la introspección que cuenta es aquella que marca algún tipo de inflexión en el arco del personaje, pero esto a su vez se debe plasmar en el desarrollo de la trama.

Dicho de otra forma, la introspección debe generar un cambio tan importante en el personaje que el clímax de la historia cambia drásticamente debido a eso.

Ese impacto hará que la introspección sea significativa y le aporte mucha profundidad al relato, además de que le otorgue a la historia mucha emoción y personalidad.

¡Y con eso llegamos al final! Ojalá hayas aprendido algo nuevo sobre la introspección como elemento narrativo. Si te gustó este contenido, deberías considerar leer este otro sobre el romance obsesivo en las historias. ¡Seguro te gustará!

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