Personajes manipuladores: ¿qué tienen de especial?
Personajes manipuladores: ¿qué tienen de especial?
Tarde o temprano, en tu vida te encontrarás con al menos una persona manipuladora que logrará afectar negativamente tu vida antes de lo que te des cuenta.
Muchas veces, estas experiencias nos afectan el alma y rompen para siempre nuestra inocencia, y precisamente por ese poderoso impacto que puede tener en nuestra vida es que es interesante trabajar personajes manipuladores en una historia.
¿Te interesa saber más sobre estos personajes y cómo construirlos? ¡Entonces no pares de leer!
¿A qué me refiero con personaje manipulador?
Un personaje manipulador, como su nombre lo sugiere, es un personaje que, por medio de astucia y tretas, es capaz de empujar al resto de personajes a actuar de forma determinada, siempre buscando algún tipo de beneficio propio.
Estos personajes se mueven entre las sombras y prefieren ganar sus batallas sin apenas permitir que se les perciba como antagonistas. Son amigos o enemigos según su interés y motivación lo determine, e incluso cuando están aliados con los buenos, son más antihéroes que héroes como sucede con Gatubela y Constantine.
Esos últimos ejemplos nos revelan algo curioso sobre este tipo de personajes: un personaje manipulador no necesariamente tiene que ser malvado.
En realidad, los personajes manipuladores son más interesantes cuando tienen motivaciones claras y deseos bien establecidos, porque entonces sus acciones, lejos de ser simplemente malvadas, se llenan de idiosincrasia y ayudan a darle vida al personaje.
¿Qué pueden aportarle a tu historia?
Esa complejidad que mencioné antes seguramente ya te dio una pista de por qué esta clase de personajes puede ser muy positiva para una historia.
Un personaje manipulador es, por inercia, un personaje activo porque constantemente está maquinando y pensando en formas de acercarse a su meta, sin importar a quien se lleve por delante.
Vamos, puedes odiar a Cersei Lannister todo lo que quieras, pero es incuestionable que como villana es absolutamente brillante. Nunca sabes con qué te va a salir ni de qué forma terminará consiguiendo lo que quiere, pero sabes que “algo va a hacer”.
Estos personajes, por el simple hecho de existir, aportan tensión a la historia y permiten que la trama se mantenga siempre en movimiento.
4 consejos que debes considerar
Ahora que sabes qué es un personaje manipulador y cómo puede beneficiar tu historia, es hora de que hablemos un poco sobre cómo construirlo.
Lamentablemente, no existe una fórmula mágica para que funciona, pero sí te puedo dar unos cuantos consejos para que aumentes tus probabilidades de éxito.
¡Aquí te van!
No hagas que sea su única característica
Si bien al inicio mencioné que la manipulación es la PRINCIPAL característica del personaje, no quiero que te confundas y creas que debe ser la ÚNICA.
Quizás es una persona insegura, o sensible, o necesitada de atención, o traumada con un evento de su pasado. Quizás es alguien que también puede sentir empatía e incluso remordimiento por el dolor que causa.
Estas cualidades también deben trabajarse si no quieres que tu personaje manipulador se vuelva plano y aburrido.
En resumen, ¡hazlo un personaje tridimensional!
Establece sus motivaciones y respétalas
Nunca olvides que lo importante no es lo que el personaje persigue sino el PORQUÉ. ¿Por qué manipula a todos a su alrededor? ¿Por qué utiliza una máscara social frente a todos? ¿Por qué persigue con tanta obsesión su cometido?
La motivación de tu personaje manipulador es una pieza fundamental para que puedas convertirlo en alguien de carne y hueso que también es capaz de impactar los símbolos y temática de tu historia.
A su vez, no dejes a un lado las motivaciones del personaje cuando te conviene, especialmente cuando no te lo has ganado. Algo así como lo que sucede en la segunda temporada The Boys cuando Butcher decide “hacer lo correcto” y pelear contra los supers cuando su motivación original para serlo resultó carecer de fundamento.
No quiero dar más detalles porque sería un spoiler inmenso de la segunda temporada, pero si ya la viste, entiendes perfecto a que me refiero.
Que tenga consecuencias positivas y negativas para el personaje
“Engáñame una vez, vergüenza para ti; engáñame dos veces, vergüenza para mí”. Este es un dicho anglosajón que básicamente ataca tanto a una persona embaucadora, manipuladora y traicionera como a la víctima reiterada de dicha persona.
El tema de los personajes manipuladores es que su práctica es una peligrosa espada de doble filo. Mientras su víctima es ignorante de su verdadera naturaleza, tienen toda la ventaja y pueden salirse con la suya con relativa facilidad; sin embargo, en el momento en el que muestran quien en realidad son, el juego se acabó y efectivamente han logrado ganarse un nuevo enemigo.
Ese es el constante balance que debe explorar un personaje manipulador, y tú como escritor debes asegurarte de presentarlo en tu historia, de lo contrario el símbolo estará incompleto y el personaje no alcanzará su máximo potencial.
Un ejemplo de cómo lograr esto está en Downton Abbey, donde el personaje de Thomas, un hombre mal intencionado, oportunista y manipulador, constantemente se beneficia y sufre por sus propias maquinaciones. Esto se vuelve particularmente interesante cerca del final de la serie donde sus intentos genuinos de redención son rechazados por todos, creyendo que se trata de otro de sus sucios trucos.
El personaje debe luchar con la perspectiva que los demás tienen de él, ¡una perspectiva que él mismo ayudó a construir! Eso da lugar a un conflicto externo e interno brutal que mantiene a la audiencia expectante, preguntándose si será capaz de dar la vuelta a la situación o se hartará y volverá al camino en el que estaba antes.
Todo eso nació gracias al buen manejo de consecuencias negativas y positivas que el personaje experimentó por su comportamiento a lo largo de la serie. ¡Que nos sirva de enseñanza!
Que sus acciones afecten de forma real la historia
Y, como consejo final, es importantísimo que te asegures que las tretas manipuladoras del personaje realmente tengan impacto en la historia.
Aquí quiero que quede algo claro: no se trata de que el personaje manipulador cree malentendidos y ya. Eso es hueco y artificial. En realidad, lo que quieres es que tu personaje manipulador eche leña a un fuego que ya está empezando a arder.
Es decir, que tome problemas reales y los agrande, haciendo que los personajes que se ven inmiscuidos en sus planes estén metidos en dilemas reales que le dan relevancia narrativa al conflicto.
No caigas en la trampa de crear un problema que se puede solucionar si las víctimas se sientan a conversar por dos segundos, sino algo que las obligue a crecer para superar el problema.
Esta es la diferencia entre que el personaje manipulador mienta diciendo que el héroe le es infiel a su mujer, a que simplemente “revele” la identidad de la amante.
Lo primero es un malentendido, lo segundo es un problema con relevancia narrativa que obligará al héroe y al interés romántico a explorar la validez de su relación.
Si se te olvida esta diferencia, entonces te costará mucho que el personaje manipulador realmente ofrezca profundidad a la historia. ¡Por eso es muy importante que lo tengas en cuenta!
¡Y con eso acabamos! Ahora ya sabes cómo trabajar un personaje manipulador en una historia.
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Justo me acordé de Makima de Chainsaw Man leyendo este artículo, y hablando de eso, ¿podrías hablar de ese manga? Y si no lo has leído, te lo recomiendo bastante, consideeo que es una obra muy bien hecha que sabe aprovechar bien los recursos.