Power-up de un personaje: ¿cómo introducirlo sin que sea molesto?
Power-up de un personaje: ¿cómo introducirlo sin que sea molesto?
Si eres un fan del anime o de los comics, seguramente has estado expuesto con mucha frecuencia al uso de los “Power-ups” en las historias.
Si bien es cierto que, en muchos casos, este elemento puede ofrecer algunos de los momentos más memorables de la historia en la que participa (Goku convirtiéndose en Super Saiyajin, por ejemplo), también es cierto que puede convertirse en algo artificial que rompe la credibilidad de la narrativa (como casi todas las victorias de Natsu en Fairy Tail).
Con esto, pareciera que los Power-ups se mueven en extremos: o son muy buenos o son un desastre. Entonces, si quieres descubrir cómo puedes introducirlos desde el extremo correcto, ¡este artículo te servirá!
¿A qué me refiero con Power-up?
Para aquellos que no estén tan familiarizados con el término, Power-up se traduce del inglés como “aumento de poder” y, como su nombre lo sugiere, se refiere al momento en el que un personaje recibe un súbito aumento en su fuerza que le permite enfrentarse en mejores términos contra un oponente formidable.
Es un elemento muy común en los animes shonen, pero no es exclusivo de ellos. También en Endgame, cuando Cap toma Mjlonir y lo usa contra Thanos, estamos en presencia de un Power-up.
En realidad, los Power-ups pueden aparecer en cualquier setting de fantasía, incluso si se trata de Sci-Fi o algo parecido. El punto es que de una forma literal el personaje consiga un poder que le permita combatir con mayor eficacia.
Ojo con la palabra clave “combatir”, porque eso es lo que separa este elemento de otros similares como la conspiración. No se trata de que el personaje obtenga “poder” en un sentido metafórico; no es poder político o social. Es literalmente PODER, la capacidad de hacer algo por sí mismo que antes no podía hacer.
Esta diferencia es crucial porque te permitirá entender en qué clase de historias si cabe como elemento y en cuáles no.
¿Cuál es su utilidad?
Los Power-ups, al contrario de lo que piensan algunos, no sirven para crear momentos de mucha adrenalina o simplemente dar la vuelta al resultado de una pelea. Suelen hacer eso por inercia, es verdad, pero, narrativamente, ese no es su propósito.
En realidad, un Power-up es una representación literal de una evolución en el personaje, de un desarrollo importante en su arco. Es decir, el personaje obtiene su Power-up no porque necesita ganar la pelea, sino porque a lo largo del conflicto ha sido capaz de resolver una falla crucial en su personaje.
Ese crecimiento se ve reflejado en un aumento de fuerza, algo que nos muestra directamente que el personaje ya no es el mismo que antes.
¿Alguna vez te has preguntado por qué cuando Naruto le gana a Neji con ayuda del Kyuubi todo se siente tan frustrante? Bueno, eso es porque el Power-up le llegó básicamente porque es el protagonista, no porque realmente hubiera un crecimiento de por medio.
Sin embargo, cuando Naruto obtiene virtualmente el mismo poder peleando contra Sasuke, no tienes esa sensación, porque el personaje está pasando por una situación emocional bastante difícil, y el Power-up lo que nos muestra es que por fin ha tomado una decisión definitiva y ya no dudará de sí mismo en lo que queda de combate.
Esto es lo que permite que el Power-up no sea una simple conveniencia narrativa, sino que obtenga valor simbólico en la historia y la audiencia sienta que era algo inevitable.
¿Cómo evitar que sea un problema para la narrativa?
Ya te di algunas pistas de cómo puedes aprovechar los Power-ups sin que afecten negativamente tu historia, pero deja que ahora te comparta algunos consejos más directos que te aseguren que este elemento es una fuerza positiva para tu obra.
¡Aquí te van!
Utilízalo como símbolo del crecimiento del personaje
Ya sé que para este punto sueno como un disco rayado, pero es importante reforzar esto lo más posible: el Power-up tiene mayor valor cómo símbolo que como simple instrumento narrativo.
Esto también significa que el Power-up en sí, es decir, lo que hace, de alguna forma también es un reflejo de lo que el personaje está viviendo.
Volviendo al caso de Naruto, el hecho de que utilice el poder del Zorro de las Nueve Colas, la criatura que lo ha sometido a una vida solitaria donde las personas de la aldea lo detestan, para traer de vuelta a alguien que se ha convertido en su familia, va perfecto con la temática del valor de los vínculos relacionales que formamos con otros.
Naruto está poniendo todo de sí, lo bueno y lo malo, para recuperar a su amigo, aunque eso signifique romperle los brazos y las piernas. La bestialidad con la que Naruto pelea gracias al Power-up, es la mejor forma de representar sus poderosas emociones y la clase de conflicto interno que está librando.
De la misma forma, cuando Sasuke obtiene su respectivo Power-up, el suyo gira en torno a una maldición, mostrando que el personaje ya ha sido completamente seducido por los sentimientos oscuros que lo atormentan. Sus alas, que deberían representar la libertad, en realidad son manos y puños destinados a destruir, representando que nunca será libre hasta que cumpla su cometido.
En parte, por estos elementos es que, para muchos, ese enfrentamiento entre Sasuke y Naruto es uno de los mejores combates (sino el mejor) de la historia de los shonen.
Naruto no es una serie perfecta ni mucho menos, pero hay que darle crédito donde se lo merece.
Asegúrate que se lo haya ganado
Uno de los mayores problemas de la nueva trilogía de Star Wars, es la forma en la que Rey consigue constantemente Power-ups, pero no se gana ninguno de ellos. Ella simplemente cierra los ojos, se concentra, y voilá, ahora puede hacer algo increíble que ni siquiera sus predecesores, con años de entrenamiento, fueron capaces de hacer.
En realidad, Rey puede llegar a ser tan poderosa como la historia lo necesitara, pero si ese crecimiento en poder no está amarrado con su crecimiento como personaje, entonces jamás podrá sentirse real ni memorable.
Compara eso con un personaje como Mikasa de Attack on Titan, alguien que tiene cualidades excepcionales desde su nacimiento y es, con toda la regla, una superhumana.
Bueno, incluso Mikasa, para despertar su poder tuvo que modificar su comprensión del mundo, tuvo que ser inspirada por alguien más. Frente a una situación atroz y desesperanzadora, Mikasa toma una decisión crucial para su personaje y obtiene un Power-up descomunal en el contexto de su historia.
A lo largo de la serie, se hacen constantes alusiones a lo increíblemente capaz que es Mikasa, pero eso nunca te resulta molesto ni difícil de creer, porque entiendes lo que tuvo que pasar el personaje para obtener esa fuerza.
Ten cuidado con la forma en que lo calibras
Otro problema que puede surgir a la hora de introducir Power-ups en tu historia es que, con el afán de hacer el momento lo más épico posible, terminas por pasarte de la mano con lo poderoso que es la nueva habilidad en sí.
Ya sabes, es como cuando Goku Fase 3 parece tener el poder más grande del universo, con un inmenso costo para él, y, cuarenta capítulos después, ya es prácticamente lo mismo a que si no tuviera nada.
Si bien esto puede ser útil para mostrar lo poderoso que es el nuevo villano, en muchas ocasiones hará que la audiencia se pregunte por qué el Power-up parece mucho más débil de repente, como si el autor hubiera drásticamente modificado el nivel de poder para mantener la tensión de la historia.
De la misma forma, también debes tener cuidado con darle demasiados límites al Power-up, como que el protagonista solo puede utilizarlo por un periodo muy breve de tiempo y luego queda completamente inútil por otra cantidad arbitraria de minutos.
Esto no hace más que alargar el combate innecesariamente y crear tensión falsa que se vuelve más frustrante que otra cosa, como sucedió en la pelea entre Luffy y Katakuri, por ejemplo; una de las peleas más planas y redundantes desde el punto de vista narrativo que he visto en mucho tiempo.
Antes de introducir cualquier Power-up, debes pensar seriamente en cómo calibrarlo, en las consecuencias que tendrá para la historia. Está claro que no quieres que quite la tensión narrativa, pero tampoco quieres que te imponga rutas narrativas predeterminadas.
Dale consecuencias importantes en la narrativa
Ahora, cabe destacar que la presencia de un Power-up no significa que el personaje en cuestión deba ganar la pelea que libra, pero sí es importante que haya alguna consecuencia crucial para la historia el hecho de que descubra este nuevo poder.
En pocas palabras, el Power-up debe representar un antes y un después para el personaje, ya sea creando un nuevo conflicto o dándole mayor peso a uno ya presente.
Esta es una de las razones por las que la aparición del Hollow en la pelea de Ichigo contra Byakuya de hecho está muy bien construida. A lo largo de la historia, se dieron varias pistas de este monstruo dentro del protagonista, y su repentina aparición luego desarrolla un conflicto que tendrá muchas ramificaciones en la narrativa.
No fue que simplemente se usó y ya (como ocurre en Fairy Tail), sino que el elemento sirve para añadirle profundidad al personaje y ayudarle a continuar su crecimiento.
Cuídate del “power creep”
Naruto es una serie infame por la forma en la que el sistema mágico terminó rompiéndose a medida que los poderes de los personajes dejaban de ser interesantes y ocurrentes técnicas ninjas, a habilidades con un nivel destructivo nuclear.
Si bien eso permite que los personajes principales obtengan un poder muy grande que nos ayuda a dimensionar cuánto han crecido, también obliga a la audiencia a constantemente mantener su suspensión de la incredulidad y termina anulando a una buena cantidad de los personajes secundarios (a menos que estos se saquen poderes de la manga para mantenerse al nivel de la historia).
Además, como la historia constantemente necesita aumentar el peligro, cae en la trampa de seguir elevando más y más el nivel de poder de los personajes, haciendo que cada vez sea más difícil seguirle el ritmo a la historia y también se presenten toda clase de incongruencias en la narrativa.
Esto se conoce como “power creep”, el fenómeno que explica por qué el poder de los personajes en las historias centradas en combate termina por llegar a niveles exagerados impidiendo que la audiencia pueda tener una verdadera comprensión del peligro que se corre.
Es algo así como cuando en una historia el primer villano pone en peligro a la ciudad del héroe; entonces, el segundo pone en peligro el mundo; y al tercero ya no le queda de otra que poner en peligro el universo para que lo tomen en serio.
Una forma de evitar el Power-creep es creando un sistema mágico con límites que siempre permiten que los personajes tengan un cierto nivel de mortalidad; como en Jojo’s Bizarre Adventure, donde las stands pueden ser tan poderosas como quieras, pero el usuario siempre será un humano común y corriente que puede morir si es apuñalado por un cuchillo cualquiera.
¡Y listo! Ya con esto tienes todo lo que necesitas para manejar los Power-ups correctamente en una historia.
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Muy buen artículo como siempre, realmente me ha ayudado.
Habiendo dicho eso:
Tengo una duda acerca de mi historia, verás, uno de los personajes principales tiene un padre alcohólico (de esos que llegas a casa y lo encuentras tirado inconsciente entre un montón de latas vacías todo el día) pero conforme avanza la historia se irá rehabilitando.
¿Cómo puedo escribir su proceso de rehabilitación para que se sienta natural?
Que tal Ezra, me interesó tu comentario y pues decidí pasar dejando mi punto de vista sobre tu historia. Veraz, lo que tengo en mente para que la rehabilitación se sienta natural es ver como son los programas de rehabilitación en la vida real, puede sonar obvio, pero imagino que más de algo interesante puedes sacar de allí.
Repito, esta es mi opinión y no debes seguirla al pie de la letra, te deseo lo mejor a ti y a tu obra!
En ese caso, te recomiendo que revises mi artículo sobre arcos de redención. ¡Seguro te ayudará!
https://blog.jefsescritor.com/arco-de-redencion