¿Cómo mantener la tensión en las historias?

¿Cómo mantener la tensión en las historias?

¿Cómo mantener la tensión en las historias?

Una de las habilidades más importantes que debe tener un escritor es la de mantener una tensión palpable y poderosa en la narrativa, y, como te podrás imaginar, lograr esto no es nada fácil.

El problema principal radica en que cada historia tiene una fórmula única para generar tensión, y parte del trabajo del escritor es descifrarla. Por suerte, conocer más sobre el tema te puede ayudar muchísimo a dar con esa fórmula y ser capaz de ejecutarla correctamente.

Si te interesa lograrlo, este artículo es ideal para ti!

¿Qué es la tensión desde el punto de vista narrativo?

En las historias, la tensión se refiere a qué tanto la audiencia cree que la trama se resolverá de forma positiva y qué tanto le importa dicho desenlace. Es decir, la tensión está directamente relacionada con el manejo de las expectativas de la audiencia así como la experiencia que esta vive.

No es tanto un concepto que aparece de una narrativa coherente, sino que realmente llega gracias a una comprensión profunda de la forma en que tus lectores o espectadores vivirán la obra.

Eso significa que debes tener un perfecto manejo del ritmo narrativo, el tono de la historia, el desarrollo de personajes y la evolución dramática de los conflictos de la trama.

¿Por qué es crucial que esté presente en la obra?

Lo más importante de la tensión es que es el elemento que mantiene a la audiencia al filo de su asiento, ansiosa por pasar a la siguiente página mientas se involucra emocionalmente más y más con la obra.

Digamos que es lo que permite que tu historia, además de tener mucho valor artístico, también sea extremadamente entretenida, lo cual es una facultad que nunca debes menospreciar si quieres entrar en este negocio.

¡No lo olvides!

¿Cómo construir tensión?

Ahora que ya definimos lo que es la tensión en las historias y por qué es importante, ha llegado la hora de que te comparta algunas reglas generales para desarrollarla.

Es cierto que la fórmula mágica específica de tu obra no te la puedo dar yo, pero si sigues estas directrices es muy seguro que des con ella antes de lo que piensas.

¡Lee con atención!

Desarrolla a los personajes con cuidado

Como es usual en este blog, coloco este punto de primero precisamente porque, en mi opinión, es el más importante.

No olvides la segunda parte de la definición de tensión: necesitas que a tu audiencia LE IMPORTE el desenlace. Sin esto, no importa qué tanto conflicto metas jamás lograrás que haya verdadera tensión.

¿Y cómo consigues que a tu audiencia le importe? Pues, desarrollando personajes reales de los que pueda enamorarse.

Dale a tu elenco motivaciones, personalidades y características únicas, luchas y defectos palpables, y permíteles equivocarse y triunfar. Hazlo con cuidado y cariño, y verás que cada momento toma fuerza casi por inercia.

Relaciona la meta con la debilidad del personaje

Una de las mejores formas de manejar las expectativas de la audiencia para mantenerla a la expectativa es relacionar la debilidad del personaje con el conflicto que está enfrentando.

¿Por qué? Bueno, porque, al menos en las buenas historias, que el desenlace del conflicto sea positivo o negativo depende por completo de la competencia del personaje que protagoniza dicho conflicto.

Por ejemplo, en Capitán América: El Soldado de Invierno, la debilidad del protagonista es de hecho su inmensa lealtad e idealismo, algo que hasta entonces siempre había sido su mayor fortaleza.

El conflicto se intensifica y la tensión es poderosa porque entendemos que Cap debe evolucionar mucho durante la trama para ser capaz de superar a sus enemigos sin convertirse en alguien peor que ellos.

Lo mismo sucede en El Padrino, donde el amor que Michael tiene por su familia y su profundo orgullo terminan interponiéndose en su camino más seguido de lo que quisiera.

Por muy poderosos que sean estos protagonistas en sus respectivas historias, la tensión no desaparece porque, hasta cierto punto, ellos son sus peores enemigos y, si lograste que tus lectores/espectadores los quieran y conozcan, estos serán los primeros en darse cuenta del profundo aprieto en el que se encuentran los personajes y querrán descubrir hacia qué lado caerá la balanza.

También crea tensión con las subtramas

La mayoría de los escritores saben (al menos de forma inconsciente) que la tensión es muy importante y por eso los recursos narrativos como la subversión de expectativas y los plot twists son tan recurrentes en las historias: los autores están intentando con todas sus fuerzas comunicar que su historia es impredecible y que, por lo tanto, la audiencia debería estar ansiosa por saber qué sucederá.

Lamentablemente, esta práctica demuestra una débil comprensión de lo que realmente genera tensión en una historia, porque no se trata de sorprender o ser impredecible, sino de crear una ruta narrativa que pueda tener consecuencias negativas de todo tipo, incluso si el conflicto central se resuelve de forma positiva.

El ejemplo más claro que se me ocurre es El Señor de los Anillos, donde quizás no dudamos que los héroes ganarán, pero la tensión de todas maneras aparece porque está relacionada con las condiciones de victoria.

Después de todo, la destrucción del Anillo Único nos dejaría un mal sabor de boca para si para llegar a ella un personaje que adoramos, como Aragorn, Gandalf, Sam, Frodo, Merry, Pippin, Legolas o Gimli, mueren en el camino, se corrompen o quedan destrozados de por vida.

Eso es porque los mismos personajes y sus subtramas también tienen conflictos que nos interesa que se resuelvan de manera positiva. Aunque no temamos por el conflicto central, los subconflictos son igual de importantes, y por eso la tensión sigue presente.

Introduce un villano muy competente en la historia

Y como no podía faltar, tengo que hablar del villano, el ente detrás del que gira todo o casi todo el conflicto relevante de la trama.

Si quieres generar tensión, una de las mejores decisiones que puedes tomar es introducir un antagonista extremadamente competente, alguien que sea capaz de ganar y poner en aprietos a los héroes.

Nada más mira lo que villanos legendarios como Moriarty y el Joker han sido capaces de aportar para sus respectivos universos. Ambos se sienten como amenazas reales, y cada vez que el héroe es puesto a prueba por ellos entendemos que la victoria no está garantizada.

Dale poder a tus villanos y deja que el conflicto crezca orgánicamente. ¡Te sorprenderás del impacto positivo que tendrá en la experiencia de tu audiencia!

¡Y con eso acabamos! Ahora ya conoces a fondo de qué se trata la tensión en las historias.

Si tienes alguna duda, ¡asegúrate de dejar tu comentario! ¡Con gusto te responderé!

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