3 preguntas que te puedes hacer para determinar qué tan profunda es tu obra
3 preguntas que te puedes hacer para determinar qué tan profunda es tu obra
Si eres un escritor novato, pero ambicioso, es muy probable que quieras que las historias que construyes realmente sean profundas y hagan que tu audiencia piense en temas que usualmente no pasan por su cabeza.
Los grandes libros de la historia de la literatura tienen esta característica, tal es el caso de Crimen y Castigo, El Conde de Montecristo, Los Miserables, Orgullo y Prejuicio, etcétera.
Por supuesto, está claro que no todas las historias necesitan ser increíblemente profundas para tener valor artístico, pero si de verdad quieres que las tuyas sean así, entonces hay ciertas cosas que necesitas tomar en cuenta.
Es muy difícil determinar si una historia es realmente profunda si nosotros fuimos lo que la construimos; sin embargo, la buena noticia es que existen ciertas preguntas que te ayudarán a darte una pista de la profundidad de tu historia si las respondes con honestidad.
¡Aquí te las comparto!
¿Las ideas centrales del relato tienen perspectivas opuestas?
Este aspecto es crucial y es importantísimo que lo entiendas. Si alguna vez has visto una película o leído un libro y tuviste la sensación de que te estaban sermoneando, muy probablemente sucedió porque el autor está manejando una sola versión de la idea central de su historia.
Esto es algo muy común y es la principal razón por la que la mayoría de las historias a las que nos exponemos día a día no tienen mucha profundidad.
Recuerda que tu labor como artista no es decirle a la gente qué es lo que tiene que pensar, sino que tu trabajo es meterte con tu creatividad en el mundo de lo desconocido, de eso de lo que nadie puede hablar precisamente porque es casi imposible de entender.
Tu arte es lo que permite que otros sean capaces de explorar esa misma idea, una idea que no podemos simplemente articular.
Por ejemplo, en lugar de ponernos a hablar sobre lo que significa la reencarnación y el renacimiento desde un punto de vista psicológico o metafísico, creemos una historia que tenga un fénix en su centro: una criatura que muere para luego renacer.
Eso está genial, pero justo porque es un tema tan complejo, no le impongas a la historia tu opinión propia sobre lo que ese renacer significa. ¿Es bueno o malo? ¿Es doloroso o placentero?
En lugar de eso, crea personajes y una dinámica en la trama que te permita presentar ambos casos del argumento; mostrando cómo un renacimiento puede destruirte por completo y cómo puede rehacerte.
No des la respuesta, sino que deja que la audiencia decida qué es lo mejor. ¡Precisamente en esa apertura al diálogo y a la diversificación de opinión es que se puede alcanzar la verdadera profundidad!
¿Tu villano tiene motivaciones complejas y/o produce conflictos internos interesantes en los héroes?
Uno de los mejores elementos de los que puede valerse una historia para manejar temáticas complejas y difíciles, es el villano. Esto se debe en parte a que este personaje puede salirse de las definiciones típicas de la ética con más facilidad, sin que la audiencia sienta rechazo por la historia.
Sin embargo, esto sirve de muy poco si no te aseguras de darle motivaciones complejas, es decir, razones de peso para cometer los actos malévolos que la trama le exige.
Por ejemplo, lo que hace que un villano como Griffith de Berserk sea tan increíble, es el hecho de que fácilmente puedes argumentar a su favor, a pesar de que estamos hablando de un homicida, traidor e, incluso, violador.
Es un villano en toda la regla, pero su motivación gira en torno a crear el reino más majestuoso de la tierra, y sus acciones, aunque causaron la perdición de muchos, terminaron salvando a muchísimos más.
Esa complejidad, esa dificultad para ponerle una etiqueta, es lo que permite que sea un personaje tan memorable e interesante.
Al mismo tiempo, también es gracias a él que el héroe de la historia se ve obligado a enfrentarse a un conflicto interno terrible, uno que amenaza con destruirlo por completo, sino aprende a dejarse guiar por el bien.
Si tienes un antagonista así, ¡te aseguro que tu obra tendrá muchísima profundidad!
¿La audiencia tiene la potestad para llegar a sus propias conclusiones?
Si bien es cierto que es importantísimo presentar ambos argumentos de un conflicto, entonces es todavía más importante que te asegures que el final de tu historia y las conclusiones a las que llega le den la oportunidad a tu audiencia para pensar.
De nada sirve que explores tu idea central con honestidad todo el tiempo, pero al final des una respuesta tramposa, anulando por completo la visión con la que no estás de acuerdo.
Un ejemplo de esto sería si estás explorando, por ejemplo, si el dinero y el poder afectan la ética de las personas y, al final, el único personaje rico e influyente de la historia que actuaba como una buena persona, resulta que todo el tiempo estuvo bajo un hechizo que le hacía actuar así.
Ese “plot twist” dejaría una postura como definitiva: nadie puede salvarse de la influencia malvada del dinero y el poder. Lamentablemente, esta sería una visión simplista del problema y sesgada hacia un solo lado del argumento, quitándole a la historia toda su posible profundidad al manejar esta idea.
Sé que puede ser tentador terminar tu historia dándole a tu visión del argumento la ventaja, pero debes evitarlo si quieres que tu obra deje a tu audiencia pensando.
En realidad, aquellas historias que dejan finales donde la audiencia puede sacar sus propias conclusiones son las que luego son discutidas y estudiadas a fondo en las universidades, precisamente porque se tiene que dialogar mucho antes de sacarle todo el jugo que tienen.
¡Y con eso acabamos! Espero que este artículo te resulte útil y, si no has terminado tu historia, te inspire ha poner de tu parte para que tenga más profundidad.
Si te gustó este contenido, seguramente disfrutarás este otro sobre la dualidad de la vida y su importancia en la construcción de historias. ¡No te lo pierdas!
Hola, soy mueva y me gustaria que me contestaras una duda que tengo, lo que pas es que quiero ecribir una historia donde nos muestre una amistad entre un hombre y una mujer, pero no se como escribirla sin que la vean como un romance, ¿Como logro que ese duo sea reconocido como amistad mayormente y no como un romance?
Quizá la audiencia sentirá lo que sientan los personajes, dicho de otra forma, si manejas las interacciones entre ellos de tal forma que ninguno de ellos sienta que es una relación la audiencia tampoco lo sentirá. Es una parte de la respuesta. La otra parte no la sé aún XD