El temerario: ¿cómo construir un personaje que ama el peligro?
El temerario: ¿cómo construir un personaje que ama el peligro?
La mayoría de los héroes empiezan siendo novatos en su oficio, lo cual hace que sientan miedo e inseguridad cuando arrancan sus aventuras; sin embargo, existen ciertos héroes que no pasan por esto, que desde el día uno están listos para arriesgar su vida y disfrutar cada segundo mientras lo hacen: los héroes que pertenecen al arquetipo del temerario.
Si quieres aprender más sobre este tipo de personajes, ¡estás en el lugar ideal! ¡No pares de leer!
¿A qué me refiero con temerario?
Una persona temeraria es aquella que realiza una acción peligrosa con valor y/o imprudencia. En el contexto narrativo, sin embargo, cuando hablamos de temerario nos referimos en realidad a alguien que recibe el peligro con brazos abiertos.
Es el personaje que sonríe ante la idea de llevar a cabo una batalla a muerte o que pelea no solo por una meta importante, sino que la lucha en sí es lo que le gusta.
Si estás acostumbrado a ver animes como Bleach, Naruto y One Piece, seguramente se te pueden ocurrir muchísimos personajes que caen dentro de este arquetipo, y lo más probable es que varios de ellos estén entre tus favoritos.
Los personajes temerarios tienen un carisma particular que los hace atractivos porque, de cierta forma, todos queremos ser como ellos a la hora de enfrentar los momentos más difíciles de nuestras vidas; queremos ser capaces de plantarnos frente a nuestros demonios y sonreír en lugar de temblar de miedo.
Esto es algo importante que considerar porque crear protagonistas con estas características puede hacer que tu audiencia les tome cariño rápidamente sin necesidad de que los conviertas en personas demasiado buenas y morales.
¿Qué aporta a una historia?
El personaje temerario te ayuda a explorar la ambición humana por ser cada vez mejor. Este es un personaje tan obsesionado con crecer y alcanzar grandes cosas que no ve sus obstáculos como un muro, sino como un peldaño para dar un paso más hacia su meta.
Fallar no le hace caer en la desesperación, sino que suele motivarlo a trabajar de forma más incansable y seguir lidiando con el problema hasta que sea capaz de darle la vuelta.
Quiero que quede claro que esto no significa que tu personaje temerario NUNCA pueda sentir miedo ni tampoco que una derrota catastrófica tenga que darle igual. Eso lo haría plano y aburrido.
Simplemente quiero decir que es MUY RARO que le suceda esto y que, si le pasa, tiene la fortaleza mental para superarlo más rápido que la persona promedio (lo cual también puede ser útil para ti como escritor).
De la misma forma, tampoco quiero que creas que el temerario debe ser forzosamente un héroe. Considerando que la ambición humana puede salirse de control, ¡es obvio que estos personajes también pueden ser villanos muy interesantes!
Nada más imagínalo: un villano que cada vez que es derrotado se emociona más, entrena y no puede esperar para tener otra revancha contra el héroe. ¡Las rutas narrativas que puedes tomar con un personaje así son virtualmente infinitas!
¿Qué características debe tener?
Ahora hablemos sobre las características principales que el personaje temerario debe tener para poder ofrecerle profundidad y valor narrativo a la historia.
¡Presta atención!
Una motivación clara y fuerte
Aunque es cierto que el personaje temerario ama el peligro y la lucha por lo que son, también es cierto que debe existir una razón para eso. Es decir, que hagas que quiera “hacerse fuerte porque sí” solo logrará que el personaje sea plano, predecible y aburrido.
En realidad, los personajes temerarios tienen una motivación tan clara y poderosa que es capaz de superar su miedo a la muerte y el dolor, y permitirle enfocarse con todo su ser en seguir creciendo.
Quizás sea convertirse en el Rey de los Piratas como Luffy en One Piece, o proteger a los que ama como Ichigo en Bleach, o vengarse de todos los titanes como Eren en Attack on Titan. El punto es que su ambición tiene una motivación poderosa que da sentido a su terquedad e insistencia a pesar de la adversidad.
Una filosofía de vida
La motivación es una cosa, y la filosofía de vida es otra. Esto es importante entenderlo si quieres ser capaz de manejar tanto villanos como héroes con el arquetipo del temerario.
Esto se debe a que lo que realmente separa a uno y otro es la filosofía de vida que guía la búsqueda de su ambición.
Uno de los mejores ejemplos de esto lo vemos en la saga de Devil May Cry con Dante y Vergil, dos sujetos con filosofías de vida opuestas a pesar de ser hermanos gemelos y compartir los mismos traumas.
Dante y Vergil tienen un padre demonio que fue un gran héroe que traicionó a su raza para proteger a la humanidad, y su madre humana los crio hasta que fue asesinada por demonios que buscaban venganza.
A raíz de ese evento traumático, Dante decidió abrazar su humanidad y convertirse en un cazador de demonios, mientras que Vergil culpó su debilidad en su lado humano, inclinándose por completo hacia su parte demoníaca y obsesionándose con la búsqueda de poder.
Es incuestionable que ambos personajes son temerarios, pero lo que les permite aportar cosas distintas a la historia es que su filosofía de vida explora distintas perspectivas de la ambición humana.
Esto queda muy claro en uno de sus enfrentamientos en Devil May Cry 5 donde Urizen, la forma pura de demonio de Vergil, le pregunta frustrado a Dante cómo es posible que tenga tanto poder. En su mente, Dante está equivocado porque no rechaza su lado humano, por lo que es incomprensible que siga siendo capaz de vencerlo.
Dante le responde que el poder “es una decisión”, la decisión de pelear con todo para proteger aquello que es importante para ti.
Esta frase ilustra la filosofía de Dante y es una demostración genial de cómo la historia explora ambas posturas.
¡Asegúrate de tenerlo en cuenta!
Una competencia importante para la narrativa
Si es cierto que tu personaje quiere “mejorar”, es importante que aterrices eso de una forma tangible en la narrativa. No debes permitir que sea algo vago e intangible como “quiero ser una mejor persona”, sino que debe existir una forma medible y clara de determinar si el personaje ha crecido o no.
Esto se logra a través de una competencia específica que permite que el personaje demuestre una y otra vez qué tan lejos o cerca está de su meta final.
Por ejemplo, si la competencia de tu personaje es el ajedrez, la historia debe hacer que esta habilidad se ponga constantemente a prueba contra oponentes cada vez más capaces.
La audiencia, al ver que el personaje supera obstáculos cada vez más grandes, logrará entender su progresión. De la misma forma, cuando este se tope con un oponente que lo destroza por completo, comprenderá simultáneamente lo mucho que necesita crecer el personaje, así como el nivel máximo al que puede aspirar.
Dicho en pocas palabras, la estructura de tu trama debe lograr que la competencia en la que excede el personaje temerario constantemente sea necesaria para lidiar con los conflictos que enfrenta a lo largo de la obra.
Sufrir consecuencias por los conflictos en los que participa
Lo interesante de los temerarios es justamente que no ven las derrotas como algo desalentador, sino como una oportunidad para aprender y mejorar; esto también les impulsa a ser más imprudentes de lo que deberían, lo cual puede (y debe) traerles problemas.
Un personaje temerario, por mero concepto, todavía no es todo lo que puede ser y está sujeto a cometer errores de juicio y toparse con situaciones para las que no está listo.
Si quieres sacarles el máximo provecho a estos personajes, necesitas que existan consecuencias poderosas e interesantes para todos o casi todos los conflictos en los que se ve involucrado; tanto buenas como malas.
Como mencioné antes, el punto de introducir estos personajes es que te ayudarán a explorar el alcance de la ambición humana por mejorar, y será imposible que logres esto si la trama no hace que el personaje constantemente se tope contra un muro y ponga a prueba su voluntad. ¡No lo olvides!
¡Y ya llegamos al final del artículo! Si te gustó este contenido, considera leer este otro sobre los personajes frágiles y cómo trabajarlos. ¡Te dará otra perspectiva!