¿Por qué es tan difícil escribir un buen protagonista?
¿Por qué es tan difícil escribir un buen protagonista?
Uno de los retos más grandes a los que se enfrenta cualquier autor es escribir un buen protagonista que haga que la audiencia se meta de lleno en la historia y la recuerde con cariño.
Está claro que el protagonista es el personaje en el que más trabaja un escritor, por eso quizás parezca extraño que tantas veces terminen siendo tan decepcionantes. Sin embargo, eso se debe a que los protagonistas se enfrentan a problemas que otros personajes no tienen, y es importante entenderlos para que puedas combatirlos lo mejor posible.
Por eso, en este artículo, te quiero compartir los retos más fuertes a la hora de construir un protagonista y darte tips para que puedas superarlos.
¡Sigue leyendo!
Ellos llevan buena parte del peso de la narrativa
El tema con los protagonistas es que gran parte del peso de la trama recae sobre ellos, porque son la cara a la que están más expuestos los lectores. Sus pensamientos y motivaciones son los que (en teoría) dan sentido a los acontecimientos de la historia y la manera en la que los interpreta da forma a los símbolos.
Es decir, una premisa es tan buena como el protagonista que forma parte de ella y por eso una historia puede irse en picado muy fácilmente si este no está a la altura, y es incapaz de mantener un ritmo interesante .
¿Cómo evitar este problema?
La mejor forma de solucionar esto es evitando que TODO el peso de la narrativa recaiga sobre el protagonista. Es normal que en el ritmo de una historia el protagonista pase por momentos bajos. De hecho si sus debilidades estuvieron bien construidas, lo normal es que esto suceda más de una vez.
Es por eso que siempre es importante contar con personajes secundarios interesantes que puedan tomar momentáneamente la batuta y crear rutas narrativas que luego pueda recoger el protagonista.
La complejidad de su arco define el valor de la historia
El arco del protagonista es por mucho el más importante, y eso es algo que nunca deberías olvidar.
Por mucho que te puedan encantar tus secundarios, si les das a ellos el arco más importante de la historia o el más complejo, entonces lo que sentirá tu audiencia es que el protagonista es poco memorable, y deseará internamente que el principal sea otro.
¿Cómo evitar ese problema?
La mejor forma de evitar que esto suceda es haciendo que el protagonista forme un rol relativamente importante en el arco de los personajes secundarios. De esta forma, se sentirá como un eslabón muy especial, porque la trama y los personajes se fortalecen por su presencia.
Ojo: ten cuidado de darle demasiado peso en esos arcos de terceros, porque entonces puede sentirse como un intruso o pero, como una Mary Sue/Gary Stu.
La audiencia es más escéptica hacia ellos
Lamentablemente, existe una importante proporción de lectores que son muy exigentes con los protagonistas, hasta el punto que son capaces de hacer aseveraciones como “a mí no me gustan los protagonistas de una historia”.
Si bien esto es una mala actitud de cara a las historias, es muy válida, porque existen demasiados protagonistas flojos que permiten que las personas confundan esa recurrencia con un síntoma inequívoco de “ser un principal”.
Independientemente de, está claro que esto es algo a lo que te debes preparar.
¿Cómo evitar ese problema?
La mejor forma de hacerlo es causando una impresión inmediata con el personaje. Procura identificar cuáles son las características más interesantes y llamativas que tiene tu protagonista y preséntaselas lo antes posible a tu audiencia.
Por ejemplo, si tu personaje tiene un carisma innato y es una persona inteligente, haz que se note en su primera aparición. Si es una persona heroica, haz que su primera acción tenga algo que ver con eso. Si es alguien misterioso y oscuro, haz que se sienta.
Si te das cuenta rápidamente que tu personaje no cuenta con una característica así, ¡entonces debes revisitar la forma en la que lo construiste! ¡Le hace falta ser más interesante!
Es fácil que la temática y su arco no se unan
La temática es, al final del día, lo que hace que una historia se sienta profunda, pero una temática no puede tomar forma hasta que el arco del protagonista concluye.
Es decir, si toda tu historia manejó una temática relacionada con el sacrificio, todo se rompe si al final tu personaje no se sacrifica. Puede parecer un ejemplo sencillo, pero créeme que es muy fácil caer en la tentación de romper el ritmo natural de la historia para “sorprender” al lector.
Esto, más que ayudarte, lo que hará es que tu obra se sienta inconexa y hueca. Peor todavía es que tu personaje ni siquiera forme parte de esa temática y la ignore por completo, o simplemente sea un satélite que gira en torno a ella sin explorarla realmente.
¿Cómo evitar ese problema?
Para evitar que esto suceda, lo primero que necesitas hacer es entender cuál es el mensaje que quieres explorar con tu obra. No necesitas entender la conclusión de la historia, eso es algo que te llegará solo, pero sí aquello que deseas comprender a través de las luchas de tus personajes.
Una vez que lo entiendas, ata todo con el arco de tu personaje y procura que los símbolos fortalezcan la relación que tiene con la temática.
¡Es un reto, pero vale la pena afrontarlo!
Está claro que no es fácil resolver estos problemas que te comenté, incluso sabiendo técnicamente qué es lo que debes hacer.
Las historias vienen en todas las formas y tamaños, y necesitas adaptar estos consejos a lo que tú quieres construir y al estilo que quieres establecer como autor o autora.
¡Espero que este contenido te ayude a lograrlo!
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no todas las historias es necesario que el protagonista sea el mas interesante¿por que pasa eso?
Es forzosamente necesario. Por supuesto, aquí hablo de interesante desde el punto de vista narrativo, es decir, que sea el que ofrezca más rutas narrativas, que ayude a explorar mejor la temática, que tenga el arco más dramático, etcétera. Si en tu historia hay un personaje más interesante, entonces ese debería ser el protagonista. Esto es uno de los conceptos más importantes que nos enseña John Truby en su libro Anatomía del Guión.
Quero escribir un protagonista que a la vez es un villano escribir desde su punto de vista una parte de la historia lo suficiente para saber que lo llevo a hacer eso empatizar con el pero realmente no hace las cosas directamente si no que actúa alrededor del mundo y que las cosas que llega a hacer sean malas mas sin en cambio no se siente nada bien con ello llegando a mostrar todo su arrepentimiento y dolor cuando esta solo, cargando con ser la representación ser el recipiente de la destrucción teniendo sus momentos de brillar con la heroína protegiéndola de varias cercanías con la muerte aunque realmente no servirían para nada a la hora de cumplir su destino de acabar uno con el otro
No se si es el mejor lugar para decirlo pero no tengo nadie con quien compartir esto y solamente quizás se quede en una idea aunque se siente bien sacarlo
JEFS podrías subir ¿Que hace a una historia memorable? y ¿que hace a una historia olvidable? en tu próximo blog, por favor?
JEFS podrías subir en tu próximo blog de ¿que hace a una historia interesante? y qué hace a una historia olvidable? porfavor
¡Hola, Ikki! Perdona que no te respondiera antes, no había tenido oportunidad de checar los comentarios.
¡Cuenta con eso! No creo que lo pueda tener en el siguiente artículo, pero haré lo imposible para subirlo la próxima semana a más tardar ^^
Me ayudó demasiado. Gracias!
JEFS podrías explicar en tu próximo blog ¿que es lo que hace memorable a una historia? y ¿que hace olvidable a una historia? por favor