¿Qué es el retcon o retrocontinuidad?

Una de las prácticas más recurrentes en las historias populares, especialmente en los cómics, es el retcon y muchas veces esto puede tener repercusiones muy buenas o extremadamente malas.

Las historias pueden sufrir muchísimo si no sabes llevar a cabo este concepto y por eso vale la pena que hablemos sobre él.

¡No pares de leer!

¿Qué es el retcon?

El retcon o retrocontinuidad es una práctica que consiste en modificar elementos ya establecidos de la narrativa de forma retroactiva afectando la continuidad de la serie.

Es algo así como el típico “todo fue un sueño” o “en realidad, X personaje era un doble agente todo este tiempo”. En muchas ocasiones, es difícil separar los retcons de los plot twists, pero en otras es extremadamente obvio.

Por ejemplo, cuando Spiderman hizo un trato con Mephisto en el que ofreció su matrimonio con Mary Jane a cambio de revivir a la tía May, está muy claro que la escena es un retcon para que Peter sea soltero otra vez. No es una progresión orgánica de los puntos de la trama presentados hasta el momento, sino que es algo forzado que no obedece las característica que conocemos de los personajes.

Ahora, un ejemplo de un retcon que fácilmente podrías llamar plot twist (o viceversa) es cuando descubrimos que en realidad Darth Vader es el padre de Luke (no el hombre que lo mató como había dicho Obi Wan) y que Leia es su hermana.

 Obviamente, solo puedo especular, pero considerando la forma en la que se manejó la narrativa en la primera película, insinuando constantemente un romance entre Leia y Luke, me parece George Lucas decidió modificar la historia y llevarla por una ruta narrativa distinta.

¿Es una buena idea?

Si bien los retcons tienen una pésima reputación, especialmente en el universo de los cómics donde han hecho estragos constantemente, en realidad esta práctica puede ser muy positiva para arreglar una historia o mejorarla.

Continuando con el ejemplo de Star Wars, si el hecho de Vader sea padre de Luke es un retcon, entonces es completamente brillante. ¿Por qué? Porque sin ese cambio, Star Wars sería la típica historia de venganza contra un tirano malvado, en lugar de la historia de redención que nos cautivó tanto cuando éramos jóvenes.

El tema está en que no se pueden hacer a la ligera, cosa que sucede muchas veces en Hollywood cuando la necesidad de hacer dinero con una secuela supera las ganas de crear algo con valor artístico.

Es por algo que personajes como Jason o Mike Myers han perdido casi todo su legado: la continuidad de los personajes es tan inconsistente, que no hay una narrativa central a la que apegarse.

¿Cómo hacer un retcon sin romper la historia?

Entonces, si ya sabemos que la retrocontinuidad no es algo de lo que debas huir de buenas a primeras, lo siguiente es identificar cómo puedes trabajarla sin arruinar tu historia.

¡Aquí te van unos consejos que te servirán!

Evalúa muy bien las consecuencias que tiene

Una de las razones por la que los cómics sufren muchísimo por el mal uso de esta práctica, es que las historias constantemente están cambiando de escritores con visiones y perspectivas muy distintas de los personajes.

Esto, por simple inercia, produce que existan elementos que hacen imposible que un nuevo autor pueda llevar a cabo la visión artística que persigue y, por lo tanto, se quede con dos opciones: adaptarse a lo que ya hay y expandirlo con algo propio, o hacer un retcon y llevar la historia por donde se le antoja.

Ninguna de las dos opciones es objetivamente mejor que la otra, pero si la segunda se toma sin entender cómo los cambios afectarán la trama, la dinámica de los personajes y los símbolos de la historia, entonces puedes terminar con algo ridículo entre manos que te obligará a complicar la narrativa sin necesidad.

Es algo así como cuando Marvel decidió que Tony Stark en realidad era adoptado. Todos los símbolos que giraban en torno a la relación con sus padres fueron modificados drásticamente, así como la forma en la que el personaje veía a sus progenitores.

A su vez, la trama tuvo que lidiar con el conflicto, llevando al personaje todavía más profundo en ese hoyo negro. Esta clase de cambios afectan a la audiencia, porque el personaje está cambiando de una forma tan esencial, que quizás sientan que no lo reconocen para nada.

Está claro que los escritores no valoraban tanto esa parte de la personalidad de Tony y les pareció oportuno deshacerse de ella a favor de lo que ellos querían contar, pero en el camino rompieron cosas que eran cruciales para entender a Iron Man.

Las consecuencias fueron observadas de una forma muy superficial, en lugar de entender a fondo cómo afectarían lo que representa el personaje.

Esto nunca lo debes hacer si quieres que tu retcon sea positivo para la historia.

No lo uses como conveniencia narrativa

Un retcon nunca puede ser algo que te sacas de la manga para facilitarte la progresión de la trama. Si lo haces, lo más probable es que tu narrativa se sienta inconsistente y pierda peso, porque todo lo establecido puede ser modificado si el escritor lo desea.

Así como en el mundo real, se necesita un cierto nivel de consistencia y predictibilidad, y las reglas de tu universo, las limitaciones que colocas y las explicaciones que das para desarrollar la trama y los personajes, son justamente lo que le da realismo a la historia.

Puedes hacer ajustes y retoques, pero siempre deben ser muy bien considerados y ponderados, jamás deben aparecer para facilitarte el trabajo.

¡Los escritores flojos no pueden producir arte!

Piensa con mucho cuidado la explicación que darás al retcon

La forma en la que un retcon es presentado es tan importante como el hecho de que lo hayas pensado bien.

Dicho de otra forma, si te das cuenta que necesitas cinco páginas enteras para que toda la explicación de tu retcon tenga sentido, entonces es muy probable que estés complicando la historia más de la cuenta.

Como regla general, deberías ser capaz de explicar fácilmente las rupturas de continuidad, que no pase de una conversación corta o un par de párrafos. Más allá de eso, empiezas a acercarte al “territorio de lo forzado”, y tu audiencia lo notará de inmediato.

Respeta a tus personajes y a la historia

Recuerda, una vez que estableces la esencia de tus personajes y defines las reglas de tu mundo, estos ya deben tener vida propia, lo cual, en pocas palabras, significa que no están enteramente bajo tu control.

Tu trabajo es guiar la historia por caminos interesantes para que tus personajes los aprovechen y creen una narrativa genial.

Ahora, está claro que eres humano y te puedes equivocar. Si te sucede eso, también es obvio que necesitas arreglar lo que rompiste; sin embargo, esto nunca puede venir a costa de la integridad de tus personajes o de tu universo.

Si el retcon le quitará fuerza a alguna de las dos cosas, entonces debes pensarlo mejor o tratar de salvar la historia más adelante.

De nada te sirve solucionar las goteras del techo con un trapo. El agua se seguirá metiendo y la casa, que es lo que verdaderamente importa, se verá más descuidada.

¡Y ya llegamos al final del artículo! Seguro que ahora el concepto del retcon o retrocontinuidad te ha quedado muy claro.

Si te gustó este artículo, también deberías leer este otro sobre los elementos narrativos que todo escritor debe conocer. ¡No te lo pierdas!