¿Cómo cambiar de protagonista de forma efectiva?
¿Cómo cambiar de protagonista de forma efectiva?
Una decisión narrativa bastante interesante que vemos de vez en cuando en las historias, es el paso de la batuta protagónica de un personaje a otro.
Por supuesto, como todo elemento narrativo, puede ejecutarse bien o ejecutarse mal. La diferencia está en que, como juega con un personaje tan crucial como lo es el protagonista, si no le atinas a esto puedes terminar arruinando tu saga.
Si te interesa aprender más sobre el tema y descubrir cómo cambiar de protagonista de forma efectiva, este artículo es ideal para ti.
¡No pares de leer!
¿Por qué querrías cambiar de protagonista?
Claro está, la primera pregunta que nos deberíamos plantear es: ¿por qué rayos quisiera cambiar de protagonista?
Vamos, con lo difícil que es escribir un buen protagonista, el prospecto de tener que iniciar el trabajo desde cero suena terrible, especialmente cuando el primero fue tan interesante que se convirtió en uno de los mayores atractivos de la narrativa.
Es normal que tengas estas preocupaciones, después de todo, son las principales razones por las que cambiar de protagonista es una apuesta arriesgada, pero también viene con ventajas muy interesantes.
De entrada, crear una estructura narrativa donde la saga constantemente cambia de personaje principal te permite llevar el arco de este individuo a situaciones realmente extremas y duras, y darle una conclusión satisfactoria y determinante.
Algo así como sucede en Las Crónicas de Narnia, donde los personajes casi podrían considerarse paragon para el final de la narrativa.
En una saga normal, con un solo protagonista, esto es mucho más complicado, porque si el personaje ya no tiene lugar a dónde crecer, entonces se quedará estancado y, por ende, la historia también. Es por eso que vemos que en muchas sagas largas los personajes terminan volviendo al status quo: de otra forma, la fórmula se rompería y la historia no podría mantener su esencia.
A su vez, un cambio de protagonista te permite explorar tu premisa desde otra perspectiva y empezar una aventura nueva, con distintas motivaciones, metas, villanos, etcétera. En fin, una dinámica narrativa totalmente diferente que permita que la historia se mantenga fresca e interesante.
En pocas palabras, un cambio de protagonista puede ayudarte a cerrar muy bien la historia original además de extender el ciclo de vida de la saga. ¡Por eso es un recurso tan interesante y valioso!
5 tips para lograrlo
Seguramente, más de una vez te ha ocurrido que tu historia favorita cambia de protagonista… y sientes que perdió todo su encanto. Es muy común que esto ocurra, incluso si resulta que el cambio eventualmente te gusta.
Al comienzo, es normal que tu audiencia sienta un fuerte rechazo al cambio, y es importante tomar esto muy en cuenta para poder ganarlos de vuelta.
Dicho esto, hay formas de hacer que la transición sea más bienvenida y acelerar el proceso de “reenganche” de los fanáticos que tienes. ¡Aquí te comparto 5 de ellas!
Termina el arco del protagonista original
Este es, probablemente, el punto más importante que necesitas cumplir para que tu audiencia acepte el cambio de protagonista.
¿Por qué? Bueno, porque si culminas la historia principal ofreciendo una sensación de cierre, de que todos los cabos sueltos quedaron atados, entonces es mucho más fácil para tus lectores/espectadores abrirse a algo nuevo que está por empezar.
Puede ser que extrañen al primer protagonista y es inevitable que comparen al segundo con él, pero no se quedarán con la sensación de que lo único que quieren es volver a la historia anterior para descubrir qué es lo que sucedió con el personaje principal original.
Dicho de otra forma, si tienes planeado cambiar a tu protagonista, asegúrate que primero despides al original como Dios manda. Dale a tu audiencia un cierre genial y eso beneficiará como no tienes una idea al que venga después.
Dale su propia personalidad al recién llegado
Uno de los mayores errores de la nueva trilogía de Star Wars es precisamente la forma en la que intentaron copiar descaradamente la dinámica del trío original de Star Wars, teniendo a alguien valiente y puro (Rey/Luke), alguien con ambigüedad moral y experiencia con el mundo criminal (Finn/Han Solo), y alguien temerario y rebelde (Poe/Leia).
Cambiar el género, la raza y pequeños detalles narrativos no añade mucho a estos personajes, porque sus personalidades son fundamentalmente las mismas.
Lamentablemente, estos personajes no tienen oportunidad de brillar precisamente porque son demasiado similares a los que vinieron antes. Es decir, como audiencia, estás inclinado a considerarlos versiones inferiores de sus predecesores y eso disminuye en buena medida el impacto que pueden tener.
Por supuesto, esto sucede en parte porque estos nuevos personajes están mal escritos y la trama es un desastre, pero el error estuvo marcado desde la concepción de cada uno de los actores del relato.
Compara eso con Jojo’s Bizarre Adventure, una de las mejores series que existen cuando se trata de reinventarse a sí misma. Cada uno de los Jojo’s es drásticamente diferente al anterior, lo que permite que brillen por luz propia y escapen en buena medida las comparaciones posibles con los que vinieron antes que ellos.
Vamos, se siente ridículo comparar a alguien como Jonathan, un sujeto valiente, puro y heroico, con Joseph, un tipo payaso, ocurrente, astuto y con poco sentido de la caballerosidad. ¡Es como comparar a John Wick con Jack Sparrow!
Se siente que la conversación no vale la pena y resulta que ese es el caso. Cada personaje aporta algo muy distinto y se disfrutan de maneras distintas.
Si quieres que tu nuevo protagonista tenga oportunidad de demostrar que es buena adición para la historia, ¡asegúrate que tiene una personalidad única y especial!
Mantén la congruencia del mundo
Si tu audiencia está volviendo a tu saga incluso después de que todos los nudos narrativos que preparaste antes se resolvieron, que tu protagonista y sus compañeros ya se fueron y que el villano ya fue derrotado, entonces solamente hay una cosa que los está jalando: tu mundo.
Lo que quieren es volver a disfrutar ese universo que creaste y vivir una experiencia única e inolvidable como la que experimentaron antes. Quizás quieran tener la oportunidad de viajar a una de las locaciones que la narrativa original no exploró, o meterse de lleno en la vida de otra de las especies de tu saga.
En fin, el punto es que hay mucho más que ver y descubrir en tu mundo, y si un nuevo protagonista es el costo que deben pagar para hacerlo, entonces lo harán sin pensárselo dos veces.
Por supuesto, esto significa que la consistencia y congruencia de tu mundo debe mantenerse. Puedes expandirla, sí, pero cuidarla, permitir que su esencia se mantenga.
Es por esto que las películas nuevas de Harry Potter se sienten tan artificiales. El mundo parece tener unas reglas mucho más flexibles que la historia original, y eso nos hace ruido, porque sentimos que ya no estamos en el mismo lugar.
Entonces, lo único que nos estaba llamando de vuelta a la saga, súbitamente desaparece y sentimos que estamos perdiendo nuestro tiempo.
Dale un arco propio
Otro de los errores del personaje de Rey es que, en muchos aspectos, su arco es demasiado similar al de Luke. Ya sabes, el típico protagonista que debe descubrir su verdadero potencial y lidiar con la oscuridad y la luz en su interior.
Digo, está claro que prácticamente desde cualquier tipo de análisis narrativo el arco de Rey es inferior al de Luke, pero incluso si hubiera estado al nivel, no se sentiría como una gran adición para el mundo de Star Wars, porque esa historia ya la vivimos.
Rey se hubiera beneficiado mucho más teniendo sus propias fallas (o fallas, para empezar) y resolviéndolas a su manera, con un arco propio y único que le permita brillar sin necesidad de nadie más.
Al final del día, cuando introduces un protagonista nuevo estás creando un nuevo pilar para la historia, alguien tan interesante que será capaz de llevar la saga a nuevas alturas y construir sobre lo que su predecesor creó.
Sin embargo, si esa construcción es una copia barata, entonces tu audiencia se preguntará para que rayos la hiciste. Después de todo, si quería esa experiencia, podía volver a ver la historia original y ya.
¡Estás haciendo irrelevante la continuación de tu narrativa!
Ajusta la trama a este nuevo personaje
Si es cierto que tu nuevo protagonista representa un inicio fresco para tu saga, que tiene una personalidad única y especial, y un arco propio y único, entonces una de las principales reglas que debes seguir es que la trama tiene que ser drásticamente distinta a la anterior.
Ahora, tu enfoque debe ser crear rutas narrativas que te permitan explorar al máximo las particularidades de este nuevo personaje; desarrollar una historia que esté diseñada específicamente para él o ella.
No caigas en la trampa de querer revivir la gloria del pasado. Esa gloria solo existió porque se compenetraba con los personajes que tenías en ese momento. Forzarla en la nueva estructura, no hará más que menospreciar al protagonista que trajiste y arruinar la experiencia de tu audiencia.
¡Y eso es todo!
¡Espero que este contenido te haya resultado informativo! Si tienes alguna duda, te gustaría agregar algo o simplemente quieres avisar que estuviste por aquí, ¡deja un comentario!
Leo absolutamente todo lo que se pone en este blog, ¡así que ten por seguro que te escucharé!
Aun tengo una duda sobre esto,si mi trama gira en torno a un equipo de personajes (Como en Voltron Legendary Defender) ¿Puedo dar el protagonismo a otro personaje del mismo grupo? Por ejemplo, digamls que en la historia tengo a Lance como principal, pero conforme voy avanzando decido darle más protagonismo a Keith y sigo manteniendo a Lance aunque en un papel menor, ¿sería apropiado? ¿O necesariamente tengo que poner personajes nuevos?
Según entendí no sería lo mismo, únicamente estarías cambiando el enfoque pero tu protagonista seguiría siendo Lance. Ahora que si primero terminas el arco de Lance, luego ya puedes explorar los demás cambiando de prota. Al menos eso entendí del articulo.