¿Cómo crear una historia inolvidable?
¿Cómo crear una historia inolvidable?
Una cosa es crear una novela que la gente disfrute por un par de años o meses, y otra completamente distinta es crear una historia inolvidable que sobreviva en el tiempo; que perdure aunque la sociedad sea tan diferente que el autor de la obra sería incapaz de reconocerla.
Esto no es nada fácil, y se necesita más que talento e inteligencia para lograrlo. Se necesita muchísimo trabajo, un hambre gigantesca por encontrar una historia increíble y un amor profundo por el arte de la literatura.
Por supuesto, esto no significa que no haya una serie de buenas prácticas que puedes empezar a implementar ahora para aumentar tus probabilidades de crear una historia que no envejezca o, mejor todavía, que lo haga como un buen vino, y se ponga mejor con los años.
¡Descubre estos tips para crear una historia que sobreviva en el tiempo!
No sigas trends del momento
Aunque pueda ser divertido construir historias que se basan en una moda del momento, lo cierto es que esta es la fórmula ideal para que, en cuanto la ola de popularidad se vaya, tu historia quede hundida entre todas las demás que también quisieron subirse.
Sin embargo, este no es el verdadero problema. Incluso si tu historia tiene mucho potencial y reina suprema por encima del resto, será muy poco amigable para las generaciones futuras, porque ellos no tienen las referencias necesarias para entender los mensajes más interesantes de la obra y, por lo tanto, la sentirán vacía.
Es como volver a ver Ralph Rompe El Internet en este momento. Los memes a los que hace referencia se sienten antiquísimos, hasta el punto que te hacen sentir incómodo. Muchos chistes no aterrizan y los personajes que la serie presenta como interesantes hace tiempo que dejaron de serlo, o simplemente no forman parte de lo que nos gusta ahora.
Un verdadero clásico no sigue a nadie, sino que marca las trends por sí solo, pero no lo hace por la popularidad ni porque es lo que vende; lo hace porque lo que exploró es tan importante e interesante, que inspira un montón de escritores a tratar de emular sus logros.
Estos, por supuesto, nunca lo lograrán, por lo que tampoco deberías ser uno de ellos si lo que buscas es crear tu obra maestra, tu clásico.
Profundiza los arquetipos
Los arquetipos son piezas importantísimas de los símbolos literarios y, si quieres crear una historia inolvidale, es obligatorio que los tomes en cuenta.
Por supuesto, no estoy diciendo que abuses de los clichés ni mucho menos, sino que profundices en los arquetipos que esos clichés representan.
Para empezar, un arquetipo es un modelo, un patrón que se repite a lo largo del tiempo y que puede ser identificado porque contiene una serie de características reconocibles.
El héroe trágico es un arquetipo, la madrastra malvada es un arquetipo, al traidor que se redime es un arquetipo, etcétera.
De una forma u otra, todas las historias utilizan los arquetipos para construir su trama, pero solamente las buenas procuran explorarlos de una manera idiosincrásica que realmente les permite sentirse únicos, como que no forman parte de la misma categoría de sus contrapartes.
Por ejemplo, seguramente, si has visto Joker y El Padrino, te parecerá muy extraño que te diga que, arquetípicamente, los protagonistas de estas historias son la misma persona: representan el arquetipo del hombre que se transforma en demonio, el arco inverso de personaje.
Sin embargo, si ves estas películas, es completamente incuestionable que cada protagonista brilla con luz propia y se siente muy distinto al otro. Eso es porque cada uno representa una manera distinta de explorar el arquetipo, y es por eso que se convirtieron en clásicos del cine (sí, para mí, Joker ya es un clásico).
Profundiza el mensaje de la obra a TU MANERA
Una de las cosas más decepcionantes de J.J Abrams como director de las nuevas películas de Star Wars es la completa falta de creatividad e idiosincrasia de lo que creó. Sus películas se sienten como viajes nostálgicos que dependen por completo del legado de sus predecesores que, sin ser las mejores películas del mundo, tenían un sabor mucho más único e interesante.
Yo critico mucho The Last Jedi en este blog (porque casi siempre es un ejemplo de cómo NO hacer las cosas), pero por lo menos su director se arriesgó a crear su propia interpretación del universo que le dieron. Una visión bastante mal estructurada y ejecutada, pero por lo menos era suya.
De hecho, creo que esta película no hubiera recibido tanto odio (y tanta atención) si no perteneciera al mundo de Star Wars. A la gente le molestó la forma en la que pisoteó el legado de las películas anteriores, y eso le añadió leña al fuego.
Si simplemente hubiera sido su propia película, separada de todo contexto, simplemente habría pasado sin pena ni gloria por Hollywood.
Lo que trato decir es que incluso una historia terrible, llena de plot holes, conveniencias narrativas y pésimos personajes, se ve beneficiada cuando parte como algo único que solo le pertenece a la mente del autor.
Cuando descubras cuál es el mensaje central de tu obra, no impongas tu opinión, sino que deja que tu mente se aventure a explorarlo, usa a los personajes para entenderte a ti mismo y lograrás desarrollar algo verdaderamente especial. Puede que tus habilidades actuales no te den para ejecutar tus ideas a la perfección, ¡pero por algo se empieza!
Explora a fondo a tus personajes
Lo que hace que una historia se vuelva un clásico no es su mundo, ni su premisa, sino los personajes y la lucha que ellos experimentan a lo largo del relato.
Crimen y Castigo, la obra maestra de Dostoyevsky, no sería nada sin Raskolnikov.
Los Miserables, el drama por excelencia creado por Victor Hugo, sería un cascarón vacío sin Jean Valjean.
El Conde de Montecristo, la historia de venganza de Dumas que le dio forma a todas las demás, jamás hubiera llegado lejos si no fuera por Edmundo Dantés.
Estos personajes son los que le dan vida a la historia justamente porque sus autores los exploraron más allá de lo que parecía posible, haciéndolos sentir reales, humanos y profundos.
Sus historias tienen una belleza que se siente cercana; su dolor es nuestro y sus caídas las sentimos en nuestras rodillas. No están ahí simplemente para entretenernos, sino para que demos un vistazo en las cualidades más escondidas de la naturaleza humana.
Es por eso que puedes leer estos libros cientos de veces a lo largo de tu vida y siempre se sentirán actuales, como que hay algo nuevo que aprender en ellos.
No promuevas una agenda política/social/religiosa
Especialmente ahora con el Internet, donde las personas disfrutan hablar de cualquier tema como si fueran expertos en él, es muy difícil que los escritores sean honestos con su escritura.
Está claro que todos tenemos opiniones sobre temas controversiales políticos, sociales y religiosos, pero, siendo honesto, el 99% de nosotros no tiene la menor idea de lo que habla.
Y esto no es porque seamos tontos o mal estudiados, sino porque el mundo es tan complejo que las probabilidades de que tu solución involucre todas las variables, es virtualmente cero, por lo que pensar que funcionará es tan disparatado como creer que la de tu vecino lo hará.
Es por eso que necesitamos entablar constante diálogo entre partes con opuestas formas de pensar, y estar dispuestos a escuchar a los que opinan distinto a nosotros (algo que sucede cada vez menos, tristemente). Sin embargo, en la construcción de una historia, lo más probable es que tú seas las única voz cantante del mundo.
Si no quieres que tu voz se sienta como alguien gritando opiniones en tu oreja que nadie pidió, entonces necesitas dejar de asumir que tienes la razón.
Tu historia no es un vehículo para que introduzcas propaganda a favor de la ideología de turno con la que estás de acuerdo, sino para explores una pregunta difícil que te aterra y desconcierta.
¿Los hombres dominan a las mujeres o ellas los dominan a ellos? ¿La búsqueda de la riqueza puede ser un fin noble? ¿Dios existe y, si no es así, debería comportarme como si existiera? ¿Qué es lo que me mueve? ¿El odio, la ambición, el rencor, el amor? ¿Acaso el ser humano puede controlar su lado monstruoso o está destinado a sucumbir ante él?
Todas estas preguntas tienen varias respuestas y varias perspectivas posibles, y aunque eso no significa que no exista una verdad objetiva para cada una, sí significa que no deberías asumir que tú tienes lo necesario para llegar a ella.
Tus lectores no quieren que les des un sermón, sino que les presentes argumentos y situaciones para que ellos puedan sacar sus propias conclusiones.
¡Y eso es todo! Ojalá este artículo te ayude a crear una obra que sobreviva en el tiempo y nos maraville por varias generaciones.
Si te gustó este artículo, seguramente disfrutarás este sobre cómo transmitir ideas en una historia sin caer en una propaganda ideológica. ¡No te lo pierdas!
Me agradó mucho este artículo. Personalmente, yo quiero que mi historia sea, no solo memorable, sino que la gente la disfrute por igual. Marcar un antes y un después en el género que escribo
Se que es más fácil decirlo que hacerlo, pero eso es lo que me gustaría lograr