El héroe trágico y los elementos que lo construyen
El héroe trágico: un arquetipo legendario
Hay un tipo de protagonista bastante interesante en las historias al que no vemos muy seguido: el héroe trágico. La razón es muy sencilla: este es, probablemente, uno de los tipos de héroe más difíciles de construir bien, además de que obliga al escritor a meterse en áreas morales ambiguas y complicadas.
Por suerte, hace poco tuvimos un ejemplo genial de cómo se construyen estos personajes. Como seguro ya sabes por el título, me refiero a Walter White, el protagonista de la aclamada serie Breaking Bad.
En este artículo, quiero que hablemos sobre lo que es un héroe trágico desde el punto de vista aristotélico y cuáles son las características que debe tener para ser construido bien.
A lo largo del artículo, utilizaremos a Walter White, protagonista de Breaking Bad, como ejemplo para establecer cada uno de los elementos del arquetipo.
Si te interesa, ¡sigue leyendo!
¿Qué es el héroe trágico?
Bueno, antes que nada, tenemos que definir qué es exactamente un “héroe trágico”. Aristóteles habló bastante sobre este tipo de héroe, ya que fue bastante trabajado por grandes figuras como Eurípides y Sofocles.
Aristóteles estableció que el héroe trágico debía ser una persona que, por un error de juicio en lugar de un vicio o maldad inerte en él, pasa de un estado relativamente positivo a uno negativo. Este héroe debe ser alguien que inicia como alguien virtuoso, es muy competente, pero tiene una arrogancia clave que, al final, termina provocando su desenlace trágico.
Este tipo de héroes se construyen para provocar una emoción de pena y temor en los espectadores, y suelen transmitir mensajes bastante profundos sobre el significado de la moralidad y la complejidad humana.
Características del héroe trágico
Ahora que ya establecimos lo que es un héroe trágico, hablemos un poco sobre los elementos que los construyen y cómo Walter White cumple cada uno de estos puntos a la perfección.
Hamartia – El defecto
La Hamartia es el error trágico que sufre el héroe, el momento en que una desgracia inmerecida cae sobre él y la audiencia no tiene otra opción más que sentir pena por él o ella.
En el caso de Walter White, obviamente estamos hablando de cómo su cáncer lo empujó a vender drogas. Si bien Walter no es perfecto, sería difícil decir que era una persona malvada que merecía morir de una enfermedad tan horrible, lo que además tiene un significado bastante traumático para el personaje porque tiene una bebé en camino, un hijo con problemas de salud graves y nada de dinero para dejarle a su familia.
Esta situación hace que el héroe se vea forzado a hacer algo inmoral que de otra manera no haría y, por ende, cometa un error garrafal de juicio que terminará por llevarlo a la desgracia.
Un buen héroe trágico siempre debe tener este elemento y es particularmente importante que se establezca lo antes posible.
Hybris – La soberbia
Con Hybris, los griegos se referían en particular a una afrenta a los dioses, el momento en el que el héroe decide actuar a sabiendas que lo que está haciendo es un pecado, por decirlo de otra forma.
Este elemento es muy importante porque establece que, si bien nuestro héroe se vio inmerso en una situación difícil por cuestiones ajenas a él, su propia soberbia es la que eventualmente lo lleva a su desdicha. En pocas palabras, él tampoco está libre de culpa.
Walter White, a lo largo de la serie, presenta repetidas veces este elemento. Hay miles de instancias en la serie en las que el personaje considera que está moralmente justificado para cometer actos horribles, llegando incluso a asesinar o causar la muerte de otras personas para salirse con la suya.
Con esto, Walter demuestra que no tiene ningún reparo por las reglas establecidas de la sociedad y el mundo, y que se considera por encima de ellas.
Por supuesto, esto es genial para su construcción como héroe trágico porque permite al espectador presenciar esa lenta caída del punto positivo (relativamente hablando) al punto negativo en el que acaba la historia.
Peripeteia – La inflexión
Cuando hablamos de Peripeteia, nos referimos a un punto de inflexión, el momento en el que el error de nuestro héroe comienza a hacerse más latente.
En Breaking Bad, este momento llega cuando Walter recibe ayuda con su cáncer y se “cura”. Ahora, resulta que todas las acciones que él consideraba moralmente justificadas, cambiaron totalmente su significado.
Digamos que es el momento en el que la historia da una vuelta sobre sí misma y hace que el héroe empiece a convertirse en el villano de la historia.
Anagnórisis – El descubrimiento
La Anagnórisis se refiere a un descubrimiento clave en la historia, uno que cambia por completo las acciones del héroe y le permite ver con total claridad su error. Este elemento es vital porque es lo que permite que el protagonista finalmente vea la realidad de lo que ha hecho y enfrente las consecuencias de sus actos.
Curiosamente, en Breaking Bad este momento llega cuando los personajes secundarios más importantes por fin son expuestos a la verdad de lo que Walter ha estado haciendo. Este momento es lo que realmente le revela a nuestro héroe que sus acciones han sido egoístas y soberbias, por mucho que él se diga diciendo a sí mismo que lo hizo por una buena causa.
Si nos vamos a otra historia, por ejemplo, en la historia de Edipo Rey, este momento sería cuando Edipo se entera que se casó con su madre y que asesinó a su padre.
Este elemento es crucial porque es el que permite establecer las bases para el momento final, la catarsis o catharsis (pero ya llegaremos a eso).
Némesis – El castigo
Con Némesis nos referimos al castigo que enfrenta el héroe por sus acciones. Esto es, quizás, lo que más realismo le da a la historia y lo que hace que la audiencia se meta de lleno en lo que está viendo.
La cuestión es que, para que las acciones erradas de nuestro héroe tengan profundidad, este tiene que sufrir por ellas y ser castigado por lo que causó. De lo contrario, le está faltando honestidad al relato.
En el caso de Walter White, su castigo es el odio rotundo de su familia y la muerte de Hank. El personaje genuinamente sufre con estos elementos y su vida se vuelve un completo infierno de la noche a la mañana.
Por supuesto, esto también ayuda a establecer el momento catártico de la historia, aunque es más como un puente que conecta la anagnórisis con el final.
Catharsis – La caída del héroe
Finalmente tenemos la Catharsis, el final del héroe y su inevitable caída, que viene acompañada de una expiación de sus pecados o purificación de su alma. Esta suele ser su muerte, pero también puede ser representada con un sufrimiento muy marcado como en Crimen y Castigo de Dostoyevsky.
El punto de la Catharsis debe ser permitir que el héroe demuestre que aprendió algo de sus errores y que algo de virtud queda en él.
Walter White tiene una catarsis genial, porque el final de la historia literalmente se trata de él tratando de enmendar muchos de sus errores, a sabiendas de que no lo logrará completamente. Al final, muere asegurándose que los que está dejando atrás, por lo menos económicamente, estarán cubiertos, lo cual hace que muchas de sus maldades, hasta cierto punto, sean redimidas.
¿Cómo sabes si lo hiciste bien?
Pues, la primera señal de que seguiste todos estos elementos de manera experta, es que la audiencia sentirá pena por tu protagonista, pero al mismo tiempo sabrá que esta persona no era precisamente inocente.
Lo genial de los héroes trágicos es que tienen esas distintas tonalidades de grises que permiten que nos identifiquemos con ellos y, aunque no aprobemos sus acciones, los entendamos.
¡Y listo! Espero que te haya gustado el artículo y aprendieras mucho con él. Si quieres enterarte de cuando publique mi siguiente artículo, ¡no olvides suscribirte al newsletter del blog!
GRACIAS POR CONTARME QUE MUERE HANK EN BREAKING BAD
¿Crees qué también Luluch de Code Geass entré en esta categoría?