El Síndrome del Impostor, el Ego y Blue Lock

El Síndrome del Impostor, el Ego y Blue Lock

El Síndrome del Impostor, el Ego y Blue Lock

Este artículo fue escrito por Booker Crow  

El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico que afecta a los individuos, haciéndoles creer que sus éxitos y reconocimientos son inmerecidos. Quienes lo sufren son incapaces de reconocer el mérito propio en sus logros. Dicho de otra forma: consideran que los resultados obtenidos son cosa de suerte o casualidad; dejando de lado su esfuerzo, capacidad o talento.  

Este es un síndrome bastante común. Según la Gaceta de la UNAM, “en su entrada ¿Qué es el síndrome del impostor?”, el 70% de la población mundial lo ha padecido en algún punto de su vida. Y es que puede presentarse en cualquier ámbito, forzando al individuo a no tener confianza en sí mismo; pese a las pruebas fidedignas y materiales que comprueben su valía, como lo podrían ser diplomas, trofeos o el reconocimiento de terceros. Al sentirse incapaz de mantener esos logros, que en realidad ya son suyos, el individuo se siente temeroso de que alguien descubra su “fraude”.  De ahí que lleguemos a sentirnos con culpa y como un impostor esperando a ser descubierto. El estrés que esto causa, usualmente lleva a la inseguridad, la depresión y a la apatía hacia la vida.

El síndrome del impostor, generalmente paraliza a sus víctimas; obligándolas a evitar situaciones de estrés o con grandes recompensas. Si acaso fallaren: sería como una afirmación de su poca valía y, si acaso triunfaren,  se sentirían en deuda con los demás y consigo mismos.

Algunos ejemplos de esto, sería cuando alguien rechaza un trofeo, medalla, diploma o calificación por sentir que son inmerecidos; al considerar que pudo haber logrado algo mejor. También, pudiera ser que el sentimiento fuera causado por la creencia de que el resultado es una mera coincidencia y, por lo tanto, al no surgir o depender completamente del individuo, este no vale.  Esto se representa con un gol, un enceste, una oportunidad, un ascenso o cualquier buen resultado que dependa de varios factores que parecieran fortuitos, y muchas veces irrepetibles, ósea, que fueran causa de la suerte y por lo tanto una comprobación de la poca valía del individuo. Aunque, como veremos más adelante, son concepciones erradas. Si has sentido con frecuencia algo como lo expuesto anteriormente, te sientes identificado o tuvieras la sospecha de padecer este síndrome, te invito a buscar ayuda profesional. Sanando esta afección mejoraras gran parte de tu vida.

Dicho lo anterior, yo también sufro de esto. A veces, me cuesta mucho aceptar cumplidos y creer que mi escritura vale algo, por poner un ejemplo. Tuve que pasar por mucha introspección, por varias pláticas indirectas, crecer junto a mis escritos y exponerme a obras y a artículos que hablaran del tema, para, por fin, comenzar mi lucha y mi camino a la autoaceptación.

Espero algún día terminar de curarme y que tú también lo hagas, si es que lo sufres. Por eso, déjame compartirte una de esas obras que me ayudaron en el camino; algo que he llamado: el método Blue Lock para crear y cultivar el ego.

Nota: Este artículo, ni ningún otro, sustituye a la ayuda profesional. Escribí la entrada para exponer varios de los elementos simbólicos que encontré al ver la serie y, para que tú, también pudieras pensar en ellos. Espero que al leer el artículo entiendas mejor la serie, en el sentido de que puedas enfocarte en los valores que te ayuden a enfrentar al síndrome del impostor.

¿Primero, qué es el ego?

En términos generales, el ego es la forma en la que una persona se reconoce como individuo y es consciente de su propia identidad. Dicho de otra forma, es nuestro propio concepto del yo. Cuando este concepto está corrupto, ya sea porque no se formó debidamente o porque, en algún punto de la vida, alguna situación nos hizo replantearnos nuestro propio valor, surge un exceso o una carencia de este. Siendo esta última una de las principales causas del síndrome del impostor.

Es un buen comienzo el de iniciar por conocernos a nosotros mismos y comprender nuestras habilidades y carencias de la forma más objetiva posible, para así mejorar con este síndrome.  Y si ese fuera el caso, Blue Lock podría convertirse en una de tus series favoritas.

La premisa de la serie es simple: entrenar delanteros con talento para convertirlos en el mejor goleador del mundo; abordando su temática desde una filosofía muy particular: el más grande goleador es también el mayor egoísta. Por lo tanto, si los participantes quieren ser el mejor, primero deben comprender, moldear y crecer su ego.

Como sociedad, tenemos demonizado el concepto del ego. Creemos que alguien con ego es una persona que únicamente piensa por y para sí misma; pero es un error, quién hace eso es una persona egoísta. Un ególatra sería quién busca estar al centro de cada situación. Y aunque en la serie se incita al egoísmo y un poco a la egolatría, me parece adecuado señalar que también se enfoca en diferenciar a un ego saludable de uno corrupto; ya sea demostrando las dificultades de su exceso o la debilidad en la falta del mismo.

Un exceso de ego, como lo vendría a ser el personaje de Barou o Rin, supondrá tener una vida realmente difícil y solitaria; sin mencionar que es muy probable que en algún punto te estanques. Por otro lado, un ego demasiado débil vendrá con problemas diferentes.  Si en Blue Lock no tienes ego, estas fuera antes de comenzar: porque ni siquiera serías capaz de verte rematando frente a la portería o, extrapolándolo fuera de la serie, no serias capaz de verte cumpliendo tus sueños en la vida.

El ego debe ser un aliado en nuestro camino hacia el crecimiento y la autorrealización, no un obstáculo que nos impida conectarnos con los demás y encontrar la felicidad en lo que hacemos.

En resumen: tener un ego objetivo y realista es saludable y hasta necesario en la vida, pero, un exceso del mismo es tan malo como no tenerlo.  La clave de un buen ego, en su medida correcta, está en conocernos a nosotros mismos para mejorarnos y saber cómo encajar con los que nos rodean. Así, lo primero que hace la serie es incentivar a los candidatos a conocerse, dicho de otra forma: a conocer y moldear su ego.

Pasos Blue Lock para luchar contra el síndrome del impostor:

-Tener un sueño, una meta o un deseo

Antes que nada, dejemos claro que ninguna motivación es mala por si mima. Se vuelve cuestionable al momento de definir los métodos o las razones de ella. Así, lo primero que debes preguntarte es que quieres en la vida. Debes encontrar una razón para levantarte de la cama todas las mañanas. Algunos ejemplos serían: escribir una novela, terminar el año escolar con buenas notas, convertirte en la persona de la cual se enamore tu crush, ayudar a tu familia con los gastos, curarte del síndrome del impostor, convertirte en el mejor goleador del mundo.

Saber qué es lo que quieres es importante, porque, a partir de conocerlo, se comienza trabajar en ello. Dice un dicho que él que no sabe hacia dónde va, todos los caminos lo llevan hacia su destino. Así, no saber el lugar al que quisieras dirigirte hará que jamás encuentres un camino que te lleve.

La serie comienza con algunas preguntas interesantes. Imagina que al último minuto del partido estás frente a la portería. Tienes el balón a tus pies con posibilidad de anotar, pero el tiro es complicado. Los defensas y el portero se te abalanzan, te cierran las opciones a cada segundo que dudas. Puedes intentar el gol y reflexionas al respecto. Tu compañero está en mejor posición, aunque tú sabes que tienes mejor pierna. Si estuvieras en su lugar sería un gol seguro. Consideras que esa posición vale más que tu habilidad y, aunque no te convence completamente, prefieres pasarle el balón a tu compañero; porque te enseñaron que es la respuesta correcta. Él está solo y con un ángulo óptimo para realizar el tiro. Decides no arriesgar y le relegas a él la responsabilidad de ganar. Le pasas el balón. Lo recibe, tira y falla. Pierden el partido.  ¿Qué hubiera pasado si cada vez que perdiste hubieras tomado tú mismo la responsabilidad de anotar el último gol? ¿Por qué huiste de la oportunidad de hacer el tiro? La respuesta es sencilla: porque no confiaste en ti.

En un principio, nadie sabe lo que hubiera pasado si hubieras tirado. Puede, incluso, que también hubieras perdido el partido, pero la diferencia está en que en el segundo escenario, ya habiendo llegado al lugar en el que se te presentaba la oportunidad, decidiste no tomarla. Porque en la serie, se deja claro que el protagonista está seguro que de haber tirado era más probable anotar. Porque era mejor que su compañero aunque este último  estuviera en una mejor posición. De haber tirado Isagi, habría hecho todo lo que le correspondía para evitar la derrota. Y de haber perdido, le ponía en una mejor situación para crecer y ganar en otra ocasión.

¿Y qué hubiera pasado si ese tiro solo lo hubiera podido convertir en gol el mejor del mundo? La respuesta de Blue Lock es sencilla: si quieres que ese balón entre, entonces convierte en el mejor.

Como ya te estarás dando cuenta del motivo depende el camino. Saber la razón por la cual haces algo, debería ser lo primero que te respondas; aunque está claro que debiera ser algo realista por lo que pudieras luchar y mejorar; hasta alcanzarlo. En la serie, la motivación inicial de Isagi, nuestro protagonista, era ganar ese partido y haber anotado ese gol. Luego, pasa a ser la de convertirse en un jugador profesional y, después de conocerse y reconocer sus capacidades,  busca, objetiva y realistamente, convertirse en el mejor goleador del mundo.

Esas preguntas, la serie se las hace de principio a Isagi, pero incluso una motivación como la de Hyoma Chiguiri, funciona. Y si te preguntas cuál fue, resulta que él entró a Blue Lock para demostrarse que debido a una lesión del pasado, jamás podría jugar futbol de forma profesional. Al exponerse a las motivaciones de los demás y al conocerse a sí mismo, esto es al conocer su ego, descubre que en realidad no quiere rendirse y, que de hecho, ahora se considera con la capacidad de convertirse en el mejor goleador del mundo. Con esto, aprendemos que nuestras metas y motivaciones no tienen que ser estáticas, podemos ir modificándolas conforme nos vamos conociendo y a nuestras capacidades.

Recuerda: Definir una motivación va de la mano con definir una meta y, al hacerlo, quizá te des cuenta, como en el caso de Chiguiri, que quizá te sientes como un fracaso porque vas por un camino que no deseas recorrer. Por otro lado, darle una forma concisa a una meta podría darte el suficiente impulso para intentar algo y, como consecuencia, mejorarte en el camino.

—Conócete a ti mismo y conoce tus capacidades

Una vez dentro de Blue Lock, cuando ya todos hubieran definido que su motivación debiera ser la de convertirse en el mejor delantero del mundo, la siguiente etapa del entrenamiento sería saber cuáles son sus armas para poder mejorarlas.

En la serie, se maneja como armas a las habilidades innatas que tiene cada jugador para anotar un gol. Es importante conocerlas para pulirlas y mejorarlas, aun así, cabe recordar que se pueden aprender habilidades de los demás y compartir las tuyas.

En la serie, conocer tus armas es importante para aprender a compaginarte con las personas que integran los equipos y para crear reacciones que llevan a una oportunidad de gol. En lo que a nosotros respecta, además de eso, aprender cuáles son nuestras armas en la vida, es el segundo paso para formar nuestro ego y darle valor a nuestros logros. Porque así, podríamos poner en perspectiva cuáles fueron nuestras contribuciones y aciertos a la hora de conseguir dichos logros. Además, al poner en perspectiva tus aciertos, comenzaras a notar que tus acciones y tus aportes fueron importantes, aunque no hayas sido tú quien anotó el gol.

Hace tiempo escuché un consejo que me cambió la vida: la mejor forma de cumplir tus sueños no es saber que quieres en la vida, como ya vimos: eso es lo primero, pero lo más importante es saber en dónde estás parado al momento de iniciar. Porque solo así podremos conocer que es lo que tenemos y que es lo que nos falta para llegar a eso que queremos.  

En la serie, se nos invita a reflexionar en los goles que hemos anotado durante nuestra vida. Piensa en ellos, reflexiona en las condiciones, escenarios e incluso sentimientos que tuviste antes y al momento de anotarlos. Dentro de esas vivencias se encuentran escondidas las habilidades que te permitirán triunfar. Conocerlas harán maravillas por tu auto estima, porque comenzaras a notar que en realidad vales y que esos goles, son el resultado de tu esfuerzo compaginado con esas habilidades. Incluso, te ayudará a ver que habilidades te faltan para replicar esos éxitos. Todo eso, como ya dije antes, te marcara un camino a seguir.

—Esfuérzate

Para este momento, ya deberías saber cuáles son tus armas y, si por casualidad descubrieras que eres un genio, igual deberías tener presente que nunca debes dejar de esforzarte. Porque, incluso, los genios son superados por el trabajo duro, si es que estos no se esfuerzan.

Uno de los subgrupos del síndrome del impostor es el de los genios naturales; quienes, siempre alabados por los demás,  caen en la trampa mental de que si algo les cuesta esfuerzo o tiempo significa que no son tan buenos. Y si no son tan buenos como las personas creen, se consideran impostores.

La realidad es que incluso si eres un genio debes esforzarte y entrenar tus habilidades y, si no lo eres, debes esforzarte aún más para superar a los que sí. El esfuerzo es la constante.

En la serie se maneja muy bien este concepto, se nos muestra a los que no son genios como a los que sí esforzándose. Vemos a Barou, un jugador bueno que llegó a convertirse en un monstruo por dedicarse a entrenar su físico para crear en solitario sus propias oportunidades de gol; en contraste vemos a Rin, el genio más grande de Blue Lock, entrenando más que nadie aunque ya podría considerarse el mejor de su país. Pero es en este punto que quiero enfocarme en Seishiro Nagi y en Reo, ambos genios hechos y derechos que no encuentran su motivación en la vida. Es en ellos, de quienes más podríamos aprender en este tema.

Nagi resulta ser un genio del control: no importa cómo le mandes el balón él puede dominarlo y posicionarse enseguida para anotar. Como si eso no fuera suficiente, tiene una pegada a gol impresionante. Por otro lado, Reo es millonario y fue bendecido con ser bueno en absolutamente todo, por eso nada le llena. Ambos, nunca tuvieron que esforzarse en la vida y están aburridos de ello. Pero al llegar a Blue Lock, se dan cuenta que no pueden competir contra los genios que entrenan y se cultivan cada día.

Nagi, al ver que va siendo superado poco a poco, decide esforzarse y encuentra en ese simple acto su razón de ser. Por otro lado, Reo, al ver que al ser bueno en todo ya no destaca en nada, cae en la desesperación por no saber cuál es su arma y no poder esforzarse en cultivarla. Cosa que resuelven muy bien en la segunda temporada, cuando su entrenamiento y perseverancia dan sus frutos y Reo evoluciona al encontrar su arma, una que solo él puede manejar.

La moraleja en Blue Lock es que nada reemplaza al esfuerzo e, incluso, si pierdes, saber que te estas esforzando es razón suficiente para seguir adelante, porque esas acciones harán que al final alcances tus meta.

En lo que respecta al síndrome del impostor es algo parecido: saber que te estas esforzando, debería ser motivo suficiente para creer que mereces tus logros. Y como ya dije antes, incluso si aún no logras materializar una meta, el esforzarte hará que con el tiempo lo hagas.

—No te define ni un fracaso ni un logro

Es común para los que sufren el síndrome del impostor, pensar que porque fracasaron una vez son unos fracasados y ya no merecen logro alguno; O por el contrario, creer que si consiguieron algo extremada mente difícil, deberían quedarse solo con ese logro, porque si alguna vez llegan a fracasar se sentirían como unos impostores ante lo que lograron en el pasado. Nada más lejos de la realidad. Y la serie lo ejemplifica muy bien.

Ni siquiera el mejor goleador del mundo puede ganar todos los partidos. Messi y Ronaldo que se pelearon por mucho tiempo el título del mejor del mundo, no pudieron ganar un mundial en los mejores momentos de sus carreras. Y nadie entre nosotros podríamos considerarlos unos perdedores por ello.

Hay un partido muy importante en el que nuestro protagonista pierde y se pregunta la razón de ello. Isagi se pregunta el por qué de esa derrota,  sabe que hizo todo bien y que no había ninguna razón lógica por la que hubiera perdido. Luego, el director del proyecto se lo confirma: aunque haya perdido no significa que no haya hecho todo bien. Simplemente tuvo mala suerte y a su rival lo favoreció el azar.

El concepto es muy interesante, porque podríamos entender que incluso el ganador no lo hizo por mérito propio. Y podríamos estar cayendo en la falsedad del síndrome del impostor. Pero luego, la serie hace algo increíble, nos explica que de hecho la suerte es una habilidad que se puede cultivar y mejorar. Siendo esta la capacidad de posicionarte en el mejor lugar posible cuando has hecho todo lo que dependía de ti. Dicho de otra forma, la suerte es la habilidad de comprender la situación, hacer todo lo que esté en tus manos y, después, posicionarte en el lugar más probable y favorable en el que pudiera caer el balón.

Es un concepto que me fascina porque cuando lo último depende de la suerte: ganando sabes que fueron tus habilidades y esfuerzo los que la “atrajeron”; y perdiendo sabes que hiciste todo lo posible y el resultado ya no dependía de ti.

Este concepto te recordara que cuando te esforzaste, aunque parezca que tu logro fue por pura suerte, en realidad es muy merecido. Por otro lado, si te esforzaste e hiciste todo lo que te correspondía y aun así pierdes, te reconfortará saber que ya solo es cuestión de tiempo que el balón caiga a tus pies.

—Debes estar preparado para tomar las oportunidades

Como ya vimos, saber reconocer que algunas cosas no dependen de ti, aceptarlas y utilizarlas para conseguir tus objetivos, también, son parte de formar un ego saludable. Si has estado practicando y esforzándote, no deberías tener ninguna duda en que meres algo que se presentó por casualidad, porque como ya dije, las casualidades también son parte del juego.

Este punto vendría a ser otro apartado de la suerte, pero me parece lo suficientemente importante como para manejarlo brevemente aparte: Que una oportunidad que parezca salida de la nada te consiga un logro, a menos que sea algo poco ético como hacer trampa, no debería hacerte sentir culpable ni como un impostor.

La serie también maneja el concepto del gol irrepetible, ese logro que quizá nunca se pueda repetir porque las circunstancias eran tan específicas y tantas que sería difícil replicarlas. Bueno, esos logros se enmarcan y se sigue adelante. Recuerda, no dejes que una victoria ni un fracaso te definan.

—No le temas al cambio

Muchos de nosotros nos consideramos perdedores porque las cosas nunca suceden como las planeamos y nos frustramos y aceptamos la derrota al primer viento de cambio.

Un ego saludable es aquel que acepta el cambio, que comprende que no puede controlarlo todo ni todo depende de él. Por eso, en la serie es nuestro protagonista quién todo el tiempo está adaptándose a sus capacidades y a las de los demás para conseguir el gol. Y es que, esta habilidad no es posible sin todo lo anterior, necesitas conocerte a ti mismo, a tus metas y tener mucha empatía para poder compaginarte con los demás y con las situaciones que se te presentan.  

Isagi no es el mejor de todos, pero conoce sus armas, entrena duro y comprende que aunque él no haya anotado el gol, su contribución, y la de los demás, fue igual de importante que la del que pateó el balón al final. No siente mala envidia cuando alguien más anota un gol, porque está consciente de su contribución en ese logro. Lo que es más, se alegra e inspira con los triunfos de los demás, sin dejar de lado que él también busca su propio gol. Todo eso sin dejar de contribuir a los goles de los demás con sus habilidades, porque al final del día están en el mismo equipo y si el equipo gana, lo hacen todos los que están en él.

Algo que me encanta de Isagi es que las cosas rara vez le salen como las planea;  y eso que una de sus armas es comprender y predecir el campo de juego. Aun así, las cosas rara vez salen como deberían salir, pero, en lugar de frustrarse, constantemente se va adaptando. Algo posible gracias a un buen conocimiento de sí mismo y de quienes lo rodean.

Recuerda: No juzgues tu propio valor como persona porque los planes que trazas no son exactos. Si crees que un logro es inmerecido solo porque no sucedió como esperabas o planeabas, nunca serás suficiente, ni nadie lo sería. Porque nadie puede predecir con exactitud la vida. Los planes son solo guías. La vida se deleita en los cambios y en el movimiento, no puedes ir en contra de ella. Se trata de fluir y de redirigir su cauce hacia tus metas, no de detenerla u obligarla a cumplírtelas.

Si aún no comprendes bien esto, pon mucha atención a la interacción de Isagi con Barou y luego a la de Isagi con Rin. Lo llaman devorarse, porque así suena más cool y en sintonía con el tono de la serie, pero el concepto es básicamente es aprender a fluir y a encausar un gran río que no puedes detener.

—No eres el único en el campo de juego

Aunque yo espero que después de leer el artículo hayas comprendido que ser un egoísta y un egocéntrico no te llevaran a buen puerto a la larga. Viendo la serie es muy posible que comiences a considerarte como el centro de todo y que tus sueños sean los únicos que valen. Lo cual sería un error.

La razón por la que me gusta tanto esta serie es, porque en lo profundo, maneja el concepto de que lo que es mejor para mí también es lo mejor para los que me rodean. Meter un gol y que mi equipo gane, es lo mismo que ganar ese aumento y que mi familia tenga una mejor calidad de vida.

Formar un ego saludable, te ayudará a superar el síndrome del impostor, pero recuerda en no volverte un egoísta.  Una persona que piensa en ella, en quienes lo rodean y en que cada una de las decisiones que toma afectara también a los demás, no es un egoísta mientras lo haga por el bien del equipo. Porque recuerda una vez más, al único personaje del equipo al que puedes controlar es a ti mismo y la vida es un juego en equipo.

Hay una frase en Doctor Stone que me gusta mucho: “Al estar solos, tenemos nuestros límites. Para ganar, tenemos que integrar las fortalezas de cada uno y suplir nuestras debilidades”

La razón de este artículo, aparte de exponerte a una serie que pudiera ayudarte a enfrentar el síndrome del impostor, es invitarte a mejorar tu yo actual y del futuro, porque del pasado no podemos ocuparnos ya. Cuando te conozcas mejor a ti mismo, comprenderás que tus éxitos son merecidos. Luego podrás formar mejores equipos con tu familia, amigos y compañeros; para así alcanzar metas que para ti solo serían imposibles.

Y así llegamos al final. Me encantaría saber que después de leerme estas luchando contra ese síndrome, o lo que es mejor: que ya le ganaste. También, si viste la serie solo porque te gusta el futbol o porque es muy buena, déjame saberlo en  los comentarios.

Si el artículo te gustó, podrías considerar ayudarme a seguir escribiendo y mejorando. Toda ayuda es valiosa y me da ánimos para continuar.  https://linktr.ee/booker_crow

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