¿Cómo hacer descripciones interesantes y entretenidas para el lector?
¿Cómo hacer descripciones interesantes y entretenidas para el lector?
Una de las herramientas más poderosas que puede utilizar un escritor son las descripciones, pero también es cierto que no es nada fácil sacarle el mayor provecho, especialmente en esta época donde los lectores no tienen mucha paciencia ni tiempo para perderse en descripciones complejas y simbólicas.
Por supuesto, como no puedes (ni deberías) evitarlas, tienes que refinarlas para que, al mismo tiempo que aportan detalles y contexto sobre el mundo, también favorezcan el ritmo de la trama.
¡Descubre en este artículo cómo lograrlo!
No des detalles que sobren
Si tus lectores se aburren con una descripción particular, lo más probable es que sea porque no entienden la relevancia que tiene. Muchas veces esto puede ser una consecuencia de la ignorancia inherente que tiene el lector sobre la obra y su propia impaciencia, pero también puede ser porque genuinamente resulta que el párrafo en sí es irrelevante para la historia.
Una descripción siempre debe tener un propósito claro y una razón de ser, ya sea para establecer símbolos clave para el desarrollo de personajes y el mundo, o para establecer puntos que serán relevantes para la trama.
Por ejemplo, al inicio de tu historia es relevante que le digas al lector cómo luce tu protagonista, pero lo más probable es que no sea relevante que le digas qué tipo de sangre tiene ni su número de pasaporte.
Esto sonará obvio, pero créeme que es muy fácil caer en estas trampas como escritor, porque puedes creer que el lector disfrutará ver que has puesto empeño hasta en el último detalle de tu mundo; sin embargo, la historia y sus símbolos siempre deben reinar sobre todo lo demás, y los datos curiosos no aportan nada.
Los puedes incluir en un apartado extra o algo por el estilo, para que los fanáticos de tu historia, aquellos que simplemente no se cansan de revisitarla una y otra vez, puedan sumergirse todavía más en tu universo ficticio, pero nunca deberías meter elementos sobrantes en la obra.
Un término que no me gusta usar, pero que es muy útil para recordar esto es “el arma de Chejov”. Antón Chejov fue un dramaturgo ruso que se hizo muy famoso por una crítica que hizo a una obra de Gruzinski. En una escena, Gruzinski incluyó un rifle cargado en una descripción y no volvió a mencionarlo de nuevo.
A Chejov no le gustó nada esto, y lo consideró superfluo e inútil. Sus palabras fueron:
“Si en el primer acto tienes una pistola colgada de la pared, entonces en el siguiente capítulo debe ser disparada. Si no, no la pongas ahí”.
Ahora, la razón por la que no me gusta mencionar esta terminología es porque puede confundir a los escritores más novatos y hacerles pensar que no se vale introducir elementos con valor simbólico, aunque estos no vayan a tener consecuencias directas en el relato.
Lo que Chejov quiso decir aquí es que no te enfrasques en elementos que, al final del día, se podrían quitar y no restarían ni agregarían nada a la historia.
¡Es clave entender esto para construir buenas descripciones que no aburran al lector!
Mezcla la construcción de la escena con desarrollo de personaje
Esto es algo que las historias más antiguas no hacían, pero que, a medida que la escritura evoluciona, se va volviendo algo más y más necesario, porque de lo contrario las audiencias no pueden mantenerse concentradas en la lectura.
Incluso algunos escritores visionarios que ya hacían esto hace siglos, como Dostoyevsky, Victor Hugo y Tolkien, muchas veces son criticados por sus extensas descripciones que, al mismo tiempo, conllevan desarrollos de personaje bastante sutiles pero poderosos.
Quizás en parte por esto es que es difícil leer historias muy antiguas, porque la estética muchas veces se antepone a la “eficiencia narrativa”, por decirlo de alguna forma.
La escritura moderna requiere que el autor sea capaz de meter dentro de las descripciones al menos un poco de desarrollo de personaje, de forma tal que la sensación del lector siempre sea que la historia está avanzando, porque se encuentra en un perpetuo estado de cambio.
Ahora, ¿cómo puedes lograr esto? Pues, es más sencillo de lo que piensas. Si quieres entrar de lleno en la descripción de un mundo fantástico y sus criaturas, puedes hacerlo mientras exploras cómo uno de tus personajes se maravilla con todo lo que descubre, y quizás su timidez se ve opacada por su curiosidad y aprende a salir un poco de sí mismo.
Es algo sutil, sí, pero increíblemente efectivo porque tu lector lo capta, aunque sea a un nivel inconsciente.
Trata de introducir elementos nuevos siempre
Una de las ventajas de las buenas descripciones es que se quedan contigo, por lo que vale la pena describir bien una habitación a la primera, que explorarla de poquito cada vez que tus personajes vuelven a ella.
Sin embargo, eso también acarrea un reto bastante grande: la necesidad de que las descripciones siempre introduzcan elementos nuevos en la trama. Por supuesto, estos no tienen que ser necesariamente objetos físicos o escenarios, sino también estados emocionales de los personajes y la evolución de sus pensamientos internos, pero de todas formas necesitas conocer muy bien la temática de tu historia y el rol que los personajes juegan en ella para jugar con este concepto.
Para empezar, algo que siempre te deberías preguntar con cada párrafo de tu historia es: ¿esto le aporta algo al lector que no pudo haber conseguido con anterioridad? Si la respuesta es “no”, entonces lo mejor es que lo quites.
Esto hará que tu ahorro del lenguaje sea cada vez más efectivo y la lectura sea cautivante y atractiva.
Utiliza un lenguaje amplio
Claro está, de nada sirve que seas muy eficiente con tus descripciones si utilizas siempre las mismas palabras para explicar las cosas. Aquí es donde juega un papel crucial tener un vocabulario amplio como escritor, porque mientras más palabras conozcas, más fácil te será mantener fresca tu escritura.
Después de todo, si tienes una escena en la que los protagonistas están constantemente mirándose con ganas de llorar, no puedes utilizar la misma expresión siempre, ni tampoco puedes ser redundante o insistente.
Con un lenguaje amplio, puedes apoderarte de los símbolos y recurrir a distintas herramientas narrativas (como las metáforas o las hipérboles) para darle sabor a tus descripciones y hacerlas dinámicas y entretenidas.
Maneja la velocidad del relato
Si leíste mi artículo sobre la descripción y lo importante que es para los escritores, seguro sabes que uno de los usos primordiales de esta herramienta es que te permite manejar la velocidad de lectura de tu audiencia.
Las descripciones, por simple psicología humana, demandan más atención del lector, por lo que toman más tiempo de leer (y a veces de releer). Es por eso que un libro con muchas descripciones estáticas puede sentirse pesado y aburrido, porque el lector empieza a estancarse, como si estuviera atrapado en agua lodosa.
Por otra parte, los diálogos y los párrafos cortos aceleran la lectura, y es en este balance en el que te tienes que mover para que tus descripciones siempre sean bienvenidas.
Crea un misterio llamativo
Hay una situación en la que tus lectores no pueden esperar para que llegues a las descripciones, hasta el punto de que se desesperarán si no las ofreces, y esa sería cuando el misterio narrativo es demasiado interesante.
Por ejemplo, en un cuento como El Vampiro de John Polidori, estamos muriendo por saber más sobre el extraño villano de la historia, y cada vez que Polidori habla sobre él casi queremos saltarnos los diálogos para llegar a las descripciones de Aubrey sobre el personaje.
Lo mismo sucede en Sherlock Holmes, donde lo más apasionante de la historia siempre es el relato de los elementos que componen el misterio que nuestro detective deberá resolver. Sir Arthur siempre se asegura de colocar una premisa interesante y va desvelando el misterio poco a poco, de forma que cada vez nos sumergimos más en el relato sin darnos cuenta.
¡Utiliza esto a tu favor!
¡Y ya estás listo para hacer grandes descripciones que mantengan entretenidos a tus lectores! Si te gustó el artículo y quisieras estar al tanto de las siguientes publicaciones, ¡suscríbete al newsletter!
Bueno es que mi protagonista . No es un héroe del todo y la trama es mas que todo acción , survival horror, suspenso. Digamos que es como parecido a guerra mundial z o residentes evil .
Y mi protagonista es Robert un hombre que volvió de la muerte convertido en un híbrido . Que más adelante salva al mundo de la apocalipsis en el que esta envuelto