J.K Rowling: ¿qué cambió?
J.K Rowling: ¿qué cambió?
Antes de empezar, quiero que quede claro que sé muy bien que a J.K Rowling le quedan muchos años como escritora profesional.
Créeme, sé que la nueva saga de Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos (AFDE), a pesar de sus grandes fallos, está teniendo resultados financieros respetables, pero aun así no puedo evitar sentir que Rowling perdió su toque.
Verás, lo cierto es que, en mi opinión, Rowling ha demostrado con sus acciones que jamás podrá, ni le interesa, sentarse en la mesa de las grandes figuras literarias.
Es una lástima porque seguro que tiene el potencial para hacerlo, pero parece que está más interesada en que Harry Potter se mantenga relevante que trabajar las áreas de oportunidad de su escritura.
A lo largo de este artículo quiero hablar sobre los tres elementos que han hecho que esta escritora, aunque siga produciendo mucho dinero, se aleje tanto de la cima de la literatura fantástica.
Si te interesa, ¡sigue leyendo!
Nota: soy un gigantesco fan de Harry Potter. Al igual que muchos de ustedes, crecí leyendo esos libros y albergan un lugar especial en mi corazón. Este artículo no fue hecho para criticar esa obra, sino demostrar cómo el abandono de lo artístico por la fama puede corromper incluso a los más talentosos.
No es lo mismo escribir un guión que una novela
Algo que es evidente al ver las nuevas películas del universo de Harry Potter es que está más que claro que Rowling no parece entender la diferencia entre escribir una novela y escribir un guión.
La secuela de AFDE tiene un montón de elementos y personajes con buenas ideas conceptuales, pero la ejecución es terrible, principalmente porque, a diferencia de una novela, no hay suficiente tiempo en estas películas para darle vida a los personajes y establecer sus arcos individuales.
Si leíste los libros de Harry Potter, seguramente sabes que muchos elementos no aparecieron en las películas. La razón es muy sencilla: no había forma de meterlos sin que el film durara cuatro horas.
Los escritores de novelas tienen la ventaja de que pueden trabajar sus personajes con tanta profundidad como quieran sin detener la trama. Por ejemplo, mientras un personaje camina de su coche a la oficina, el escritor puede explorar cientos de ideas y detalles sumamente personales sin que el ritmo de la trama sea afectado demasiado.
Al contrario, en una película, si quieres que ese trayecto tenga un efecto parecido, necesitas comunicar cada elemento e idea con una imagen o, a lo mucho, una conversación fugaz.
Las películas de AFDE tienen un gigantesco problema de pacing y profundidad porque Rowling intenta abarcar en dos horas lo que antes le tomaba seiscientas páginas, y eso provoca que sus historias pierdan cohesión y profundidad.
Los buenos guionistas suelen tener un principio fundador en su historia y utilizan cada escena e interacción para explotarlo al máximo de la manera más eficiente posible.
Las novelas también necesitan un principio fundador, obviamente, pero pueden darse el lujo de explorar miles de ángulos al mismo tiempo y darle su tiempo a cada uno para crecer y desarrollarse de la manera correcta. AFDE no cuenta con esta ventaja, y se nota.
Historia para la audiencia vs historia para los personajes
Otro de los principales problemas que veo en la saga de AFDE es que muchas de las escenas que se colocan en la película no tienen ningún propósito narrativo o, peor, rompen las reglas establecidas por los libros originales.
Por ejemplo, la mayoría de las “escenas de acción” de las películas son llamativas y espectaculares, pero podrías quitarlas y la trama no sufriría por eso.
Lo que me molesta es que esto me da a entender que están colocadas para engañar a la audiencia y que así olvide que la trama no está avanzando a ningún lugar.
Si bien esto puede funcionar al corto plazo, realmente a nadie le engañan estos trucos porque, al final de la película, de todas formas tendrán esa sensación de indiferencia que toda historia mal contada deja.
Ahora, quizás te preguntes cuál es la diferencia entre estas escenas y otras muy parecidas de Harry Potter. Pues, como yo lo veo, la diferencia clave es que la historia actuaba para fortalecer a los personajes y ahora es una excusa para poner luces brillantes y efectos especiales que sorprendan a la audiencia.
Antes eran elementos que aportaban a la construcción del mundo, ahora son solo humo y espejos para maquillar la realidad narrativa.
Esto es una lástima porque si Rowling no es sincera en su escritura, jamás podrás ser una grande de verdad.
Falta de respeto por la obra
Cuando Rowling salió por primera vez a decir que Dumbledore era secretamente gay, realmente no entendí por qué tanta gente le dio importancia al asunto.
Digo, ¿acaso ese elemento cambiaba algo importante desde el punto de vista narrativo? La verdad es que no. Quizás podrías debatir la necesidad de “gritarlo al mundo” si al final del día es un detalle sin importancia, pero, incluso si Rowling lo hizo por relaciones públicas, de buenas a primeras no lo veo como algo “malo”.
El problema llegó cuando este acción individualmente inofensiva empezó a volverse un hábito para sacar provecho del polarizado clima político de los países primer mundistas.
Si bien la mayoría de los “cambios que no son cambios” no afectan la coherencia de la historia de los libros, su abundante y súbita aparición deja una cosa muy clara: Rowling no guarda ningún respeto por su obra.
Si el día de mañana alguna moda aparece, el comportamiento de la escritora británica nos da a entender que ella descubrirá alguna forma de montarse en la ola, sin importar lo que los fans piensen o lo que la historia había establecido.
Es una actitud que demuestra que las prioridades de Rowling ya no están en construir una historia increíble que supere a Harry Potter, sino extender su fama unos cuántos años más aprovechando el prestigio que le queda a su obra.
Llámame loco, pero dudo mucho que las grandes figuras de la literatura como Tolkien, Dostoyevsky, Dumas o Victor Hugo pensaran que ser el tema de conversación de todos era más importante que construir una historia que les permitiera llevar una idea compleja hasta sus últimas consecuencias.
En lo personal, extraño a la “verdadera Rowling” aquella que escribió un libro con tanta pasión y esmero que marcó la infancia de millones de personas alrededor del mundo.
Pero, bueno, quizás estoy equivocado y a ti te encanta la nueva saga de películas. ¡Dame tu opinión en los comentarios y empecemos una conversación!
Totalmente de acuerdo.