¿Por qué deberías evitar el sedentarismo si quieres convertirte en un escritor profesional?

En este mundo que nos da tantas cosas sin que necesitemos salir de nuestra casa, es muy fácil que alguien que sueña con ser un escritor profesional crea que tiene todo lo que necesita a la mano. Pero este no es el caso en lo más mínimo.

Si leíste mi artículo sobre cómo la experiencia personal afecta a los escritores, seguro ya tienes una buena idea de por qué digo esto, pero hay todavía más cosas que mencionar sobre el tema.

Si eres una persona que tiene interés en dedicarse a escribir profesionalmente y tienes ciertos problemas de sedentarismo, deja que este artículo te inspire a conducir tu vida en la dirección correcta.

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La creatividad está allá afuera

No cometas el error de pensar que las ideas originales surgen de la nada. Al contrario, las mejores ideas siempre están clavadas en situaciones reales que de una forma u otra nos marcan de por vida.

No hay nada mejor en el mundo para crear nuevas historias que, bueno, el mundo y la gente. En cada esquina hay un suceso esperándote que te servirá como el catalizador para tu primera novela, una persona interesante que te puede dar una idea para crear un personaje único, un dato curioso que te permitirá añadir lógica a tu sistema mágico, ¡y mil cosas más!

Los escritores podemos escribir cosas sobre un mundo que existe en nuestras cabezas, pero para darle forma a ese mundo y construirlo con bases sólidas, ¡necesitamos apoyarnos en la vida real!

Si te quedas sentado en tu silla viendo videos en Internet todo el día, la inspiración que te llegará será artificial y tus historias lo reflejarán porque la verdadera creatividad no yace dentro de nosotros, sino en las interpretaciones que le damos a la realidad que está afuera.

Proponte hacer algo nuevo aunque sea una vez al mes, exponte a distintas situaciones que suenen medianamente interesantes para ti y trata de conocer más a las personas que te rodean. ¡Te sorprenderás de lo mucho que se beneficia tu escritura gracias a esto!

La profundidad de tu escritura se esconde detrás de tus experiencias personales

Una de las razones por las que es tan difícil para un escritor joven destacar, es porque su corta vida todavía no le ha dado la oportunidad de entender lo complejo que es el mundo y la inmensa cantidad de áreas grises que están presentes en la moralidad rutinaria.

Es decir, alguien joven, y muy talentoso, puede escribir una historia entretenida, pero esta difícilmente tendrá la profundidad necesaria para que la gente esté dispuesta a pagar para leerla.

Y, nos guste o no, la única forma de volvernos profundos no es viendo videos políticos en Internet o escuchando lo que dice CNN sobre la última polémica en Twitter. No, la única forma de hacerlo es interactuando con el mundo y descubriendo sus pormenores y aciertos, entablando conversaciones con gente que piensa distinto a ti y dándoles el beneficio de la duda.

Quedarte en tu casa y hacer lo mismo todos los días solamente te encierra dentro de ti mismo, y hará que sea muy difícil para ti transmitir mensajes profundos de manera sutil y honesta, y crear temáticas increíbles.

Por ejemplo, si te das una vuelta por Wattpad (donde puedes leer mi novela Jagger, por cierto ^^), te darás cuenta que hay una gran cantidad de historias que son muy superficiales a la hora de manejar situaciones difíciles: siempre hay una “buena” y una “mala” decisión que es dolorosamente obvia; un personaje equivocado e ignorante, y otro educado que “tiene la razón”.

Estas interacciones no son inteligentes ni memorables porque la vida no es así. Por eso, las historias que exploran problemas en lugar de darnos sermones son tan geniales.

El truco está en que, para escribir historias así, es necesario que la realidad misma nos ponga en una situación que no podemos entender del todo, una que nos obligue a escribir una historia que nos ayude a articular el dilema y así descubrir qué es lo que sucede. ¡Eso es lo que le da profundidad a una historia!

Si quieres ser un escritor profesional, entonces tienes que aprovechar todas las experiencias que el mundo te puede dar. ¡Solo de esa forma serás capaz de cautivar a miles de personas!

Una mente quieta, es una mente muerta

A mí siempre me desespera ver la típica escena de Hollywood en la que vemos a un escritor escribir mil ideas en una hoja de papel, arrugarla y luego aventarla a la basura, donde ya hay una decena de ideas rechazadas.

Si bien esto visualmente transmite lo que la escena necesita, creo que mucha gente se va con la finta y cree que ese es un proceso creativo útil para una mente carente de ideas.

A ver, si después de quince minutos de pensar seriamente en una historia no se te viene nada a la cabeza, entonces es porque no tienes nada sobre lo que escribir. No hay ninguna idea ni experiencia en tu vida que te transmita lo suficiente para explorarla o a ti no te interesa construir una historia honesta.

Puedes pasarte todo el día haciendo bolas de papel, pero jamás serás capaz de empezar salir de tu bloqueo mental si solamente te concentras en ti mismo y lo que ya está en tu cabeza.

Es por eso que disfruto más las películas que muestran un bloqueo mental del protagonista y luego, en el clímax, vemos que este bloqueo se rompe de manera magnífica gracias a todo lo que el personaje vivió a lo largo de la historia.

Una película que, aunque no me gustó mucho, hizo esto a la perfección fue We Are Your Friends con Zac Effron. Al final de la película, Cole (el protagonista), un talentoso DJ, por fin consigue crear algo especial basándose en los pequeños elementos que formaban parte de su vida y los sentimientos más profundos que lo carcomían.

Si bien este film tiene sus problemas, el clímax está tan bien manejado que salvó el resto de la historia para mí.

La razón es muy sencilla: es un elemento poderoso porque es real, es creíble. Cole creó algo especial no solo porque era talentoso, sino porque salió de sí mismo y exploró honestamente el mundo que lo rodeaba.

Esto es algo que cualquier artista, especialmente los escritores, necesitan si quieren vivir de su talento.

Entonces, si estás trabado o no sabes bien qué escribir, lo mejor que puedes hacer es pararte del escritorio, salir con amigos, ponerte a hacer ejercicio, tener una conversación profunda, etcétera, cualquier cosa que obligue a tu cerebro a marchar a una velocidad distinta.

¡Ya no te quedes quieto en tu casa! ¡Sal y cambia tu rutina! Tanto tu escritura como tu vida personal se beneficiarán más de lo que crees.

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