Los 4 hábitos del buen lector

Los 4 hábitos del buen lector

Los 4 hábitos del buen lector

Al contrario de lo que algunos pueden pensar, sí existe una diferencia grande entre un buen lector y uno malo, aunque esa diferencia no va por dónde crees que va.

Verás, no me refiero a que a un buen lector le gustará El Señor de los Anillos y a uno malo no, realmente eso no tiene nada que ver con lo que estoy diciendo, porque lo que define a un buen lector no tiene nada que ver con sus gustos.

De hecho, la principal razón por la que deberías hacer el esfuerzo por convertirte en un gran lector es que así podrás extraer muchas más cosas valiosas de tus historias favoritas y encontrar elementos maravillosos en otras que esconden un poco su temática.

Es decir, el buen lector tiene la ventaja de que se siente atraído por la mejor literatura que existe justamente porque nada se le escapa y puede diferenciar fácilmente una historia sensacional de una mediocre.

Si te interesa convertirte en alguien así, ¡deja que te comparta los 4 hábitos que todo buen lector debe tener!  

1. Sale de su zona de confort

Es normal que en nuestra adolescencia nos obsesionemos con un solo género de literatura, ya sea el romance, la fantasía o el terror, pero a medida que crecemos y nos exponemos a la complejidad de la vida, mantener esta práctica hará que dejemos de leer.

¿Por qué? Porque hay temáticas que no se pueden explorar con la profundidad suficiente en ciertos géneros y si no te expones a ellas, eventualmente tu tiempo de lectura se sentirá repetitivo y plano.

Esto es lo típico que sucede con críticos que se especializan en un solo género: después de su historia número quinientos de fantasía, prácticamente han visto todo y nada les sorprende; y lo peor es que la monotonía los distrae y les impide identificar las pocas historias que sí intentan algo distinto.

Los buenos lectores no se quedan atrapados en un solo género, sino que salen en busca de nuevas y refrescantes aventuras y mantienen una mente abierta, porque saben que los símbolos pueden tener profundidad en cualquier ramo de la literatura.

No lo olvides, ¡atrévete a salir de tu zona de confort!

2. Trata de ver lo que está “más allá” de la historia

Es muy válido que, cuando eres joven e inexperto, te dejes llevar por lo que la trama te muestra. Ya sea un robot gigante peleando contra monstruos o un muchacho con una cicatriz en forma de relámpago que puede hablar con las serpientes.

Se vale porque es muy probable que en ese momento no tengas la capacidad para discernir qué está escondido en esos símbolos, que no sepas que el robot contra el monstruo representa la lucha constante del ingenio del hombre contra la naturaleza; o que el niño bueno que habla con las serpientes, representa que no puedes ser verdaderamente virtuoso, sino estás dispuesto a lidiar con aquello que se arrastra y nos asusta.

Las mejores historias son mucho más profundas de lo que su trama parece de buenas a primeras, y los buenos lectores pueden extraer todo eso y descifrar el mensaje más profundo del relato, ese que hace que el libro en cuestión sea de verdad valioso.

Cuando aprendes a leer así, ¡amarás la literatura todavía más!

3. Busca mantener una mente abierta con los protagonistas

Una frase que suelo escuchar con mucha frecuencia es: “a mí no me suelen gustar los protagonistas”. Si bien esta experiencia está muy justificada, algunos la utilizan para formar prejuicios negativos contra los protagonistas, lo cual muchas veces les impide entender la historia y lo que trata de contar.

Escucha, no te voy a decir que deberías amar a todos los protagonistas, porque eso también es una mala práctica, pero no deberías cerrarte a lo que ellos te pueden ofrecer en parte porque no hay otro arquetipo de personaje que les llegue (sí, ni siquiera el villano).

El protagonista siempre debería ser el personaje más interesante del relato, pero por esa misma razón es el más difícil de escribir. Esta clase de personajes tienen la dura tarea de cargar el peso de la trama sobre sus hombros, y muchas veces eso significa que las decisiones que tomen te generarán emociones negativas.

No te quedes en lo superficial y trata de comprender cuál es su arco de personaje, qué es lo que el escritor quiere lograr con él. Eso no solo te ayudará a disfrutar protagonistas que antes ignoraste, sino que te permitirá admirar todavía más las obras que buscan tocar temas sensibles y difíciles.

4. Siempre intenta identificar por qué le gustan unos libros más que otros

Está claro que la experiencia de un lector es completamente subjetiva y que, como compró el libro, tiene todo el derecho a criticar algo según lo que su propio carácter y emociones dictan; sin embargo, no siempre la sensación que te deja un libro (o una película o serie) necesariamente es un reflejo de la calidad de la historia.

Si no entiendes esto es muy probable que te cierres a libros que te pueden ayudar mucho en el futuro, cuando te enfrentes a situaciones parecidas a las que la historia trabajó.

Te puedo dar un ejemplo personal: La Divina Comedia.

Este libro es uno de los clásicos más increíbles de la literatura, y lo odié la primera vez que lo leí cuando tenía doce años. Es un libro pesado, con una prosa extraña (porque está traducido del italiano) con cientos de referencias imposibles de conocer si no eres un florenciano del siglo XIII.

Mi experiencia fue tan negativa, que por muchos años creí que La Divina Comedia era el único clásico que la gente sobreestimaba. Por suerte, no era tan arrogante como para creer que el mundo de la literatura estaba equivocado y yo tenía la razón, así que volví a darle una oportunidad años después y, wow, me cambió la vida.

Esta vez, me fue mucho más sencillo entender los símbolos de la historia, leí con cuidado cada pie de página que explicaba las referencias, y me dejé llevar por la hermosa lírica de Dante.

No voy a decir que entendí todo (es un libro complejo), pero la diferencia fue tan drástica que comprendí que hay veces que no es el libro el que falla, sino que el lector todavía no tiene las herramientas para entenderlo.

Esa experiencia me ayudó a ser más crítico con mis propios gustos y a tratar de reflexionar por qué hay libros que me gustan más que otros. Algunas veces puede ser por errores genuinos en la historia, pero otras veces es simplemente por la clase de persona que era al leerlo.

¡Esa diferencia es importante!

¡Y con eso llegamos al final! Por supuesto, esta lista puede ser mucho más larga, pero si aplicas estos 4 hábitos, tendrás lo necesario para volverte un lector increíble.

Quizás te haya llamado la atención que no mencionara como hábito “leer constantemente”, pero es que eso por sí solo no ayuda.

Puedes leer mucho, pero si no haces un esfuerzo intelectual para sacar más de tu lectura, jamás te convertirás en un gran lector.

Pero ¿qué opinas tú? ¿Te gustaría agregar algo más? ¡Hazlo en los comentarios! ¡Siempre los leo todos!

5 thoughts on “Los 4 hábitos del buen lector

  1. Hola Jefs
    Durante un tiempo estuve viendo algunas criticas de algunos trabajos tanto buenos como malos y todos tenian algo en comun y era la ejecucion.

    Quiero decir:

    En un trabajo malo se decia que tiene buenos elementos pero que falla al ejecutarlos

    Por otro lado en un trabajo bueno se decia que todo lo que tiene ya se habia visto antes pero los ejecuta de buena manera.

    Podrias hablar de esto en un proximo blog

  2. Interesante, ¿pero como le hago para ver “mas allá”? O mejor todavía ¿Cómo le hago para disfrutar mas la lectura, o mas bien, “saborearla”?
    Lo menciono mas que nada porque yo soy el tipo de persona que lee rápido y que, casi siempre, no me sumerjo, por así decirlo, dentro del libro o logro conectar con los personajes.

    ¿Podrías ayudarme? Te lo agradecería.

    1. ¡Me ha gustado mucho! Creo que soy buena lectora entonces. Tienes toda la razón en lo importante que es leer varios géneros, sobre todo si quieres escribir. En mi caso, que escribo fantasía, veo que hay muchos escritores/críticos que solo tocan un género y todo les parece muy visto, repetitivo, ven clichés en todos lados… A veces tienen razón, pero otras simplemente es que si lees siempre el mismo género, al final vas a acabar identificando arquetipos y estructuras y es normal que acabes harto. Como siempre, muy interesante tu post.

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