El ridículo como elemento narrativo: ¿tiene algún uso?

El ridículo como elemento narrativo: ¿tiene algún uso?

El ridículo como elemento narrativo: ¿tiene algún uso?

A nadie le gusta hacer el ridículo, especialmente en frente de una persona que le interesa, sin embargo, es parte de la vida, y lo más probable es que te toparás con una situación así más de una vez.

Quizás justo porque es algo inevitable, es que el ridículo también puede tener un rol genial en las historias. Si quieres aprender más sobre el tema, ¡no pares de leer!

¿Qué es el ridículo?

El ridículo es algo que provoca risa o burla por resultar extraño, extravagante o grotesco; es lo que sucede cuando vemos el típico cuadro de los perros jugando póker o presenciamos cualquier discurso presidencial.

El ridículo es algo que sale de la norma y rompe nuestras expectativas, aprovechándose de lo que conocemos y dándole la vuelta.

¿Qué puede aportarte?

Precisamente por ese valor sorpresivo que tiene el ridículo, es que este elemento puede ser tan útil en una historia. Verás, justo porque el ridículo es un elemento que suele romper el molde, es uno de los pocos elementos narrativos que se pueden colocar de manera “invasiva” en una historia; es decir, sin la necesidad de que haya existido una construcción previa que lleve a ese momento.

Es algo así como cuando Gamora y Peter Quill están teniendo una conversación seria y dramática sobre Thanos, y de repente sale Drax comiendo una papas pretendiendo que quedarse quieto lo hace invisible.

Ese momento no tiene nada que ver con la escena, pero aún así el ridículo logra meterse sin que nos resulte demasiado extraño.

Por supuesto, aquí podrías pensar que, si no sirve para la escena, entonces sobra, pero se te estaría olvidando uno de los principales propósitos que cumple el ridículo: mantener el tono de una historia.

En el caso que mencionábamos antes, la conversación de Gamora y Peter era realmente tétrica, hablando sobre cómo Peter debería estar dispuesto a asesinar a la mujer que ama si eso ayudar a vencer al villano. Es algo muy fuerte para una película “para toda la familia” como Avengers, y inclusión de Drax nos recuerda justamente eso; permitiendo que el tono de la historia sea congruente de principio a fin, incluso si de vez en cuando se tocan temas muy serios.

Si leíste mi artículo sobre el bathos, seguramente esto te resultará muy familiar, y eso se debe a que el bathos es un elemento basado en el ridículo. ¡Son parte de lo mismo!

Dicho esto, el ridículo no tiene que reducirse simplemente a una sorpresa, sino que también puede apoyar tanto al desarrollo de los personajes como a la exploración de la temática.

Esto lo has visto muchas más veces de lo que crees. Aquí, básicamente, estamos hablando del típico personaje arrogante que, a lo largo de la historia, comete error tras error y sufre una humillación tras otra hasta que no le queda otra que dejar a un lado su ego, como sucede con Kuzco, por ejemplo.

También, estamos hablando de los “finales poéticos” para los villanos, como en Coco cuando De la Cruz “muere” por segunda vez siendo aplastado por la misma campana que terminó con su brillante carrera, demostrando que la persecución obsesionada de la fama te lleva eventualmente al mismo destino: morir solo.

¿Cómo aprovecharlo en una historia?

Por supuesto, si has visto películas como las nuevas de Star Wars o las menores de Marvel como Ant-Man, entonces sabes que el ridículo no siempre es una fuerza positiva para el relato y que se puede utilizar mal.

¡Aquí te comparto unos tips que te ayudarán a aprovecharlo de verdad!

Que mantenga el tono

Lo que mencioné antes sobre el “tono de la historia” solamente aplica si el tono efectivamente va con lo ridícula que resulta la situación. Es decir, no cualquier historia puede introducir cualquier nivel de ridículo, porque entonces el tono se romperá.

Por ejemplo, una narrativa tan seria como la que presenta Harry Potter puede incluir momentos ridículos, pero llevarlos a los extremos puede quebrar el tono reflexivo que estas historias suelen compartir.

Por otro lado, una historia como Final Space, puede hacer casi lo que se le antoje porque parte de su esencia es precisamente lo ridículos que son sus personajes y las situaciones en las que se ven inmersos.

El punto aquí es que logres calibrar las escenas ridículas según lo que la historia demanda y los personajes representan. ¡De lo contrario se volverán molestas e invasivas!

Que no mate los momentos emocionantes del relato

Una crítica que Marvel recibe con cierta justicia es que siempre tienen que interrumpir los momentos serios y emocionalmente complejos con un chiste estúpido que te sacar por completo de la escena.

Esta queja es una demostración de lo importante que es para la audiencia que se le respeten sus sentimientos al ver una historia. Es decir, si la audiencia está triste o enojada por lo que están viviendo los personajes, que tú como autor menosprecies la escena con el ridículo hace que la audiencia también se sienta menospreciada.

Es por eso que tienes que tener MUCHÍSIMO cuidado con la forma y el momento en el que incluyes algo ridículo cuando tus personajes están pasando por un momento delicado. Hay veces en las que es mejor dejar una sensación triste en la audiencia que tratar de hacerla reír cuando no tiene ganas de hacerlo.

Que no sea el enfoque

Una de las razones por las que muchas películas de comedia son extremadamente malas, es precisamente porque su enfoque está en hacerte reír, y el ridículo, uno de los elementos más útiles para alcanzar esa meta, se vuelve entonces el centro de la historia en lugar de algo que la apoya.

El ridículo es algo que se aprovecha de lo que una escena en sí está construyendo; por sí solo tiene muy poco valor y fuerza, y por eso es una pésima idea que le des la batuta del desarrollo de tu historia.

Puedes partir de una situación ridícula para crear una trama, pero no puedes confiar en que será capaz de llevarte hasta el final.

Nunca construyas una historia colocando el ridículo como la herramienta principal para avanzar la trama e introducir hilaridad. Enfócate en la narrativa y los personajes y deja que el ridículo sea algo que los apoye.

¡Y con eso concluimos! Espero que este artículo te haya servido. Si fue así, seguramente disfrutarás este otro sobre cómo incluir humor en las historias. ¡No te lo pierdas!

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