¿Por qué es importante entender la dualidad de la vida para escribir buenas historias?

Lamentablemente, vivimos en un ambiente que cada vez se siente más polarizado. La forma en la que las redes sociales y los medios masivos de comunicación atacan los dilemas de la sociedad, se sienten más y más extremistas, como si fueran incapaces de entender la dualidad inerte en la vida misma.

Ya sabes a qué me refiero. Son las típicas ideas absolutistas que tratan de resumir la historia humana en una sola línea, ya sea diciendo que todo es una “lucha de clases/géneros/razas” o “la búsqueda del poder”.

Si bien esta es una parte de la realidad del ser humano, está incompleta, y no sirve para responder los complejos problemas que la vida nos suelta a diestra y siniestra.

Ahí es donde yace la importancia de crear historias increíbles, porque los mejores escritores son los únicos capaces de adentrarse en una idea difícil y construir algo que nos permita darle forma a conceptos abstractos y complicados.

Sin embargo, esto no puede lograrse si somos incapaces de ver el lado positivo y negativo de los problemas que queremos manejar, independientemente de la posición que tengamos al respecto.

Si quieres aprender más al respecto, ¡lee este artículo!

¿Qué es la “dualidad de la vida?

Ahora, para asegurarme de que estamos en la misma página, me gustaría explicarte a qué me refiero cuando hablo de este concepto.

En pocas palabras, me refiero al hecho de que no existe un solo concepto o idea humana que sea completamente buena o mala. Cada cosa tiene sus pros y sus contras, lo que cambia es el peso que le damos a cada lado.

Por ejemplo, por un lado, ir a McDonalds suele ser más barato y rápido que un restaurante, pero la comida es de mucha menor calidad. Siguiendo esa lógica, habrá personas que vean a McDonalds como algo bueno (aquellas que quieran algo rápido y barato), y otras como algo malo (aquellas que buscan una experiencia gourmet).

Esta es la dualidad presente en el concepto de McDonalds, y depende de cada persona sacar sus propias conclusiones.

Bueno, quizás este ejemplo fue muy sencillo. Tratemos de buscar conceptos mucho más difíciles de encontrar un lado positivo o negativo.

Lado positivo de la Discriminación

Espero que no surjan muchos lectores que salten de inmediato a la caja de comentarios en cuanto vean que estoy sugiriendo que la discriminación tiene un lado positivo.

Por supuesto, aquí no estoy hablando de la discriminación racial o sexual (que realmente forma parte del lado oscuro de la idea y que solemos relacionar con ella con más frecuencia), sino a la parte más general del concepto, aquella que genuinamente es una ventaja.

Al contrario de lo que puedes pensar, la discriminación es una herramienta que utilizamos todos los días y que es necesaria para que las personas sean capaces de decidir.

Por ejemplo, el proceso de selección de una pareja, es probablemente el acto discriminatorio más descarado que hace una persona.

Hay todo tipo de razones por las que rechazas a ciertos prospectos y aceptas a otros, como por ejemplo:

• Por su edad (obviamente);
• Por su sexo;
• Por su raza (ya que, por lo general, estamos predispuestos a salir con personas de nuestra misma etnia racial);
• Por su atractivo;
• Su posición social;
• Su intelecto;
• Sus intereses;
• Sus creencias personales y/o religiosas;
• Etcétera.

Por supuesto, esto no es malo en lo absoluto. Al contrario, en un mundo ideal, a todos nos gustaría ser capaces de escoger exactamente a esa persona que cumple con cada uno de los criterios que tienen importancia para nosotros.

La regla es algo así como: “si todos pueden discriminar al escoger pareja, entonces no hay problema”.

De la misma forma, siempre discriminas al escoger amigos, lugares donde vivir, sitios en los que trabajar, etcétera. Esta es la parte positiva de la discriminación, y no se puede tener una discusión seria sobre la parte negativa sin tocar este punto.

Lado negativo de la Compasión

Lo creas o no, existe tal cosa como ser “demasiado compasivo”. Si bien, en líneas generales, se podría decir que la compasión es una virtud que todos deberíamos tener, no se debería elevar como la moral máxima del ser humano.

¿Por qué? Pues, porque la compasión puede ser contraproducente si no se aplica en su justa medida.

Por ejemplo, si has visto el increíble cortometraje “El Circo de la Mariposa”, es probable que ya hayas conocido a Nick Vujicic, un hombre que nació sin brazos ni piernas. Como te podrás imaginar, este defecto trae consigo una gigantesca cantidad de limitantes, hasta el punto que parece imposible creer que alguien así pueda actuar en el mundo por su cuenta.

Pues, resulta que Vujicic es un exitoso orador motivacional, un autor publicado y una persona que vive una vida plena, ¡incluso se las arregla para surfear y nadar!

En sus conferencias, Nick cuenta que el punto de inflexión en su vida llegó gracias a su madre, una enfermera de armas tomar. Cuando era solo un niño, su madre le dijo que tenía que aprender a hacer las cosas por sí mismo, y se rehusaba a ayudarlo a menos que lo viera esforzándose primero.

No se compadeció de él, sino que puso mano firme y le dio una lección que cambiaría el rumbo de su vida para siempre.

¡Imagínate eso! Eres madre de un niño pequeño que no tiene brazos ni piernas, ¡y te rehúsas a ayudarlo! Una persona compasiva en exceso la acusaría de inhumana, y se apresuraría a ayudar al indefenso infante.

¡Pero eso sería una demostración del lado negativo de la compasión! Justamente lo que buscaba la mamá de Vujicic era que su hijo se fortaleciera, que descubriera que, dentro de sus limitaciones, todavía había muchas cosas que podía lograr.

La compasión nos hace empáticos y altruistas, y nos ayuda a sacar a otros de la miseria, pero también nos puede hacer sobreprotectores y alcahuetas, haciendo que nuestro prójimo se vuelva inútil e inofensivo.

Suena duro, lo sé, pero es importante manejar esta diferencia para que el discurso social pueda ser maduro y real.

De nada te sirve pintar las cosas en blanco y negro. Necesitas entender que hay toda una gama de colores en el medio, y la única forma es identificando las líneas morales en las que se divide la vida.

OJO: con esto no quiero decir que todas las ideas son igual de válidas y que puedes modificar tus creencias a conveniencia. Este ejercicio justamente lo que busca es descubrir la forma en la que una idea puede corromperse y entender aquellos aspectos positivos que la hacen tentadora. Hay cosas que están bien y cosas que están mal, pero tú no tienes todas las respuestas y por eso te conviene ser más analítico en la forma que retas tus propias ideas y las de los demás.

La dualidad de la vida en las historias

Seguramente, ya en este punto del artículo te quedó muy claro qué es la dualidad de la vida, pero ahora nos toca entrar de lleno en lo que nos interesa: ¿por qué debes usarla en las historias?

¡Aquí te van 4 razones para hacerlo!

Es la única forma de hacer arte

El arte puede ser muchas cosas, y puede tener cientos de elementos subjetivos, incuantificables y todo lo que tú quieras, pero existe una diferencia entre un libro cualquiera y una obra de arte.

Para mí, la diferencia clave está en que una obra de arte no trata de venderte una idea simplona y superficial, sino que presenta un conflicto desde todos sus ángulos, y deja que los personajes lo resuelvan.

Si el escritor empieza una historia con la idea de transmitir todas las bondades de su filosofía de vida y hundir por completo aquella que se lo opone, no está haciendo arte, sino propaganda.

Por muy devoto que seas a tu forma de interpretar la realidad, tienes que ser lo suficientemente humilde para entender que hay una parte negativa en ella, de lo contrario jamás serás capaz de comprenderla, y nunca podrás crear una historia profunda, que la explore en su totalidad.º

Los artistas son aquellos que se introducen constantemente en lo desconocido, en aquello que apenas y somos capaces de entender. Por eso tienen una responsabilidad con la sociedad, porque solo una obra de arte puede articular aquello que no se comprende del todo.

Es la mejor forma de evitar ser poseído por ideologías baratas

Algo que no consiguen entender los seguidores extremistas de una ideología, es que si son incapaces de cuestionarla y no saben hacer otra cosa que repetir frases clichés y poco originales cuando la defienden, es que ellos no son dueños de una idea, sino que la idea se ha adueñado de ellos.

El mundo no necesita fanáticos de una ideología, sino individuos pensantes, que pueden ver tanto lo positivo del argumento del contrario, como los peligros de su propia creencia.

La principal razón para hacer esto, es que el mundo es demasiado complejo, y las ideologías suelen ser la mitad de la historia, la versión que justifica las acciones de los líderes ideológicos.

Este tipo de esclavitud y rigidez mental es lo que produjo una buena parte de los desastre del Siglo XX, y creó el terrible estado Nazi y la monstruosa realidad de la Unión Soviética.

Ya nos sabemos la historia; no la repitamos.

Mantiene tu mente abierta

Si algo te enseña analizar la dualidad de la vida, es que poco a poco te das cuenta que no eres tan importante como piensas.

En la adolescencia, es normal creer que todos los adultos son unos idiotas y que, si te escucharan, todo sería una maravilla y el mundo alcanzaría la paz mundial.

Sin embargo, en el 99.99% de los casos, la realidad es que no eres más que un ingenuo idealista con una comprensión superficial de la sociedad que lo acoge.

La vida es difícil, está llena de problemas complejos: de rebeldes que solo están en busca de romper lo que ya existe o crear algo mejor, o de tradicionalistas que quieren mantener la corrupción actual o preservar las maravillas que tanto nos ha costado construir.

Toda solución trae sus retos, y todo problema tiene sus ventajas, por eso es importante tomarse con seriedad las ideas que nos atormentan y encontrar aquello que las demoniza y aquello que las justifica.

Te da una razón para escribir algo genial

Desde el punto de vista de un escritor, no existe nada mejor que adentrarse en la complejidad de un problema y explorar tanto el ángulo bueno como el malo.

¿Alguna vez has querido entender a qué se refieren los críticos cuando dicen “es un protagonista complejo”? Pues, a lo que realmente se refieren es que su lado positivo y negativo están tan bien trabajados, que es muy difícil ponerles una etiqueta sencilla, como “héroe” o “villano”, sino que hay que explicarlos con más sofisticación.

Las mejores historias están llenas de personajes y dilemas similares, y es por eso que nos dejan pensativos e impresionados porque, incluso si no somos plenamente conscientes de lo que los símbolos nos dijeron, en el interior sabemos que presenciamos algo especial, algo que dice cosas realmente profundas sobre nosotros mismos.

¡Y listo! Espero que este artículo te inspira a ser un poco más abierto con las ideas que la vida te presente. Recuerda: no todo lo que brilla es oro ni todo lo opaco es estiércol.

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