La importancia de establecer el tono de tu historia
El tono de tu historia, cómo establecerlo y su importancia
Si eres la clase de persona que disfruta mucho escuchar críticas sobre películas, series y libros, seguramente has escuchado la expresión “la historia no se toma a sí misma en serio” o viceversa. Esta frase tan común en las críticas, es simplemente otra forma de hablar sobre el tono de una historia.
Pero, ¿qué es exactamente el “tono”? Bueno, en pocas palabras, el tono es la forma en la que el escritor expresa la actitud que tiene hacia su escritura. Puede ser divertido, serio, introspectivo, sarcástico, o cualquier otra emoción que ayude al lector identificar la forma en la que debería experimentar la historia.
Digamos que el tono es lo que hace que una película como Django Encadenado y El Conde de Montecristo se “sientan” tan distintas a pesar de que ambas manejan la temática de venganza; o que El Hobbit y la Venganza de las Risitas se sientan similares a pesar de que tienen tramas completamente diferentes.
Ahora, si bien es cierto que el tono de una historia no tiene que ser estático, sí es importante establecerlo. De lo contrario, la obra transmite una sensación de incoherencia y la mayoría de los símbolos pierden efecto.
Si quieres saber más sobre por qué siempre debes asegurarte de establecer un tono para tu historia, ¡sigue leyendo!
Le da pistas al lector de cómo reaccionar
No es lo mismo presenciar la muerte de un personaje en una historia como Game of Thrones que el Señor de los Anillos. Esto es porque el tono de ambas es muy distinto y el lector se prepara psicológicamente de manera distinta.
Desde el inicio, George R.R Martin hace un trabajo excepcional para preparar al lector para los horrores que vienen. La historia es oscura, llena de personajes moralmente ambiguos o completamente desalmados. El mundo es cruel y no tiene piedad por nadie, especialmente si eres alguien de bajo estatus social.
Las primeras muertes en Game of Thrones pueden afectarte, pero a medida que la historia avanza empiezas a estar condicionado a esperarlas y afrontar los momentos climáticos de la historia con una mezcla de preocupación (no quiero que nadie muera) y cinismo (bueno, igual sé que todos se van a morir tarde o temprano).
Es por esto que entiendo muy bien por qué George R.R Martin, a pesar de que es un gran fanático de Tolkien, no le gusta que la gente compare su trabajo con el del famoso escritor inglés.
Porque Tolkien, con la posible excepción de los Hijos de Húrin, por lo general transmite un tono de esperanza a sus historias, donde los símbolos importantes no son la crueldad del mundo, sino la forma en la que los personajes afrontan sus injusticias. En estas historias lo que Tolkien quiere es que veas que, incluso en el momento más bajo de tu vida, está dentro de ti levantarte de tus cenizas y demostrar al mundo de lo que estás hecho.
Como estos escritores son tan buenos, el lector rápidamente identifica, aunque sea de manera inconsciente, la manera en la que tiene que aproximarse a la historia, y así es capaz de disfrutar cada símbolo de la mejor manera.
Maneja las expectativas
Otra diferencia clave en el tono es la forma en que se crean las expectativas de la audiencia. Una historia con un tono jovial y divertido suele crear expectativas positivas, de que todo terminará felizmente; una historia seria y cruda, por el contrario, de inmediato le dará al espectador la sensación de que el final más oscuro es inevitable.
La ventaja más grande de esto es que entonces el escritor puede tener una comprensión mucho más profunda de cómo manejar los símbolos de forma que esas expectativas constantemente vayan cambiando de un lado a otro, y su obra se mantenga fresca y entretenida.
No, no hablo de “subversión de expectativas” necesariamente, hablo de aprovechar los clichés para darle giros a los elementos de forma tal que la narrativa se sienta original.
Por ejemplo, la serie de Netflix, Los 7 Pecados Capitales, juega constantemente con su tono para mantener a la audiencia inmersa en cada episodio.
Si bien esta serie, por lo general, es bastante divertida y payasa, de repente tiene cambios de tono que hacen que sus momentos más emocionales y peligrosos te golpeen como una piedra, porque no estás preparado psicológicamente para enfrentarlos.
Una película que hace lo contrario es Bastardos sin Gloria (o cualquiera de Tarantino, realmente) que tiene una trama bastante seria y oscura, pero los personajes constantemente actúan de manera exagerada y divertida, haciendo que los momentos más crueles se sientan entretenidos y relajados, hasta cierto punto.
Eso sí, tratar de jugar con varios tipos de tono en una historia, por lo general, termina arruinándola. Siempre que tengas la intención de hacer esto debes estar muy claro de lo que te interesa que cada símbolo transmita y actuar en consecuencia.
Una película que hace muy mal esto es The Last Jedi, donde los momentos de humor están muy mal introducidos y disminuyen por completo la tensión que las escenas más importantes de la historia deberían tener.
El problema es que TLJ es una historia que se toma a sí misma en serio, pero que constantemente quiere hacerte reír a costa de la seriedad de la trama. Esa falta de incongruencia le quita poder a los símbolos y la convierte en una película poco efectiva.
Define el cuidado que cada detalle de la obra debe tener
Otra manera en la que el tono afecta, es que también define qué tanto está el espectador a perdonar ciertos “errores de lógica” en la historia.
Es decir, no es lo mismo criticar El Padrino, una película que se toma a sí mismo muy seriamente y que cuida cada detalle, a una como Ace Ventura, donde desde el inicio queda claro que a los escritores no les interesa para nada ser creíbles, por el contrario, su misión es exagerar todo lo que puedan para meter al loco protagonista en las situaciones más ridículas que te puedas imaginar.
En ambos casos, el tono funciona y fortalece los símbolos de sus respectivas historias, a pesar de que fácilmente podrías determinar cuál de las dos es “más realista” o tiene una “verdadera lógica”.
Por supuesto, no estoy comparando la calidad de El Padrino con la de Ace Ventura, ese no es el punto; la cuestión es demostrar que el tono ideal para tu historia depende totalmente de lo que quieres transmitir con tu obra.
Eso sí, si bien no hay una regla que diga cuál es el tono que debas usar, es importante que por lo menos sepas cuál será.
¡Y eso es todo! Espero que con la ayuda de este artículo hayas entendido la importancia de establecer el tono de tu historia.
Si eres un escritor novato que busca mejorar, te recomiendo mi artículo sobre cómo construir la temática de una historia. ¡Seguro te gustará!
Excelente, voy a revisar mis cuentos e intentaré mejorar tanto a los personajes como el tono.
Muchas gracias.
Un gran aporte, me has ayudado a entender mucho. Cosas tan básicas y tan importantes para crear historias no se no se encuentran en cualquier lado.
Muchas gracias por la ayuda.